Escapadas

Cicloturismo entre túneles, naranjos y antiguos trenes: las vías verdes de Alicante

Rutas sobre antiguos trazados ferroviarios que atraviesan sierras, campos agrícolas y zonas costeras, en una provincia donde la orografía y la tradición ciclista encajan a la perfección

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  • El tramo de la Vía verde de Dénia transita por este municipio, Els Poblets y El Verger.
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ALICANTE. La provincia de Alicante es un territorio que se presta a descubrirlo a golpe de pedal. Su red de vías verdes aprovecha antiguos corredores ferroviarios para trazar itinerarios seguros y tranquilos que atraviesan paisajes muy distintos en pocos kilómetros: túneles excavados en la roca, viaductos suspendidos sobre barrancos, naranjales junto al mar o bosques mediterráneos en el corazón de la montaña. Con el final del verano y temperaturas más suaves, estos caminos se convierten en una alternativa perfecta para quienes buscan escapadas activas al aire libre.

La Costa Blanca cuenta, además, con una tradición ciclista muy arraigada. Cada invierno, equipos profesionales de toda Europa eligen sus carreteras para entrenar, atraídos por un clima templado y por una orografía que ofrece desde tramos llanos junto al litoral hasta puertos exigentes en el interior. Esa combinación hace que las vías verdes encuentren aquí un terreno natural: son recorridos accesibles que permiten disfrutar de los mismos paisajes con un ritmo pausado, apto para familias, ciclistas recreativos o viajeros que quieren explorar sin prisas.

Entre túneles y roca: Vía Verde del Serpis

  • La vía verde del Serpis es apta para todos los públicos. 

La Vía Verde del Serpis sigue la huella del tren que unió Alcoi y Gandia desde finales del siglo XIX hasta los años sesenta del XX. Hoy, el tramo que discurre entre L’Orxa y Villalonga (provincia de Valencia), conocido como el Racó del Duc, concentra la esencia de aquel trazado: un desfiladero estrecho por el que serpentea el río Serpis, túneles excavados en la roca y puentes que conectan orillas cubiertas de vegetación.

El recorrido principal suma unos 13 kilómetros por sentido y mantiene un perfil prácticamente llano, (salvo el inicio en Villalonga) ideal para pedalear sin esfuerzo. Aunque no toda la línea original está acondicionada, este segmento combina patrimonio ferroviario y naturaleza en estado puro. Conviene llevar luces para atravesar los túneles y suficiente agua, ya que no hay servicios a lo largo del camino.

Pedalear aquí es avanzar al ritmo del río, entre ecos y sombras frescas, con la sensación de estar adentrándose en un territorio que ha cambiado poco en décadas. Es una ruta que invita a detenerse, escuchar y mirar alrededor, más que a ir deprisa.

Hacia la montaña: Vía Verde del Maigmó

  • La Vía verde del Maigmó atraviesa el pueblo de Agost y engancha con Alicante o San Vicent del Raspeig. 

Entre Agost y el puerto del Maigmó se extiende una de las vías verdes más espectaculares de la provincia. Se asienta sobre el proyecto ferroviario inacabado que pretendía unir Alcoy con el litoral. Hoy, unos 22 kilómetros habilitados conducen desde los campos de almendros y viñedos de Agost hasta los parajes forestales del Maigmó, siempre con una pendiente constante y suave que hace la ruta accesible para la mayoría.

A lo largo del camino se atraviesan seis túneles —algunos largos y sin iluminación— y dos viaductos con vistas abiertas a los barrancos y cerros del interior alicantino. El firme de tierra compactada refuerza la sensación de estar siguiendo una senda antigua, ajena al tráfico y al ritmo urbano.

La llegada a la zona alta, entre pinares y lomas, marca un cambio de escenario. Muchos optan por recorrerla en sentido descendente, desde el puerto hasta Agost, para disfrutar de un pedaleo cómodo y continuo, casi sin esfuerzo. Es un itinerario que mezcla historia ferroviaria, paisaje mediterráneo y una progresión constante hacia la montaña.

Entre naranjos y humedales: Vía Verde de Dénia y Marjal Pego-Oliva

  • La Marjal de Pego-Oliva, un santuario de la naturaleza que se disfruta en bici. 

En el extremo norte de la provincia, la antigua línea Carcaixent–Dénia se ha reconvertido en un corredor cicloturista amable y muy frecuentado. Desde la estación del antiguo trenet parte una vía verde de casi seis kilómetros hasta El Verger, entre acequias, naranjos y caminos rurales llanos. Su firme mixto —asfalto y tierra compactada— la hace perfecta para todo tipo de bicicletas y niveles.

Más allá de El Verger, la ruta puede prolongarse hacia el Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva, un espacio húmedo protegido con arrozales, lagunas y pasarelas de madera. Este tramo es ideal para quienes disfrutan observando fauna y paisajes ligados al agua. Los más experimentados pueden continuar hasta Oliva y Gandía por caminos rurales, completando así un itinerario más largo y exigente que puede rondar los 80 kilómetros en total, si se vuelve a Dénia.

En cualquier caso, esta vía verde permite descubrir un litoral agrícola y húmedo que contrasta con la imagen más turística de la zona. Es una forma distinta de llegar a la playa, visitar pueblos vecinos o adentrarse en un humedal singular sin pisar carretera.

