EL CAMPELLO. El Ayuntamiento de El Campello y la familia del jurista, escritor, humanista e historiador Rafael Altamira Crevea (Alicante, 10 de febrero de 1866 - México DF, 1 de junio de 1951), se han puesto de acuerdo en iniciar los trámites necesarios para repatriar sus restos y los de su esposa, Pilar Redondo, desde la capital mejicana hasta el cementerio de El Campello, municipio al que la familia está muy vinculada desde hace décadas.
Hoy se ha desarrollado el primer encuentro entre el bisnieto del humanista, Ignacio Ramos Altamira, y el alcalde campellero Juanjo Berenguer. Ambos han coincidido en señalar que, sin la menor duda, la repatriación llegará tras un proceso burocrático largo y farragoso, que implicará a varias instituciones públicas españolas y mejicanas, “pero muy gratificante si conseguimos el objetivo”.
Y ese objetivo es precisamente que Rafael Altamira repose definitivamente en el municipio que él amaba profundamente, como reconoció personalmente en una entrevista concedida al diario El Día el 2 de mayo de 1935, cuando declaró que “cuando se me aparte de la vida oficial me retiraré al rincón de mis amores más gratos: a Campello”.