ALICANTE. Si hay algo extraño en el Hércules CF, no obstante sus 103 años de existencia federativa, es que el técnico saliente tenga la oportunidad de despedirse, pero habida cuenta de que desde los años 70 del siglo pasado no había un entrenador que arrancara tres temporadas consecutivas al frente del banquillo local del estadio Rico Pérez...
Rubén Torrecilla ya es historia del club blanquiazul, hasta para aquellos que les gustaría que solo pasado. El técnico extremeño se despedía de la entidad y su afición este miércoles, en el transcurso de una emotiva rueda de prensa en la que estuvo acompañado del presidente Carlos Parodi, del secretario técnico Francisco Peña y de un buen número de aficionados y amigos. Fue una comparecencia emotiva a la que siguió una comida de hermandad con sus hasta ahora futbolistas, quienes minutos antes le hacían el pasillo de despedida a su ya exentrenador en el patio de caballos del Rico Pérez.

- Los jugadores se despiden del que ha sido su técnico
Rubén Torrecilla ha protagonizado una inusualmente prolongada etapa en el banquillo del Hércules, pues se ha extendido por casi 30 meses en los que ha dirigido al primer equipo blanquiazul en 86 partidos oficiales. La misma ha estado marcada por el ascenso de 2024 a Primera Federación, la permanencia en esta del curso pasado y el intento constante de reconstruir la conexión entre el equipo y la afición. Esta relación se había deteriorado notablemente en las últimas semanas como consecuencia de los malos resultados y el manifiestamente mejorable juego, al tiempo que había menguado la confianza del entorno en la capacidad del preparador extremeño para que el equipo despidiese la presente campaña cumpliendo el declarado objetivo de regresar a LaLiga. Y si a lo anterior le sumamos que en el seno del club las dudas sobre su figura eran incluso anteriores al mal arranque de curso... Ahora bien, en los 12 años que el primer equipo blanquiazul pena fuera del fútbol profesional, Torrecilla es junto a Lluís Planagumà uno de dos únicos entrenadores que ha sido capaz de ilusionar al herculanismo y el único que ha cumplido el objetivo de ascender de categoría.
Cesado en el cargo la noche del domingo, tras una dura derrota en el derbi con el CD Eldense con la que ampliaba la crisis que protagoniza el equipo, Torrecilla agradecía el respaldo de sus ayudantes, la directiva y los jugadores, al tiempo que hacía un repaso a los objetivos que se había planteado a su llegada hace ahora dos años y cinco meses, asegurando que se habían cumplido todos a excepción del citado de lograr regresar a LaLiga.
Torrecilla también agradecía la "exigencia" de la afición y los mensajes de apoyo recibidos en las últimas horas, en especial los procedentes de los jugadores: “He intentado ser como un padre para ellos. Os voy a echar mucho de menos”, manifestaba antes de afirmar que se siente ya como "un alicantino y un herculano más".
Los resultados, especialmente los que firma como foráneo el equipo (no gana desde el 9 de marzo y este curso ha cosechado solo un punto de 18 fuera de casa) entendía que se encontraban detrás de la decisión de la entidad de prescindir de sus servicios “pese a que el equipo sigue peleando por todo": "Me molesta porque hemos hecho de todo por cambiarlo. En casa hemos sido de los mejores y eso me consuela", ampliaba tras poner el acento en la ingente cantidad de bajas con la que ha tenido que lidiar.
💙🤍 𝗚𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝘁𝗼𝗱𝗼, 𝗥𝘂𝗯𝗲́𝗻.
— Hércules CF 💙🤍💯 (@cfhercules) November 19, 2025
💙 #MachoHércules 🤍 pic.twitter.com/t66svLBpW6
El ya exentrenador blanquiazulas eguraba irse "con la conciencia tranquila", destacaba el "cariño enorme" recibido y se mostraba agradecido a Enrique Ortiz ("Se ha portado muy bien conmigo") con quien decía haber hablado "la mañana del lunes".
Además de no cerrar la puerta a un futuro regreso al club, Torrecilla reiteraba su convencimiento de que el equipo está capacitado para pelear el ascenso en un ‘play-off’ si recupera lesionados y se refuerza en el mercado de invierno, al tiempo que le deseaba la mejor de las suertes a su sustituto ‘Beto’ Company y le aconsejaba el "mantener la unión del vestuario".