ALICANTE. Salvo imprevisto de última hora, la lista electoral con la que el PSPV-PSOE tratará de volver a la Alcaldía de Alicante en las municipales de mayo de este año estará encabezada definitivamente por el nombre de una mujer, después de que se haya tanteado (y descartado) a figuras como la de Ángel Luna, entre otros hombres. 

La propuesta de designación de esa candidata (y, al parecer, también la aceptación por parte de la propia interesada) ya está sobre la mesa de la cúpula del partido y solo falta que se haga oficial tras una ronda de contactos que se pretende hacer extensible a todos los actores que tienen algo que decir -o se han visto implicados- en el proceso de elección y/o búsqueda de ese ansiado mirlo blanco. 

En esa ronda de conversaciones se incluye a las distintas sensibilidades internas que conviven en la agrupación local y a los propios aspirantes que presentaron candidatura en las votaciones primarias, suspendidas en el arranque de noviembre por el clima de enfrentamiento al que habían dado lugar (con acusaciones de injerencias y de falta de imparcialidad). 

La identidad de la candidata no se dará a conocer de manera pública hasta que se queme esa etapa. Se pretende que ese trance se pueda superar en breve. Si es posible, incluso antes del comité nacional previsto para el próximo 12 de enero en el que se activará el calendario para la elección de los componentes del cuerpo de las candidaturas (también elegidas por la militancia a través de un sistema de listas abiertas). Ese es el momento elegido para poner en marcha la maquinaria de campaña al que se quiere llegar con esa gran incógnita despejada.  

¿Quién podría ser esa alcaldable ya elegida? Fuentes consultadas por este diario, precisaron que, al margen de los nombres de Juana Serna (presidenta del PSPV) o de Josefina Bueno (directora general de Universidades) con los que ya se ha especulado hasta ahora, existirían otras dos mujeres mucho mejor situadas para convertirse en candidatas. Es más, según las mismas fuentes, las quinielas se reducen ya a ese binomio, puesto que Serna y Bueno habrían expresado su preferencia por intervenir como soporte de la futura candidatura pero sin encabezarla.