ELCHE. Tras mucho tiempo de espera, con otro proyecto que viene de legislaturas anteriores sin ejecutar, la Generalitat Valenciana ya ha activado el trámite para la construcción de la esperada depuradora en la pedanía de Algorós, cuyo precio máximo está tasado en 82,4 millones de euros. Se trata de una de las grandes actuaciones del Consell comprometidas con el municipio; una de las que aún no estaban en trámite, pero como ha venido contando este diario, según fuentes de la conselleria de Infraestructuras, estaba en cola para licitarse antes de final de año. Lo cual ha tenido lugar ahora.

Así, la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), dependiente de la conselleria de Infraestructuras, ya ha publicado el anuncio de la licitación de la construcción, para el cual las compañías aspirantes tendrán de plazo hasta el 11 de noviembre para presentar ofertas. Una vez adjudicado, lo cual también cabe esperar que lleve su tiempo por la envergadura del proyecto y los aspectos a estudiar, la constructora que se haga con el contrato tendrá un plazo de 42 meses para su materialización. Una ejecución de 36 meses y de 6 meses para las pruebas de funcionamiento.

Se trata de una de las actuaciones de mayor envergadura del Consell con la ciudad de los últimos años. La mayor, a tenor del coste de la Ronda Sur y de la teórica primera fase del tranvía ilicitano. Es una obra susceptible de ser financiada por la UE a través del programa Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) Comunitat Valenciana 2021-2027. 

Actualización del proyecto

En cuanto al proyecto definitivo, que se tuvo que repasar y reajustar por los precios, después de un año de diseño por Inncive a quien se adjudicó el proyecto básico en 2022, se presentó el pasado marzo en el Ayuntamiento —tras el visto bueno de Medio Ambiente en febrero— con un carácter de edificio singular, así como con un entorno verde que supondrá una renovación total no solo del inmueble, sino de las inmediaciones. La iniciativa, presentada en época del Botànic, se planteó originalmente por 50 millones de euros, lo cual, como se ha visto ahora, se quedó corta en el coste y necesidades.

La propuesta

La iniciativa supondrá la construcción de una nueva Edar sobre la existente mediante fases, a fin de poder emplear parcialmente las instalaciones existentes durante las obras, permitiendo la mejor calidad del efluente posible durante dicho periodo transitorio. Mediante las nuevas instalaciones se pretende adaptar el proceso de depuración a las nuevas exigencias medioambientales, mucho más exigentes que las que originaron la planta existente, en particular a lo referente a la eliminación de nutrientes (nitrógeno y fósforo), así como de un tratamiento terciario que cumpla con la nueva normativa.

Con la reforma integral de la planta se reacondicionarán únicamente las dos actuales balsas de aireación de 2ª etapa de la línea nueva existente como tanque de laminación. Durante la ejecución de la ampliación sí se aprovecharán los diferentes elementos existentes para garantizar la calidad del vertido en todo momento. 

La infraestructura resultante reducirá las emisiones, los olores con tecnología de última generación, siendo la más moderna y cara de toda la Comunitat, y que permitirá mantener la eliminación de nitrógeno y fósforo dentro de los parámetros que exige la ley europea. Y mejorando la capacidad en terciarios. Una planta que ya tiene cuarenta años y que se mantiene en la capacidad de gestión de 36.000 metros cúbicos al día, como ya  estaba en la reforma de 2004, ya que actualmente la demanda está en 24.000. Presenta un innovador diseño con ajardinamiento y palmeras, así como un parque solar en la cubierta.

Medida esperada

Con ello, Infraestructuras despeja uno de sus particulares 'debe' para la ciudad, en un momento en el que la falta de inversiones autonómicas, especialmente después del reconocimiento de que el tranvía tardará en llegar a este mandato, está empezando a generar malestar y runrún, con la oposición presionando al equipo de gobierno por ello, incluso desde la pata de gobierno de Vox al PP.