ALICANTE. En el Elche CF tienen claro que Mourad El Ghezouani no seguirá jugando de franjiverde. Así lo expresaron tanto el director general Pedro Schinocca como el presidente Joaquín Buitrago la noche del lunes.
Lo anterior acontecía horas después de que el futbolista hubiera estado en la planta noble del estadio Martínez Valero, donde coincidió con Christian Bragarnik, quien tiene una estrecha vinculación con la propiedad del Xolos de Tijuana, club mexicano de la familia Hank (Grupo Caliente) que también participa de la aventura del empresario argentino en el Elche y al que se ha vinculado abiertamente al delantero desde el otro lado del charco.
Huelga decir que Mourad no ha estado en ningún momento por la labor de hacer las maletas, especialmente ahora que el Elche compite en LaLiga EA Sports y no obstante ser el cuarto delantero para Eder Sarabia, pero no es menos cierto que desde la ventana de fichajes de verano de 2024 el club del Martínez Valero lo ha tenido en el mercado e incluso su agente se ha encargado de buscarle destino: de su parte precisamente llegó la oferta del Ulsan y que el Elche rechazó por partida doble, pues no alcanzaba los 2.500.000 euros que se esperaba obtener por Mourad. También han querido fichar a Mourad el Anderlecht y el Kaiserslautern. Si el Ulsan llegó a ofrecer en su momento un fijo de más de 1.500.000 euros por los derechos económicos sobre el futbolista de Balsapintada, el Anderlecht mejoró ligeramente la propuesta coreana y el Kaiserslautern propuso una cesión con obligación de compra por un importe similar al del club belga.
Si en México la ventana de fichajes de verano se cierra el 12 de septiembre, un día después de que lo haga en Rusia (el Rubin Kazan, otro club con el que Bragarnik tiene buena relación, sondeó que no presentó oferta por Mourad la semana pasada), en Bélgica lo hace este sábado. En Alemania, como en España, el mercado ya está clausurado.