Esta misma semana se reunía en el Ayuntamiento el alcalde de Elche, Carlos González, el rector de la Basílica de Santa María, Ángel Bonavía, y el presidente de la Junta Rectora del Misteri, Paco Borja. Bien. Asunto central: la rehabilitación, pendiente desde hace años, de la Basílica de Santa María, epicentro básico del patrimonio cultural de la ciudad. No sé si en un asunto tan importante debería haber estado también el obispo/avispa José Ignacio Munilla dado que el templo alberga las representaciones de La Festa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace más de dos décadas. Hay daños estructurales que provocan desprendimientos de cascotes en cornisas y muros.
González se comprometió a la aportación municipal de 90.000 euros para redactar la primera fase de la rehabilitación, que sería la primera de una serie de actuaciones a corto y medio plazo en torno, con una inversión en torno a los 7 millones de euros. El Obispado, cuando todavía no estaba Munilla, adjudicó hace dos años un plan director a 'Lavila Arquitectos' por un importe de 65.000 euros, financiados por la Diputación provincial. Los desperfectos en las fachadas de la basílica se arrastran desde hace muchos años: yo pensaba que el arquitecto Antonio Serrano Bru además de advertir del pequeño desastre, había prediseñado algunas de las soluciones... y que el archivero del templo, Joan Castaño, había hecho lo propio con los elementos ornamentales de interior.
Café con periodistas tras la tertulia de Radio Marca-Teleelx: qué tacaño el Ayuntamiento, dicen. No. La tacañez hay que repartirla en las tres grandes instituciones que tienen el dinero y la obligación de velar por el patrimonio nacional: Estado, Generalitat y Obispado. A escote, salen a poco más de dos millones por barba. También la Diputación: en el verano pasado la ya exdiputada de Cultura Julia Parra (ex de Cs) se comprometió a ello. Todo verbal. Ahora el compromiso es otro; Carlos Mazón se presta a proporcionar apoyo técnico y económico para un traslado de la Dama de Elche: batalla perdidísima como dejó bien claro el otro día el ministro Miguel Iceta en Casa de Mediterráneo delante de las narices del alcalde ilicitano. La de ríos de tinta que se escriben (me eximo) sobre La Dama, un bucle enmarañado que yo creo que ya no da ni votos.
Me barrunto que pasarán años hasta que se ejecuten acciones contundentes en el templo, uno de los máximo exponente del barroco napolitano en el Antiguo Reyno de Valencia y sede de de uno de los grandes hitos de Elche: la preservación de El Misteri a través de los siglos como documento religioso, cultural y antropólogico. (lo que darían en Barcelona o Valéncia por haberlo conservado).