Fotogalería | Entrega galardones de la XXX edición de los Premios Aefa en Aspe (Fotos: Pepe Olivares)

ASPE. El centenario Teatro Wagner de Aspe, con su fachada solemne y sus butacas rojas que guardan casi un siglo de memoria, fue el escenario elegido para conmemorar los XXX Premios de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa). El lugar no era casual, se trataba de un guiño al territorio, a la provincia diversa y emprendedora que Aefa lleva tres décadas vertebrando.

El presentador de la gala, el actor y locutor de radio Antonio Hueso, arrancaba con tono cercano y ceremonial. Frente a él, más de 300 invitados -de empresas, representantes institucionales y sociales- se daban cita, no solo para aplaudir a los premiados, sino para celebrar la propia historia de la asociación, nacida en 1995 de la visión adelantada de Manuel Peláez Castillo y 32 empresarios que apostaron por un modelo asociativo único en España.

"Treinta años de responsabilidad"

La primera en subir al escenario fue la presidenta de Aefa, Maite Antón. Lo hizo con un discurso que ha conjugado la emoción del aniversario con la firmeza reivindicativa.

Antón recordó la figura de José Terol, empresario aspense que en 1920 compró el solar donde hoy se levanta el Teatro Wagner. "Era hijo de una familia humilde, se marchó a Alicante, se hizo empresario y, con su éxito, decidió devolver a su pueblo un espacio cultural. Construir un teatro de mil localidades en un municipio de seis mil habitantes fue un gesto de generosidad y amor a su tierra. Esa es la esencia de la empresa familiar", destacaba.

La presidenta puso el acento en la responsabilidad que conlleva ser empresa familiar. "Son tres décadas de compromiso como familias, empresarios y ciudadanos; responsabilidad hacia nuestros hijos, nuestros padres, nuestros equipos y nuestra sociedad".

Pero no se quedó en lo simbólico. Hizo una llamada a la financiación justa para la provincia de Alicante, recordando que el déficit acumulado desde 2008 asciende a 4.000 millones de euros y denunciando la falta de Presupuestos Generales desde 2023. "Esto no es un dato técnico, es una injusticia que limita nuestro futuro", afirmaba con rotundidad. Y añadía una reivindicación histórica, un Pacto Nacional del Agua que supere la confrontación política y garantice la sostenibilidad del campo.

En sus palabras, el empleo volvió a ocupar un lugar central. "es la mayor labor social de una empresa. Donde hay trabajo, no hay despoblación. Las empresas familiares somos el 94% del tejido de la provincia y generamos más del 84% del empleo. Ese es nuestro modelo de éxito, resiliente incluso en las adversidades".

El orgullo de Aspe

Tras Antón tomó la palabra el alcalde de Aspe, Antonio Puerto, visiblemente satisfecho por acoger el aniversario en "la pequeña bombonera" que es el Wagner.

"Ser empresario es tener sentido del esfuerzo, de la constancia y de saber levantarse cuando algo va mal. La empresa familiar es un espejo en el que debe mirarse toda la sociedad", ha afrimado. Además, Puerto ha defendido la unión y la colaboración institucional "por encima de colores políticos" y ha enumerado proyectos municipales en vivienda, educación y suelo industrial, que se llevan a cabo gracias a esa colaboración entre administraciones, además de recordar la importancia del trasvase Júcar-Vinalopó, que "ya ha transformado parcelas baldías en cultivos fértiles".

El alcalde cerraba con un reto a las empresas, el de más sostenibilidad, diversidad, inclusión de jóvenes, mujeres y personas en riesgo de exclusión laboral.

El alma joven de la empresa

La entrega de premios comenzó con la novedad del Premio Joven Alma Empresaria, que reconoció a Manuel Ríos Arias. El vídeo de presentación repasó su formación, sus másteres en ESIC y su trayectoria en multinacionales antes de lanzarse a emprender con Mohure en 2011 y más tarde con Menosquince.

Al recoger el galardón, Ríos confesó la emoción del momento. "Es un honor y un orgullo este reconocimiento. Cuando te valoran el trabajo siempre es de agradecer, y si además te siguen llamando joven pasados los 40, gusta todavía más".Tuvo palabras de gratitud para sus padres, a quienes definió como "unos padres 10", para su equipo "que creen en el proyecto", para sus amigos "sin los cuales la vida sería más gris" y para su mujer, Salomé. "Desde hace 20 años eres una mujer increíble y tenemos dos hijas maravillosas, motor de nuestra vida".

Furgonetas Demetrio: cuatro décadas de carretera y compromiso

El Premio CaixaBank reconoció la trayectoria de Furgonetas Demetrio, empresa fundada en Elche en 1981 y pionera en el alquiler de vehículos industriales sin conductor. Hoy cuenta con presencia nacional y planes de expansión en Portugal y el sur de Francia. Su fundador, Demetrio Villena, recogió el premio arropado por varias generaciones de la familia. "Hace 40 años empezamos con una pequeña flota y más sueños que certezas. Este premio no es solo mío, es de un equipo y una familia. Gracias a proveedores, clientes y, sobre todo, a mi mujer, hijos y nietos. Este reconocimiento también es suyo". 

