ELCHE. A casi tres semanas del ciberataque registrado por el Ayuntamiento el pasado 25 de agosto, aunque se realizó en la madrugada del domingo al lunes, el Ejecutivo local ha ido reabriendo varias oficinas de atención a la ciudadanía, las OMAC, tanto en casco urbano como en algunas pedanías. Y con el inicio de la cita previa en la sede de Alfonso XII desde el jueves. Ahora bien, aunque desde el bipartito hablan de "normalidad", mostrando los trámites realizados durante estos días, funcionarios del Consistorio rechazan el triunfalismo y advierten que "no hay normalidad en los servicios", y que a pesar de que se esté atendiendo en algunas oficinas, la realidad es que la gente verá paralizados los expedientes en pasos siguientes porque siguen sin medios.

"Falsas ilusiones" con los trámites

Así lo señala un grupo de funcionarios a Elche Plaza, que rechazan la imagen de "normalidad" que se quiere proyectar desde el Ejecutivo local en los servicios de tramitación. Aunque entienden el restablecimiento de la atención con papel y boli, a la vieja usanza, facilite esa imagen, "el problema son las falsas ilusiones, porque luego llega el papel a las mesas de todos los funcionarios pero no se puede hacer nada porque no hay medios: ni internet, ni teléfonos ni ordenadores", explica. Hay que recordar que hace ya casi tres semanas, tras la infección de medio centenar de ordenadores, el Ayuntamiento aplicó un cortafuegos desconectando los 1.800 dispositivos que ahora tiene que formatear uno a uno para conectar a la 'red blanca' que está montando. Con ella esperan poder conectarlos a las Omac y también restablecer finalmente la adminsitración electrónica.

Pero por ahora, a algunos funcionarios les llama la atención que se presuma de la apertura de las Omac con varios trámites (como el padrón, Bus Lliure y otros registros), "porque de lo registrado se podrá sacar algo, pero poco". De hecho, advierten que en la práctica sería lo mismo registrar un servicio ahora que en dos semanas, porque el problema es que va a ir al mismo sitio y aunque se pueda poner un sello o pasar a otro departamento, "esto no garantiza que se vaya a finalizar el expediente". El motivo es que aún hay muchos ordenadores que no están operativos, y no hay administración electrónica (ya que el programa TAO que la sustentaba estaba en servidores municipales, y por ello está caída aún), necesaria para poder culminar trámites. "En una fase u otra del expediente se generará un tapón". Aunque el biparatito confía en recuperar la administración digital en los próxmios días.

Sí que explican que hay bases de datos que se están utilizando como el famoso AS/400 de IBM, donde se puede gestionar el padrón, y gracias al cual se pudieron pagar las nóminas. Y que ademá estos días a veces no se podía utilizar al completo porque el equipo informático estaba realizando pruebas con la nueva red. Con todo, permite tareas complementarias, puede utilizarse para aspectos más básicos, pero por ejemplo, no se pueden realizar cosas tan sencillas como un informe de word anexo porque no se puede disponer de los equipos. "Y no hay tantos dispositivos abiertos. Realmente un problema realmente muy grave", especifican. A este respecto, desde el equipo de gobierno se ha sugerido a la plantilla que lleve su ordenador o utilice su móvil personal para seguir realizando las tareas. Lo cual, eso sí, es voluntario y no hay obligación. Hay quien tiene sus reservas, máxime después del ciberataque, porque son equipos personales con sus datos.

Recomiendan trámites solo estrictamente necesarios

En este sentido, lo que desde parte del funcionariado plantean es que se debería hacer un llamamiento a que la ciudadanía registre "lo que sea estrictamente necesario, lo que van a ser muy pocas cosas", explican a este medio. Además, aseveran que se han dado cuenta de que mucha gente aún no se ha enterado del ciberataque, o no entiende la gravedad del asunto. La plantilla, por su parte, está expectante porque aquellos que utilizan software específico habrá que ver qué se ha podido recuperar de datos. 

Además, hablan de que su situación no es "precaria, es peor". Algunos de ellos confiesan estar "desmoralizados", a lo cual no ayuda el mensaje de normalidad que se lanza, y que matizan, no entienden. "No puede ser que se presuma o actúe como si no pasara nada".