ALICANTE. Las zonas áridas ocupan aproximadamente el 41% de la superficie terrestre y albergan a un tercio de la población mundial. En estos entornos, la vida está muy condicionada por la aridez, es decir, el equilibrio entre cantidad de agua procedente de lluvia y la que se pierde por evaporación. En este sentido, la aridez está aumentando a nivel global debido al cambio climático. Por primera vez, un estudio del Laboratorio de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad de Alicante (UA), dirigido por Fernando Maestre, y publicado en la revista Science ha revelado que, a medida que este balance de sequedad se incrementa, los ecosistemas áridos de nuestro planeta cambian de forma brusca.
"En el estudio hemos encontrado que numerosas características del ecosistema respondían de forma no linear a pequeños aumentos de aridez. Esto implica que hay niveles en los que los cambios son más rápidos, a veces incluso abruptos, para incrementos relativamente pequeños de aridez. Por tanto, podemos afirmar que hay una serie de umbrales de sequedad a partir de los cuales el ecosistema cambia de manera desproporcionada cuando se aridifica aún más" explica Santiago Soliveres, investigador Ramón y Cajal en la UA y coautor del estudio.