ALICANTE. La dificultad de entendimiento entre el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante, un bipartito compuesto por PP y Cs, y las cuatro formaciones que ejercen funciones de oposición (PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox), se extienden también al estudio de medidas para favorecer la protección del patrimonio. La asintonía se puso de manifiesto este viernes, durante la reunión para constituir la comisión específica para la conservación de los Bienes de Interés Cultural (BIC): un foro de estudio creado a partir de la iniciativa presentada por el PSOE en enero de este año para poner en valor el patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de la ciudad, que debió haberse constituido formalmente 15 días después, como recordó la portavoz adjunta del PSOE, Trini Amorós.
A priori, la reunión debía limitarse a acordar un plan de trabajo y a concretar el objeto de análisis para su siguiente sesión. Sin embargo, después de una hora de debate, solo se alcanzaron dos conclusiones. La primera, que la siguiente sesión se celebrará dentro de 15 días, con la comparecencia del edil responsable de Patrimonio Cultural (en este caso, Antonio Manresa) para dar cuenta del estado en el que se encuentran los BIC de la ciudad. Y la segunda, que la comisión se centrará solo en el análisis de aquellos elementos que ya estén reconocidos con esa condición de BIC, sin que pueda abordarse la situación de otros elementos que estén sujetos a estudio para poder obtener también ese mismo reconocimiento, como plantearon los representantes de PSOE, Unides Podem y Compromís. En concreto, los tres grupos se refirieron a ejemplos como los del Teatro Principal, el edificio del antiguo Cine Ideal o la Romería de la Santa Faz, cuyos expedientes de declaración se encuentran en fase de tramitación por parte de la Conselleria de Cultura.
¿Por qué quedaron excluidos esos elementos? Por la literalidad de la moción presentada por el PSOE, según recalcó el presidente de la comisión, Antonio Manresa (Cs), previa consulta con el secretario. El edil de Cultura insistió, así, en que la moción del PSOE aprobada por el pleno concretaba que el objeto de la comisión era exclusivamente el estudio de los BIC, por lo que señaló que, en todo caso, debía promoverse una modificación de esa propuesta o presentarse otra diferente que sí permitiera abordar el estado de otros elementos patrimoniales. Así, detalló que eso implicaba que la comisión recién constituida solo podía estudiar iniciativas "sobre el Castillo de Santa Bárbara, sobre el Castillo de San Fernando, sobre la Isla de Tabarca o sobre el Faro del Cabo de las Huertas", tras recoger la apreciación formulada por el portavoz de Unides Podem, Xavier López.
De este modo, tanto Manresa como el edil de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Cs) y el responsable de Coordinación de Proyectos, Toño Peral (PP), emplazaron a los grupos de la oposición a presentar otra propuesta para crear una comisión distinta, "que la apoyaremos sin problema". Y esa fue, a la postre, la decisión por la que se decantaron los representantes del eje progresista, después de solicitar en vano "cierta flexibilidad" -como hizo el portavoz de Compromís, Natxo Bellido-, para no duplicar el trabajo creando otra comisión específica para tratar sobre temas similares.