Por tierras interiores: Vía Verde del Xixarra

  • Naturaleza en estado puro, desde Villena a Biar, rememorando el trayecto del tren Xixarra. 

La conocida como Vía Verde del Xixarra recupera parte del trazado del popular 'trenet' que unía Villena con Alcoi y Yecla. El tramo acondicionado discurre entre el santuario de Las Virtudes y Biar, sumando unos 15 kilómetros de firme compactado y paisaje abierto.

La ruta avanza entre campos de secano, suaves colinas y un viaducto que ofrece una panorámica privilegiada. Es un recorrido tranquilo, sin grandes desniveles, apto también para senderistas y personas con movilidad reducida. Además de su valor paisajístico, tiene un componente histórico destacado: permite enlazar con el Camino de Santiago del Sureste y explorar tanto el patrimonio monumental de Villena como las rutas senderistas de la sierra de Biar.

Aquí el pedal adquiere un ritmo más sereno. No hay túneles ni grandes infraestructuras, pero sí una sucesión de horizontes amplios, con la Sierra de Mariola al fondo.

Viaductos y modernismo: Vía Verde de Alcoi

  • La Vía verde de Alcoi, con puentes y mucho más. 

Decir vía verde en la provincia de Alicante es referirse principalmente a Alcoi. En este caso, la Vía verde de Alcoi ofrece una experiencia distinta: un trazado urbano-periurbano que permite descubrir la ciudad desde otra perspectiva. Parte del barrio de Batoi y se adentra en el valle de La Canal, sumando unos 10 kilómetros entre cortados de roca, túneles cortos y puentes sobre barrancos.

El firme, que alterna asfalto y tierra compactada, y su cercanía al núcleo urbano la convierten en una ruta habitual para familias y ciclistas locales. Además de ser un corredor verde, es una ventana al pasado industrial y ferroviario de la ciudad, que a finales del XIX quiso conectar por tren con Alicante.

Ese proyecto nunca se completó, pero el trazado quedó ahí, y actualmente atraviesa uno de los entornos naturales más singulares de la provincia: el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja.

Laguna Rosa y litoral: Vía Verde de Torrevieja

  • Uno de los tramos de la Vía verde de Torrevieja. 

En el sur, la Vía verde de Torrevieja bordea la laguna Rosa en un recorrido periurbano de algo más de seis kilómetros. Su trazado llano y accesible, sobre el antiguo ferrocarril de las salinas, conecta el núcleo urbano con la carretera de Los Montesinos y la playa del Acequión.

El paisaje es insólito: pedalear junto a una laguna de tonos rosados, rodeada de vegetación y con la posibilidad de avistar aves, a pocos minutos de la ciudad. Es una vía verde muy utilizada tanto para paseos recreativos como para desplazamientos cotidianos, uniendo espacio natural y trama urbana sin necesidad de vehículo.

Entre pinos y vías olvidadas: Vía Verde de Benidorm

  • Vía verde de Benidorm, en bici o a pie, como la mayoría. 

En Benidorm, lejos del bullicio de la primera línea, se encuentra un pequeño tramo de vía verde en el parque del Moralet. Son poco más de un kilómetro y medio sobre un antiguo trazado de la extinta FEVE, pero suficientes para ofrecer un respiro natural en plena ciudad.

El recorrido discurre entre pinares y caminos de tierra compactada, apto para peatones y ciclistas. Aunque su longitud es modesta, se integra en las rutas internas del parque, que funciona como un auténtico pulmón verde para vecinos y visitantes.

Este itinerario permite descubrir una cara menos conocida de Benidorm, más tranquila y vinculada al entorno natural interior. Es perfecto para un paseo corto, un tramo de entrenamiento suave o una ruta en familia dentro de la ciudad.

Entre túneles costeros: Vía Verde de La Cantera (Alicante)

  • El tramo de la Cantera anima a pedalear, correr o pasear. 

En la capital provincial, la Vía verde de La Cantera discurre paralela a la avenida de Villajoyosa sobre el antiguo trazado del 'trenet'. Tiene poco más de un kilómetro de longitud, pero concentra elementos singulares: cuatro túneles, un antiguo apeadero y el constante acompañamiento del mar a pocos metros.

El firme asfaltado y su ubicación la convierten en un paseo muy accesible para ciclistas y peatones. Es habitual encontrar vecinos que la utilizan a diario, así como visitantes que la recorren para contemplar el litoral desde una perspectiva diferente.

Aunque breve, esta vía verde representa bien la idea de recuperar corredores ferroviarios históricos para integrarlos en la vida urbana. Pedalear por aquí es recorrer un fragmento costero con historia, entre la ciudad y el Mediterráneo.

Un territorio que se redescubre a pedales

  • La ruta del Maigmó puede unirse a tramos como los del cercano pantano de Tibi. 

Las vías verdes de Alicante son más que rutas: son una forma de leer el territorio. Siguen las huellas de líneas ferroviarias que unieron pueblos y comarcas, y que hoy vuelven a conectarlos, esta vez a través del ocio activo, el deporte y el respeto al entorno. Entre túneles, naranjales, humedales o frentes costeros, cada itinerario ofrece un fragmento distinto de la geografía alicantina.

Recorrerlos es moverse con otro ritmo, sin prisas, dejando que el paisaje marque el tempo. Una invitación a redescubrir la provincia desde la bicicleta, como si los trenes de antaño siguieran abriendo camino, esta vez sobre dos ruedas.

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