ALICANTE. La opa hostil de BBVA sobre Banco Sabadell entra oficialmente en su fase decisiva. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha aprobado el folleto de la operación y ha dado luz verde a su lanzamiento, que se producirá este lunes 8 de septiembre y se extenderá hasta el 7 de octubre. A partir de ahora, son los accionistas quienes tendrán la última palabra. Y, en ese contexto, la Comunitat Valenciana -y muy especialmente la provincia de Alicante- se encuentra en el centro de una operación que podría modificar de forma significativa el mapa bancario regional, tanto por volumen de oficinas como por impacto en el empleo y la cohesión territorial. Cabe tener en cuenta que Banco Sabadell y BBVA suman más de 400 oficinas en el territorio. El primero cuenta con 211 sucursales en la Comunitat -de ellas, 132 en la provincia de Alicante- y una plantilla de 1.160 personas. Por su parte, BBVA tiene 200 oficinas -79 en Alicante- y unos 1.400 personas en plantilla en el mismo ámbito. El impacto potencial de la opa en esta red física, así como en los servicios bancarios y en el mantenimiento de los puestos de trabajo, ha sido uno de los aspectos más analizados por la CNMC y motivo de compromisos formales por parte de BBVA en caso de éxito de la operación. También, todavía, de incógnitas.
Una opa con impacto territorial directo en la Comunitat
La dimensión territorial de la opa es especialmente sensible en la Comunitat Valenciana. Como publicó Plaza, la CNMC identificó más de cuarenta localidades valencianas afectadas por la operación, 35 de ellas en la provincia de Alicante y ocho en la de Valencia. En estas zonas, el organismo ha impuesto una serie de compromisos para garantizar el mantenimiento de oficinas y servicios, con especial atención a municipios con vulnerabilidades sociales, bajos niveles de renta o escasa competencia bancaria.
BBVA se comprometió a no cerrar oficinas en códigos postales con rentas por debajo de los 10.000 euros, lo que incluye numerosos barrios en Alicante y Elche, así como en municipios como Aspe, Calp, Elda, Orihuela, Torrevieja o Rojales. En Elche, destaca el código 03206 (Carrús). En Valencia, aparecen códigos de municipios como Gandia, Picanya y Tavernes Blanques, también protegidos por este criterio.
Además, el banco no podrá cerrar sucursales únicas en municipios sin otras entidades presentes (como Benitatxell), ni en localidades con menos de 5.000 habitantes donde esté presente una única de las dos entidades, como ocurre en Biar, Xaló, Orba o Rafal en la provincia alicantina, o Albalat de la Ribera, Corbera, la Pobla Llarga y Vallada en Valencia, tampoco se podrán cerrar oficinas. Y en zonas donde solo quedaría un competidor, como en algunos barrios de Alicante, Elche, Alcoy o Benidorm, BBVA deberá mantener la oferta de productos y servicios sin alteraciones.
La postura muy crítica del Sabadell y advertencia sobre el contenido del folleto
Tras la autorización del folleto, Banco Sabadell ha reafirmado su rechazo a la operación. El presidente de la entidad, Josep Oliu, mantiene que la oferta autorizada es "incluso peor que la que ya valoró y rechazó el Consejo de Administración en mayo de 2024, porque infravaloraba el proyecto en solitario de nuestra entidad". Su postura está hoy, así, más en contra que hace un año, si es que eso es posible.
En una línea similar, el consejero delegado, César González-Bueno, ha señalado que en una primera lectura de la nueva versión del folleto se han detectado "todavía más deficiencias y omisiones en los números e hipótesis que en la versión anterior". Entre los elementos novedosos del documento, el ejecutivo ha destacado la posibilidad de que BBVA acepte adquirir menos del 50% del capital, algo que "no parece reflejar gran confianza en el atractivo de su oferta y no creo que le guste a nuestros accionistas".
La respuesta institucional del Consejo de Administración de Banco Sabadell se conocerá el 18 de septiembre, fecha en la que emitirá una valoración razonada sobre la opa. Hasta entonces, se prevé un periodo de análisis técnico, en el que también se escucharán las reacciones del mercado y de sus accionistas.
Rechazo de los accionistas minoritarios
En ese sentido, ya se ha producido una primera respuesta crítica desde la base accionarial. La Asociación de Accionistas Minoritarios del Banco Sabadell ha calificado la propuesta de BBVA como "ofensiva" y ha acusado al banco vasco de querer hacerse con el control "a precio de rebajas".