Villena evocó sus inicios como mecánico, cuando alternaba el taller con el alquiler de dos furgonetas de segunda mano. También habló con orgullo de sus nietos y de la tercera generación, que ya forma parte de la empresa. "Era mi ilusión que mis hijos siguieran mis pasos, y hoy están aquí, junto a mis nietos. La mayor satisfacción es ver que esto continúa". 

Desde CaixaBank, Olga García, directora territorial, destacó el valor colectivo de la empresa familiar. "Los premiados son ejemplos de compromiso y buen hacer. Las empresas no solo generan productos, también crean empleo, dinamizan el territorio y atraen inversión. Por eso nuestro compromiso con ellas es firme". 

Grupo Iñesta, innovación desde Novelda hacia el mundo

El Premio Diputación de Alicante fue para el Grupo Iñesta, referente en fertilizantes especiales con más de 40 años de trayectoria, presencia en más de 35 países y una apuesta decidida por la investigación, la innovación tecnológica y la sostenibilidad. 

Su director, Alfredo Iñesta, recogió el galardón junto a sus hijos. En su discurso recordó a su padre, “un visionario que me animó a fundar la empresa”, y agradeció el esfuerzo de los empleados. "Son grandes profesionales que han estado en la creación, innovación, producción, comercialización e internacionalización. El gran valor de la compañía ha sido siempre el equipo humano". Mirando al futuro, destacó la apuesta por una economía circular y productos de residuo cero. ""Este premio es un reconocimiento a todo el equipo y nos da fuerza para seguir trabajando con ilusión". 

La Española: una aceituna como ninguna

El Premio Generalitat Valenciana distinguió a La Española, fundada en 1941 en Alcoy, símbolo del aperitivo español y referente en innovación. Dirigida hoy por la cuarta generación de la familia Alberola, ha sabido mantener la esencia del producto mientras incorporaba desarrollos tecnológicos en biotecnología, machine learning y visión artificial.

En un discurso cargado de emoción, recordaron los orígenes. "Nuestro negocio surgió de una tapa típica alcoyana. Nuestro bisabuelo invirtió sus ahorros, 200.000 pesetas de la época, y confió en su hijo, un joven empresario textil y publicista, que con anuncios en radio, cine y televisión hizo famosa a La Española". 

El salto de la producción manual a la mecanizada en los años 70 multiplicó la capacidad sin perder calidad. "Pasamos de 2 a 20 toneladas diarias. Hoy fabricamos como hace 80 años, pero aplicando la tecnología más avanzada". El reconocimiento, dijeron, les anima a seguir. "Este premio nos hace conscientes de todo lo bien hecho, pero sobre todo nos pone las pilas, porque queda mucho por hacer. Las trayectorias empresariales son fruto de generaciones de personas trabajadoras, perseverantes e inconformistas. Ellos son el alma invisible que da sentido a nuestro proyecto".

Ignacio Osborne: el legado y las instituciones

Otro momento solemne llegó con la entrega del Premio de Honor Manuel Peláez Castillo a Ignacio Osborne Cólogan, expresidente del Instituto de la Empresa Familiar y miembro de la sexta generación de una de las sagas empresariales más emblemáticas del país. Visiblemente emocionado, Osborne agradeció el galardón a Aefa, a la familia Peláez y a su propia familia, en especial a su esposa Flavia. "Si este premio tiene algún mérito, ha sido a costa de mucho tiempo lejos de ellos". Además, ha reivindicado el valor de las instituciones frente al individualismo. "Creo mucho más en las instituciones que en las personas. Nosotros pasamos, pero las instituciones perduran. Vemos más lejos porque estamos subidos a los hombros de los gigantes del pasado". 

La entrega contó con palabras de Carmen Robles, viuda de Manuel Peláez, quien recordó los veinte años de historia del premio que lleva el nombre de su marido y pidió seguir apoyando con fuerza a la empresa familiar. 

La gala concluyó con mensajes institucionales de unidad y respaldo a la empresa familiar. Carlos Pastor, diputado provincial, la definió como "ángel custodio de la economía alicantina". Felipe Carrasco, secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, apreció que el 94% del tejido empresarial valenciano es familiar. "La provincia y la Comunitat no serían lo mismo sin vosotros".

Treinta años después de su nacimiento, Aefa celebró no solo la entrega de unos galardones, sino la vigencia de un modelo que combina arraigo y modernidad. Entre discursos, recuerdos y reivindicaciones, la gala recordaba que la empresa familiar es mucho más que economía, es territorio, cultura y sociedad. El telón del Teatro Wagner se cerraba con una foto de familia y con un mensaje claro según Aefa, que "el futuro de la provincia pasa, en buena parte, por las empresas familiares que día a día sostienen su empleo, su riqueza y su identidad".