ALICANTE. El conflicto del ruido que los vecinos del Centro de Alicante asocian al descontrol en los negocios del ocio y la hostelería vuelve a extenderse hasta la celebración de les Fogueres por el uso indebido que atribuyen a la disposición de barracas y racós por la cesión de uso de sus recintos, instalados con autorización municipal, a terceros para que puedan organizarse lo que consideran "discotecas en plena calle". Se trata de una denuncia que vienen planteando de forma recurrente con especial intensidad durante los últimos años, en los que, según sostienen portavoces vecinales, se habría comprobado que esa práctica resulta cada vez más habitual.
De ahí que, en esta ocasión, se haya tratado de solicitar la intervención directa de la Conselleria de Cultura en busca de medidas que eviten la proliferación de las molestias en base a la necesidad de que se atienda a la protección de la esencia de la celebración, reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial desde 2014. En esta línea, la asociación registró el pasado mes de marzo un escrito ante el departamento autonómico que coordina el vicepresidente primero del Consell, Vicente Barrera, en el que demanda la intervención de la Dirección General de Cultura para que vele por la conservación de las características que motivaron el reconocimiento de las fiestas de San Juan como BIC frente a usos que estarían alterándolas, en alusión a la disposición de supuestos locales de ocio camuflados entre recintos festeros.
Sería, en suma, de un intento con el que se pretendería que Cultura aplicase lo dispuesto en el decreto por el que se reguló esa distinción, hace una década. En concreto, en su artículo 3 se detalla que: "La Generalitat velará por el normal desarrollo y la pervivencia de esta manifestación cultural y tutelará la conservación de sus valores tradicionales. Cualquier cambio que exceda el normal desarrollo de los elementos que forman esta manifestación cultural deberá comunicarse a la dirección general competente en materia de patrimonio cultural, para, en su caso, su autorización administrativa y consiguiente modificación de la presente declaración".
En esta línea, la Asociación de Vecinos incide en su escrito en que "un BIC no se legisla para la obtención de beneficios económicos de unos pocos. Ni para la diversión extrema de una franja de población autóctona y/o foránea. Se hace, para preservar la conjunción festiva de muchos aspectos, en la sociedad donde se desarrolla. Aquí se involucraban hasta los niños [...]. Recabando posibles para su celebración y viviendo los sentimientos de tradición y pertenencia a lo largo del año. Esto ya no se da en el Centro, porque han encontrado otras vías para financiarse la fiesta", expone la comunicación vecinal, en alusión a la cesión de uso de los recintos festeros.
Con ello, el colectivo vecinal pretendería que se tuviese en cuenta la misma línea argumental que se ha venido manteniendo hasta ahora tanto por el Ayuntamiento como por los juzgados de lo Contencioso-Administrativo que han resuelto hasta ahora respecto a las demandas planteadas por la plataforma Salvem el Nostre Patrimoni en sus intentos por conseguir la búsqueda de un nuevo emplazamiento alternativo a la Plaza de Luceros para el desarrollo del concurso pirotécnico de Fogueres, que se han vuelto a reproducir este año con una nueva solicitud similar. Tanto en los informes elaborados por la Concejalía de Cultura en respuesta a esas peticiones, como en las distintas sentencias dictadas por los juzgados hasta ahora se ha venido concluyendo que esa ubicación queda reconocida de forma expresa en la declaración del BIC por lo que se han desestimado las pretensiones de la plataforma, al margen de que también se haya concluido que los disparos de las mascletàs no provocarían daños relevantes sobre la fuente de la plaza.