ALICANTE. La Unidad de Nutrición Clínica y Dietética (UNCyD) del Hospital General Universitario Doctor Balmis, en colaboración con la Unidad de Sistemas de la Información de Enfermería y el personal de Enfermería (enfermeras y TCAE) de las unidades de hospitalización, está desarrollando un programa de cribado nutricional en pacientes ingresados.
Este grupo de trabajo comenzó un pilotaje con anterioridad a la pandemia, que ha fructificado ahora en un programa estructurado. "El objetivo de éste es identificar a los pacientes ingresados que están desnutridos o en riesgo de desnutrición. De este modo, se les puede proporcionar el mejor soporte nutricional para cada caso y así, al reducir las complicaciones asociadas a la enfermedad que se dan con mayor frecuencia en los pacientes desnutridos, mejorar su evolución clínica e incrementar las posibilidades de supervivencia", subraya el doctor Ángel Luis Abad, responsable de la UNCyD, que está integrada en la Sección de Endocrinología y Nutrición.
El programa consiste en realizar a todos los pacientes ingresados un método de cribado nutricional llamado MUST (Malnutrition Universal Screening Tool), una herramienta de valoración clínica que tiene en cuenta tres parámetros concretos: el Índice de Masa Corporal (IMC), el porcentaje de peso perdido y la presencia de enfermedad.
Como apuntan Trinidad Castillo y Rahma Amrani, enfermera y dietista de la Unidad de Nutrición, "se trata de un cribado universal, de modo que se valora el estado nutricional de todo paciente que ingrese en las unidades de hospitalización de Medicina Interna, Cirugía y Urología, en las que ha comenzado el programa. Durante las primeras 48 horas del ingreso, las enfermeras y TCAE llevan a cabo el estudio antropométrico, es decir, recogen una serie de parámetros (el peso, la altura, etc.), que se introducen en la historia clínica".
Este método de cribado asigna una puntuación a cada uno de los parámetros valorados (IMC, pérdida de peso y la patología que sufra el paciente) y tras sumar los puntos, se obtiene un resultado que se relacionará con un grado de riesgo: si el riesgo es bajo, transcurrida una semana se repite la medición. Si el paciente presenta riesgo medio, se le da una suplementación de dieta nocturna y se le realiza un control de ingesta durante tres días.
En el caso de que el riesgo sea alto, se ha de confirmar la presencia de desnutrición. "Para ello, se determinaría, en cada caso, tanto la presencia de la misma como su gravedad, mediante la aplicación de los llamados criterios GLIM, aplicados en la actualidad por las sociedades científicas de mayor prestigio dedicadas a la nutrición clínica. De confirmarse el diagnóstico de desnutrición, se despliega el plan de acción nutricional que mejor se adapte a cada paciente", explica el doctor Abad.