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negociará la venta directa con posibles interesados

El Puerto hace caja con el barco-restaurante pero no se libra de él: el inversor chino renuncia

  • El barco restaurante réplica del Santísimo Trinidad todavía amarrado en el Puerto de Alicante.

ALICANTE. La Autoridad Portuaria de Alicante obtiene ahora ingresos imprevistos por el amarre forzoso del barco-restaurante réplica del Santísima Trinidad, asumido tras el impago de las tasas portuarias por parte de su última empresa propietaria, que dispuso de una concesión para su atraque en el dique de Levante. Se trata de una suma de 7.600 euros correspondiente a la fianza depositada por la empresa Santísima Trinidad Excursiones, que se había convertido en su adjudicataria en el proceso de enajenación directa convocado por el Puerto para desprenderse de él y liberar el espacio que ocupa ahora, en el muelle 7.

La Autoridad Portuaria se ha incautado ahora de ese aval, ingresado como garantía de la compra, después de que dicha mercantil haya desistido de su adquisición. Santísima Trinidad Excursiones, administrada por un inversor de nacionalidad china y participada por empresarios de Benidorm, había presentado una oferta de 25.000 euros para asumir la embarcación, con la intención de trasladarla hasta el municipio de la Marina Baixa.

De hecho, portavoces de dicha sociedad habían llegado a anunciar, incluso, planes para restaurar el barco y darle un uso recreativo-museístico, tras lograr los permisos para fondearlo en el entorno del Rincón de Loix.  

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