Como mero observador de la actualidad de lo que ha ocurrido esta semana, todo hace indicar que el turismo va a tener una oportunidad este verano. Se la va a dar la Unión Europea, con el plan de desescalada y los protocolos ideados para julio y agosto, cuando ya existan los denominados corredores turísticos que permitan la llegada visitantes de determinados países, no de todos. Ha sido una medida cuando menos sorprendente, pues la mayoría de las empresas del sector, al menos las de la Comunitat Valenciana, ya daba por hecho que iba a ser un verano de turista de proximidad, doméstico y posiblemente alojado en viviendas unifamiliares y/o apartamentos, huyendo de las estrictas medidas que pueda haber en los hoteles o en sus áreas de influencia, como las playas.
Pero esto ha cambiado, y ahora tenemos un nuevo panorama. Hasta el 15 de junio, si la evolución de la pandemia es positiva, se pueden generar la habilitación de esos corredores turísticos entre diferentes países de la Unión Europea. Este nuevo marco, como hemos dicho, no va a permitir recuperar las cifras de otros ejercicios, pero si puede maquillar la catástrofe de la hibernación turística provocada por la declaración del Estado de Alarma en España y la restricción de la movilidad en toda Europa. Sin embargo, este nuevo status turístico que se está generando, impulsado desde la UE por el comisario Thierry Breton y animado por determinados players alemanes, como el touroperador TUI y algunas aerolíneas, puede generar importantes cambios en el turismo de la Comunitat Valenciana.
1) No sabemos nada de Reino Unido
Sabemos de los británicos por la predilección por Benidorm y otros puntos de la Costa Blanca, como el litoral de la Vega Baja, y de la dependencia de esas mismas zonas por el turismo británico, pero a día de hoy no sabemos nada de cuándo permitirá el Gobierno británico la apertura de sus fronteras y la posibilidad de habilitar un corredor turístico entre los dos gobiernos. Aunque la competencia de las fronteras es una cuestión soberana de cada país, es la UE la que está trabajando por habilitar esos pasillos turístico, con garantías sanitarias y que generen confianza a las dos partes. En este debate no se ve al gabinete de Boris Johnson, que además va más retrasado en la vuelta a la nueva normalidad, más allá de la cuestión del Brexit, todavía por resolver. Por lo tanto, si hay una apertura al turismo europeo, la cuota británica está, a día de hoy, muy en el aire.
2) El protagonista es ahora Alemania
Aunque la apertura de corredores turísticos va a generar igualdad de condiciones entre los países que participen, si hay un Gobierno que está moviendo el debate y está empujando para que el turismo regrese a la nueva normalidad ese es el alemán. Su touroperador TUI y aerolíneas como el grupo Lufthansa son los que están moviendo el árbol del turismo con la necesidad abrir dos mercados muy concretos de España, como el de las Islas Canarias y Baleares. Posiblemente, sea una oportunidad para la Comunitat Valenciana, donde los alemanes ya cuentan con muchas segundas residencias, aunque sin llegar a los números de los dos dos archipiélagos. Da la sensación de que los acuerdos que alcance Alemania con otros países (Bulgaria, Malta, Italia, Grecia, Chipre, Croacia, Eslovenia y Portugal) son los que se va a replicar más tarde con Francia, Italia, España, Portugal o Grecia.