ASPE. Los premios Uepal celebrados este año en Aspe no han sido solo una cita de reconocimientos empresariales. En esta séptima edición, el acto sirvió tambien como puesta en escena del respaldo público del empresariado alicantino a César Quintanilla, presidente de Uepal y único candidato a presidir la CEV Alicante, además de futuro representante del Consejo Social de la Universidad de Alicante. Un evento que, sin declararlo abiertamente, funcionó como una especie de beneplácito colectivo hacia quien, a todas luces, escala peldaños en el liderazgo empresarial de la provincia.

El ambiente lo marcó la suma de mensajes, alusiones y guiños. Muchas de las personas asistentes comentaban la gran afluencia en la convocatoria de estos galardones. Quintanilla aprovechó su discurso para reforzar su posición y los invitados hicieron el resto. En buen parte de los discursos, el encuentro sirvió de gesto coral de apoyo. Algunos de los intervinientes mezclaron la palabra "unión" o "liderazgo" como sinónimos de "César".

Los guiños de los premiados... y de Carlos Mazón

Uno de los apoyos más evidentes vino del presidente de Facpyme, Carlos Baño, a su vez, presidente de Cámara Alicante, que en su intervención fue directo. "Tenemos una oportunidad de oro de unificar de una vez en la provincia de Alicante todo el tejido empresarial, y creo que eres la persona adecuada para hacerlo. Tienes la experiencia, el conocimiento y lo llevas en el ADN". Y aseguró que "desde Facpyme, o desde cualquiera de las asociaciones o responsabilidades, me tienes a tu disposición para trabajar juntos por y para esta provincia", además de recordar a "grandes ejemplos que han sido de Eliseo Quintanilla, tanto en la patronal como en la Cámara de Comercio".

Otro de los premiados, Luis Castillo, presidente de la Asociación Provincial de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Alicante (APHA), convirtió su discurso en una mezcla de reivindicación y mensaje político. Tras defender la "unidad real del empresariado", miró directamente al presidente de Uepal, asegurando que "vas a tener mucha responsabilidad. Creo que vamos a alcanzar la unidad real del empresariado en la provincia. Solo se lo pueden cargar los egos". Añadió incluso un toque épico que "viene un momento histórico. El que no quiera que se baje del barco, pero los que nos quedemos, remaremos".

Más discreta, pero igualmente significativa, fue Rosana Perán, que recogía el premio a la trayectoria empresarial. Entre los recuerdos familiares y el repaso a su carrera en el Grupo Pikolinos, dejó caervarios mensajes que conectaban con la nueva etapa de Quintanilla. Le llamó "líder de la provincia de Alicante" y deseó "que sigas así, liderando este mundo empresarial". Más adelante, al referirse a la candidatura única en la CEV, añadía que "es un motivo de celebración hoy también esa unión de todos los empresarios después de tantos años".

Mazón: respaldo institucional y dardos

El discurso de cierre del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, fue uno de los más evidentes en el respaldo hacia Quintanilla. Comenzó con bromas locales y acabó con un mensaje que sonaba a proclamación y que evocaba a la poca sintonía que tuvo con la, hasta ahora, etapa de la CEV con Salvador Navarro en Valencia y con Joaquín Pérez en Alicante. "Esta provincia no necesitaba un nuevo presidente patronal. Lo que necesitaba era un líder empresarial. Y esta provincia tiene un líder empresarial". El público ha entendido perfectamente a qué se refería.

Además, Mazón recordaba las palabras que Quintanilla pronunció cuando asumió la presidencia de Uepal, que "Alicante no puede quedarse impasible mientras otros territorios avanzan" y las reivindicó como base de "una etapa nueva". "Yo me alegro de que César sea el presidente de Uepal y presidente in pectore de CEV Alicante”. Palabras que remataba asegurando que "tiene una capacidad de liderazgo colaborativo, no invasivo, pero valiente y ejemplarizante". El president ha querido ser claro en los dardos que ha decidido lanzar. No hubo matices. Mazón dibujaba un escenario de "madurez empresarial" para la provincia y ha situado a Quintanilla en el centro de esa narrativa. Un espaldarazo institucional que deja poco espacio a la duda sobre la sintonía entre el Consell y el futuro presidente de la patronal alicantina.

Los premios y sus protagonistas

Más allá del juego político y empresarial mostrado, los premios han sido un momento para reconocer trayectorias y proyectos diversos. La presidenta del Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Alicante (COAT), Cristina Bordera, es la primera mujer que preside el COAT Alicante y agradeció el premio a la incorporación de la mujer en los órganos de gobierno y lo dedicó a sus compañeras de junta. "El liderazgo no entiende de estereotipos y el talento no tiene género" y ha destacado que su equipo fue elegido por méritos y ha agradecido personalmente a Uepal "el avance cultural que significa este reconocimiento".

Otra de las premiadas ha sido la Asociación de Empresarios de la Vega Baja (Asemvega), por su parte, habló desde la perspectiva comarcal. Su presidente, Marcos Martínez, aprovechó el premio para recordar que la comarca "lleva tres décadas reclamando lo mismo; agua, infraestructuras y atención institucional". Su discurso fue una reivindicación de equilibrio territorial y colaboración. "Pretendmos ayudar a conseguir esos objetivos colaborando con otras entidades, públicas y privadas, para llevar la comarca al lugar que le corresponde" y, además, resumió la filosofía de la entidad en una frase sencilla, que "juntos, crecemos más".

Desde el comercio, Facpyme reivindicaba la digitalización y el papel del comercio de proximidad en la provincia. Carlos Baño ha recordado que la federación ya agrupa más de 5.000 establecimientos y quiso que el premio sirviera como estímulo colectivo. En palabras de Baño, "el asociacionismo es básico, porque a nivel individual somos débiles. La unión hace la fuerza". 

Y Luis Castillo, desde el mundo del turismo, ha defendido que "es esencial para la economía provincial, una parte del engranaje que hace única a Alicante. Tenemos una provincia que lo tiene todo; lo único que tenemos que hacer es recibir, atender, cuidar y trabajar con los productos de nuestra tierra". Y ha añadido que "es importante recibir este premio por quién nos lo da, el resto de sectores, no el nuestro, y eso tiene un valor especial". 

El turno más extenso fue el de Rosana Perán, que convirtió su discurso en un relato personal de "aprendizaje y esfuerzo", desde sus inicios en Pikolinos hasta su papel en asociaciones nacionales y europeas del calzado. En un momento íntimo, agradeció a su familia (a su hija Lucía y a su padre, Juan Perán) el apoyo constante. "Cuando me dicen que me parezco a mi padre, es el mayor regalo que me pueden hacer hoy". Su intervención tuvo un tono cercano. En un momento pidió al público que cerrara los ojos e "hiciera zoom" mentalmente sobre su nombre. "En las letras de mi nombre están todas las personas que me han acompañado. También está vuestro nombre, porque hoy habéis querido estar aquí". También dio gracias a "quienes me han sacado de la zona de confort. Nos han ayudado a romper los techos y a seguir haciendo lo que más nos gusta con pasión".

Al final, la séptima edición de los premios Uepal ha dejado bastantes titulares y, entre reconocimientos, discursos y fotos de familia, un relato común claro, que el empresariado alicantino no solo celebraba a sus mejores ejemplos, sino que también ha sellado un pacto en torno a un nombre, el de César Quintanilla.