ALICANTE.- De acuerdo con la Ley Orgánica del Sistema Universitario, la Universidad de Alicante ha puesto en marcha la Inspección General de Servicios que en esta nueva etapa dirigirá José Pablo Gallo. Se trata de una unidad independiente que fue creada por acuerdo del Consejo de Gobierno de 28 de febrero de 2019, que en su primera etapa dirigió el profesor Salvador Palazón. Actualmente, según recoge la LOSU, se constituye como un órgano estatutario que ha de ocupar un funcionario de carrera de escala técnica, perteneciente al colectivo del Personal Técnico de Administración y Servicios (PTGAS).

José Pablo Gallo, quien hasta el mes de julio dirigía el Servicio de Biblioteca de la UA, es doctor en Comunicación y Documentación por la Universidad de Murcia; Máster de Gestión y Dirección de Bibliotecas por la Universitat de Barcelona, licenciado en Geografía e Historia y Magíster en Biblioteconomía por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista Universitario en Dirección Pública por la Universidad de Alicante.

Además de la Biblioteca de la UA, Gallo ha sido director de la Biblioteca Regional de Murcia y de la Biblioteca de la Universidad Miguel Hernández. Actualmente, compagina sus tareas al frente de la Inspección General de Servicios con su labor como profesor asociado.

Un instrumento para la mejora

Esta Unidad tiene, como función principal, el correcto funcionamiento de los servicios que presta la institución universitaria de acuerdo con las leyes y normas que los rigen.

La Inspección General de Servicios es una unidad básica universitaria recogida en el art. 43 de la LOSU. Está concebida para actuar bajo los principios de independencia, objetividad y autonomía funcional, por lo que actuará motu proprio, a instancia de los distintos órganos de Gobierno de la universidad o tras denuncia escrita interpuesta por algún miembro de la comunidad universitaria. En el marco de la legislación aplicable en la materia, tendrá, por tanto, las funciones de incoación e instrucción de los expedientes disciplinarios que afecten a miembros de la comunidad universitaria.

Tal y como reconoce el inspector de servicios, su prioridad va a ser “desarrollar todo el potencial que la LOSU le otorga, completando las funciones que hasta ahora eran realizadas de forma parcial por el Vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado”. Gallo considera que, lejos de su carácter punitivo, “se trata de un instrumento para la mejora de la Universidad, ayudando a los servicios a que su oferta y funcionamiento sea el mejor posible”, e insiste en que “la idea es que sea una herramienta que pueda ser utilizada por la comunidad universitaria para la consecución de sus objetivos”.

Aunque no se parte de cero, la puesta en marcha de la unidad “supone un importante esfuerzo, con nuevo personal e instalaciones, con el objetivo de conseguir un rendimiento óptimo a la mayor brevedad posible”.

La designación oficial del nuevo inspector de Servicios tuvo lugar el pasado 15 de julio, pero comenzará su andadura a principios de septiembre. La Unidad se ubicará en la primera planta del Aulario 2.