ELCHE (EFE). El entrenador vasco Eder Sarabia cumple este martes un año como técnico del Elche CF, equipo al que ha conducido a Primera División y en el que continuará las dos próximas temporadas, tras lograr implantar un estilo de juego que ha convencido a la propiedad y a los aficionados.

El técnico ha logrado excelentes resultados, pero sobre todo ha diseñado un equipo de autor, lo que le ha permitido ganarse la confianza del empresario Christian Bragarnik, que por primera vez ha ofrecido a un inquilino del banquillo un proyecto a medio plazo, superior al año de duración.

El preparador vizcaíno fue de menos a más en el banquillo ilicitano, ya que tras unas primeras jornadas de duda, el equipo despegó y él se convirtió en el gran líder del proyecto, tal y como se pudo apreciar en las celebraciones por los partidos ganados o los festejos del ascenso.

Sarabia, pese a la mala temporada realizada por el Andorra, su anterior equipo, fue el entrenador elegido por Bragarnik para el Elche, lo que provocó los primeros roces con el entonces director deportivo, Chema Aragón, abierto a otras opciones.

La salida de Aragón al mes de su llegada por discrepancias con el club despejó el camino a Sarabia, que pudo diseñar el equipo a su gusto junto a Bragarnik y Pepe Contreras, secretario técnico del club.

Tras una pretemporada de más a menos, el Elche, con la plantilla aún por cerrar, debutó en la Liga con una derrota como local ante el Huesca (0-1). Volvió a perder en la segunda fecha, en Albacete (1-0), disparando las primeras alarmas en el entorno ilicitano.

El equipo ilicitano, pese a ganar al Córdoba en la tercera jornada, tocó fondo en la cuarta tras caer goleado en su visita al Zaragoza. Tras la quinta fecha, el Elche estaba igualado con el Deportivo de La Coruña en zona de descenso.

La victoria en Málaga (0-3) marcó un punto de inflexión en el Elche, que a partir de ese momento desplegó las alas y mantuvo una enorme regularidad –solo una derrota en las siguientes 16 jornadas-.

El Elche se hizo fuerte como local, enlazando 11 victorias seguidas, con un juego alegre y dinámico.

Ya en la segunda vuelta, el equipo mejoró sus prestaciones a domicilio, enlazando varios triunfos seguidos que le permitieron alcanzar el liderato y asegurar, no sin apuros, el ascenso directo.

Más allá de los resultados, la buena gestión del vestuario también ha sido una de las claves del éxito de Sarabia.

El técnico supo mantener la motivación de jugadores como Sory Kaba o Mourad, sin protagonismo durante gran parte de la competición, para que explotaran en el momento justo.

Sarabia también ha caído de pie para la afición ilicitana. Su forma de comunicar, directa y sincera, y el hecho de que se convirtiera prácticamente en el único portavoz del club ante cualquier situación alrededor de la entidad, polémica arbitral incluida, le dieron un enorme protagonismo.

Sus elogios a la entidad, a la ciudad y su peculiar forma de celebrar, bengala en manos en varios casos, sedujeron desde el primer momento a la hinchada, que lo adoptó como líder de las celebraciones tras cada victoria.

Sarabia, que debutará la próxima temporada en Primera, tendrá la oportunidad de marcar una época en Elche, ya que el club le ha ofrecido un proyecto a medio plazo del que será coautor junto a la dirección deportiva y el propietario.