En un comunicado, la asociación reprocha que BBVA haya mantenido el mismo precio que propuso inicialmente: un canje de una acción de BBVA más 0,70 euros en efectivo por cada 5,5483 acciones de Sabadell. Según su valoración, esto supone un 10% menos del valor de mercado actual y califican la operación como un intento de "comprar barato". Y es que, los minoritarios también critican que BBVA se reserve el derecho a reducir el umbral mínimo de aceptación del 50,01% al 30% del capital, lo que consideran un intento de "entrar por la puerta de atrás y controlar el banco sin contar con la mitad de sus accionistas". Además, alertan del mayor coste fiscal que la operación tendría para los accionistas del Sabadell, algo reconocido en el propio folleto.
En cuanto a la política de dividendos, el colectivo advierte que esta podría deteriorarse si BBVA finalmente adquiere el banco catalán, y sostiene que "el canje propuesto no compensa el potencial de Banco Sabadell en solitario".
Carlos Torres: "si hay ganancia, se pagan impuestos"
Desde BBVA, el presidente Carlos Torres ha respondido a las críticas fiscales afirmando que, en caso de que se genere una ganancia, es lógico que los accionistas deban tributar. "Eso supone que has tenido una ganancia y por eso tienen que pagar impuestos, del mismo modo que tienen que pagarlos cuando reciben dividendos o cualquier otra renta”, explicó el directivo en rueda de prensa. También subrayó que las opas no disfrutan del régimen de neutralidad fiscal que sí se aplica en otros tipos de fusiones.
La CNMV, por su parte, ha autorizado la operación al considerar que el folleto cumple con los requisitos técnicos vigentes y que su contenido es "suficiente" tras las últimas actualizaciones registradas esta misma semana. Además, la SEC estadounidense ha concedido tres dispensas a BBVA para alinear los plazos en caso de que decida finalmente bajar el umbral de aceptación del 50% al 30%.
Próximas fechas clave
Con el inicio del periodo de aceptación este lunes, se abre una ventana de 30 días naturales durante la cual los accionistas de Banco Sabadell podrán decidir si aceptan o no la oferta. La hoja de ruta establecida marca el 18 de septiembre como la fecha en la que el Consejo de Administración de Banco Sabadell emitirá su informe oficial sobre la opa.Los resultados se publicarán el 14 de octubre, y la liquidación de la operación, en caso de éxito, se llevará a cabo entre los días 17 y 20 de octubre.
La provincia de Alicante -siguiente en importancia para Sabadell tras las de Cataluña-, y la Comunitat en su conjunto, siguen con atención un proceso que puede tener consecuencias directas sobre el mapa financiero valenciano. Mientras el BBVA lanza su ofensiva final, la respuesta institucional, accionarial y del tejido social y económico empieza a tomar forma.
El seguimiento institucional al proceso de opa también se hace notar desde el ámbito municipal. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha reiterado la necesidad de "mantener la red de oficinas, los servicios a las pymes y particulares y el empleo", algo que también ha replicado Toni Pérez, presidente de la Diputación alicantina, tras conocer la validación del folleto por parte de la CNMV. Pese a la pérdida de la sede social de Banco Sabadell -trasladada de nuevo a Cataluña hace más de un año, el banco catalán ha insistido en múltiples ocasiones en su compromiso con la ciudad, como ya manifestó su consejero delegado, César González-Bueno, al afirmar que "los compromisos con Alicante siguen absolutamente intactos". Eso sí, si la opa sigue en marcha, hay que averiguar cuáles de esos compromisos se mantendrían con un nuevo banco.
El futuro de la opa y su relevancia en la Comunitat
La opa del BBVA sobre Sabadell, pues, se sitúa ahora en manos de los accionistas, pero las implicaciones de fondo van más allá del plano bursátil. La red de oficinas, la estructura de empleo, los servicios a clientes y el equilibrio territorial son variables centrales en un proceso que podría reconfigurar parte del mapa bancario nacional, y especialmente el de la Comunitat Valenciana, donde la presencia física de ambas entidades es de las más relevantes del país.
Más allá de los compromisos asumidos por BBVA ante las autoridades de competencia, los que afectan a municipios, con códigos postales y características sociodemográficas muy concretas, quedan cuestiones por resolver a medio y largo plazo. La integración de estructuras, la gestión del talento, la definición de redes comerciales o el mantenimiento de servicios a colectivos vulnerables son temas que, de completarse la operación, deberán abordarse con precisión para evitar impactos negativos en territorios donde las sucursales bancarias desempeñan un papel social relevante.
Con la cuenta atrás ya en marcha, las próximas semanas determinarán si BBVA logra el respaldo suficiente entre los accionistas para llevar adelante la operación, o si, como ha defendido la cúpula de Banco Sabadell, el valor y la viabilidad del proyecto en solitario prevalecen.