ALICANTE. El compromiso adquirido por el Consell del Botànic para poner en marcha la modernización de la Línea 9 del Tram entre Benidorm y Dénia antes de la llegada de las elecciones de esta primavera no podrá cumplirse al 100%. La complejidad de los trabajos (con un presupuesto de 120 millones) y la concurrencia de varios imprevistos en su ejecución podría forzar a la Generalitat a poner en servicio solo aquellos tramos en los que ya se ha intervenido y, además, hacerlo bajo determinadas limitaciones operativas.
Por lo pronto, según pudo precisar Alicante Plaza, el próximo paso previsto para proseguir con la electrificación y mejora de seguridad de todo el recorrido es la adjudicación de la variante del puente del Quisi. Se trata de la construcción de un nuevo viaducto que se pretende paralelo al que ya existe desde la puesta en marcha de la línea, en 1914. El objetivo es disponer de un paso elevado que sí sea capaz de soportar el peso y la circulación de los nuevos trenes duales con los que se prestará el servicio, adjudicados a Stadler por 35 millones.
La empresa pública a cargo de la explotación de la línea, Ferrocarrils de la Generalitat (FGV), ya ha concluido la obra de rehabilitación del viaducto original, pero -a la vista de los informes elaborados por la Universidad de Alicante (UA) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV)- se concluyó que no estaba dimensionado para admitir el peso de los nuevos convoyes. No sucedió lo mismo con el puente del Ferrandet, también rehabilitado y 100% operativo.