ALICANTE. Las Cigarreras como solución alternativa. O mejor dicho, el espacio de la antigua Casa de Misericordia. Ese es el plan b que maneja el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP), para redistribuir oficinas y servicios municipales en el supuesto de que no llegue a prosperar la negociación que se pretende entablar con la Cámara de Comercio para explorar posibilidades de compra del edificio del antiguo hotel Palas.
En realidad, esa negociación ya se habría iniciado con algunos tanteos previos durante el pasado mandato, sin que se registrasen avances más allá del encargo de dos informes de tasación a una consultora en los que se cifraba el valor del inmueble en 9,8 y 9,9 millones respectivamente. Pero, además, esas conversaciones se habrían retomado ahora, con la encomienda de un nuevo informe de tasación, esta vez, a cargo de los técnicos de la Concejalía de Urbanismo. Y también, a través de distintos contactos mantenidos desde el pasado mes de julio con los representantes de la entidad cameral por parte de los responsables de la Concejalía de Economía y Hacienda, como departamento delegado para concertar la operación.
Así se hace constar, de hecho, en la propuesta de acuerdo avalada en la Junta de Gobierno de este martes por la que se acuerda la tácita reconducción del contrato de arrendamiento suscrito entre el Ayuntamiento y la Cámara a finales de 2013 para continuar amparando la ocupación del inmueble como sede de distintos servicios municipales más allá de los diez años de duración total (cuatro iniciales y seis prórrogas anuales) que quedaron extinguidos el pasado diciembre.
Ese acuerdo permite extender el uso municipal del inmueble en las mismas condiciones de precio de arrendamiento que han regido hasta ahora. Sobre todo, después de que se haya encargado un informe de valoración a un arquitecto municipal en el que se concluye que el importe de la renta mensual "continúa siendo un precio que se puede considerar dentro del mercado inmobiliario".
Así, el contrato de alquiler se extiende por una duración máxima de otro año adicional, aunque fuentes municipales consultadas anticiparon a consulta de Alicante Plaza que su vigencia sería indeterminada con la previsión de que pudiese concretarse una solución definitiva para el destino de los servicios que ahora siguen posicionados en el inmueble de la calle Cervantes antes de 2025.
Ahí es donde entraría la posibilidad de que se acabase recurriendo a uno de los principales espacios del complejo de la antigua fábrica de tabacos que ahora se encuentra en pleno proceso de rehabilitación: la Casa de Misericordia.