ALICANTE. Y es que, el apagón de luz que ha afectado a gran parte de España este 28 de abril ha tenido repercusiones significativas en varios sectores clave de la provincia de Alicante. Desde CEV Alicante, a preguntas d eeste medio, han detallado el impacto en los sectores más afectados.
En general, en el sector de la industria,según explican desde esta patronal en la provincia, aunque el apagón coincidió con un día festivo en varias localidades de la provincia, como por ejemplo, Elche o San Vicente del Raspeig, las empresas industriales que sí operaban se vieron afectadas al tener que parar su producción en el momento del apagón. Las empresas que sí trabajaron hoy antes del arranque de maquinaria han tenido que hacer una puesta a punto para asegurar que no hubiera incidencias en el momento del encendido ni roturas.
Tal y como apuntan, en la ciudad ilicitana, donde la industria del calzado tiene un gran peso, el impacto fue mínimo debido al festivo local. Las fábricas que operaban en municipios diferentes como Elda o Crevillent no han reportado incidencias significativas hasta el momento.
Más de 15.000 trabajadores de la industria en l’Alcoià, el Comtat y la Foia de Castalla, a casa
En comarcas más al norte de la provincia alicantina, según Fedac e Ibiae no tienen constancia de problemas de gravedad, más allá de lo que supone parar la producción buena parte de la jornada laboral. Eso sí, el apagón vivido este lunes obligó a cerrar prácticamente la totalidad de las industrias de las comarcas de l’Alcoià, el Comtat y la Foia de Castalla a partir del mediodía. Cerca de 900 industrias y más de 15.000 trabajadores se vieron afectados por la falta de suministro eléctrico desde aproximadamente las 12.30 horas del lunes y a medida que fue avanzando el mediodía y se conocía que la previsión era que el suministro no pudiera reponerse en varias horas, los empresarios decidieron cerrar las industrias, pues poco podía hacerse, tal y como confirman el director de Ibiae, Héctor Torrente, y el presidente de Fedac, Natxo Gómez, entidades representantes de la patronal de la Foia de Castalla y l’Alcoià-el Comtat, respectivamente. Hay que tener en cuenta que estos datos de industrias y trabajadores están extraídos de los informes económicos presentados por ambas entidades y elaborados por la consultora ‘Económicamente-contabilidad para la dirección’.
En ambas comarcas el suministro empezó a recuperarse de manera masiva a partir de las once de la noche, si bien ha habido poblaciones en las que internet no ha funcionado hasta la mañana de este martes. En cuanto a incidencias, Natxo Gómez apunta que no tiene constancia de que se hayan producido problemas de gravedad, más allá de lo que supone un paro de maquinaria repentino y retomar la producción. En un sentido similar se pronuncia Héctor Torrente, quien señala que si bien no tenía constancia de incidencias graves, las empresas han tenido que poner en marcha la maquinaria y la producción, que en casos se quedó dentro de las máquinas con el consiguiente problema que supone su retirada.
Ambos representantes empresariales apuntan que a estas alturas desconocen las pérdidas que supone para la industria parar la producción una parte importante de la jornada laboral, y señalan que el solicitar compensaciones o presentar reclamaciones es algo que corresponde a cada industria y si puede aplicarse el ‘lucro cesante’, que es la pérdida de ingresos que se deja de obtener debido una situación perjudicial.
También en restauración y comercio
Según CEV Alicante, el sector de la restauración fue uno de los más afectados, especialmente en localidades como San Vicente, donde se celebraban las fiestas de Moros y Cristianos. "Algo que ayudó a que no fueran más los negocios afectados es el cierre por descanso del personal que gran mayoría de los establecimientos realiza los lunes", segíun explican desde la confederación.
Los que decidieron abrir y se encontraron con el apagón, optaron o por cerrar o por servir únicamente alimentos fríos y ofrecier promociones para minimizar las pérdidas. Sin embargo, la falta de electricidad durante las horas pico afectó gravemente a los establecimientos que dependían de la refrigeración y preparación de alimentos calientes.
Mientras, el comercio, especialmente en áreas como floristerías o charcuterías y carnicerías, sufrió un impacto considerable, ya que mucho del producto no podrá utilizarse para la vente por las horas en las que las neveras estuvieron sin luz y por tanto sin poder mantener la temperatura necesaria para una buena conservación de la materia prima. En otro tipo de comercios, la falta de electricidad obligó a muchos negocios a cerrar antes de lo habitual, generando pérdidas y cuestionamientos sobre las compensaciones.
Este apagón ha resaltado la necesidad de fortalecer la infraestructura eléctrica y asegurar la continuidad del suministro en situaciones críticas, según CEV en la provincia alicantina.
Grupos electrógenos en los hoteles
Por su parte, fuentes de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA) también han realizado un primer balance sobre la incidencia del apagón entre sus asociados para señalar que "la falta de suministro eléctrico alteró la normalidad y obligó a poner en marcha todo tipo de medidas para ofrecer las mejores condiciones posibles a las personas que se encontraban alojadas en los establecimientos". En este sentido, las mismas fuentes apuntan que "los grupos electrógenos en los casos de las instalaciones más grandes se encargaron de suplir la falta de electricidad que en algunos casos no se restableció hasta pasadas más de 22:00 horas".
En todo caso, APHA apunta que "el impacto en la actividad fue, no obstante, limitado. Los no show, es decir, los viajeros que no se presentaron a pesar de tener reservas, fueron compensados por prolongaciones de estancias, provocadas por la incertidumbre sobre los viajes de retorno a los lugares de origen. Igualmente se registró un repunte de las reservas de última hora".
Por último, la patronal hotelera añade que "muchos de los turistas que visitaban la provincia ayer optaron por acudir a los bares y restaurantes de los hoteles, que tenían autonomía energética a través de los grupos electrógenos, frente a la mayoría de la restauración convencional, que estaba paralizada por la falta de suministro. Igualmente, la facilidad de pago a la cuenta en el hotel permitió que los clientes alojados pudieran consumir aun sin disponer de efectivo, mientras que fuera del hotel los problemas con las tarjetas limitaban el gasto a la disposición de dinero en metálico", según concluyen las mismas fuentes.