Deportes

Cenicientas de saldo y esquina

  • Rubén Torrecilla

ALICANTE. Joel ArumíYanis Senhadji no son cenicientas de saldo y esquina de esas que canta Joaquín Sabina, pero con su incorporación el Hércules no ha cubierto ni de lejos las necesidades que tenía ya antes de la ventana de invierno que propició su contratación y que hoy está cerrada.

Obviando (no sin dificultad porque el asunto tiene miga) el sainete de la lesión del futbolista cedido por el Real Betis, parece complicado que el lateral y el delantero aporten la experiencia, jerarquía y, especialmente en el caso del segundo, el necesario gol. El equipo también adolecía (y adolece) de centímetros en defensa, oficio en el centro del campo... Al menos un refuerzo por línea (con la excepción de la portería) que permitiera corregir esos déficits debió llegar en un mercado de enero en el que la oferta es reducida, pero suficiente si uno se mueve con agilidad y está dispuesto a rascarse el bolsillo.

El papel ejercido por el Hércules en el mismo dista del que han tenido el resto de equipos con los que pretende codearse y a nadie le escapa que lo anterior se encuentra detrás de la desazón indisimulada de Rubén Torrecilla en la comparecencia de prensa previa a la visita al Atlético de Madrid B, en la que también se alineó (a su manera) con aquellos jugadores señalados (no sin razón, pues para entrar antes han de salir si no hay licencias disponibles) para causar baja de haber llegado los refuerzos requeridos. El problema es que además de mostrar (con sordina) su malestar, a renglón seguido decidió arrancar el choque en el Cerro del Espino con una defensa de tres centrales y 'Nico' Espinosa de carrilero izquiero, para a los diez minutos volver sobre sus pasos y situar a Sotillos en el flaco izquierdo de la zaga (ambas cosas ante la atenta mirada de 'Retu' y Arumí sentados banquillo), perdiendo una de las contadas virtudes del equipo como es la salida del balón.

El centenar de herculanos que la noche del viernes en Majadahonda regatearon al frío y la lluvia se fueron a casa con cara de tontos y no solo por el resultado, también por la imagen ofrecida por el Hércules a lo largo de un duelo en el que los suyos adolecieron nuevamente de la intensidad defensiva exigible y desperdiciaron varias ocasiones claras, pero esta vez también fueron incapaces de aprovechar que jugaba en superioridad numérica. Se da por hecho que Torrecilla hace lo que puede con los mimbres con que cuenta, pero estos días no ha estado acertado: tanto si el viernes quería enviar un segundo mensaje a Francisco Peña y Enrique Ortiz como si simplemente entendía que su apuesta era la más apropiada, el técnico blanquiazul erró. Ambas cosas se pueden disculpar e incluso apoyar, pues hasta el mejor escribano hace un borrón y cualquiera que haya visto al Hércules y al resto de equipos de Primera Federación con cierta continuidad en lo que llevamos de curso sabe que los blanquiazules cuentan con unos diez puntos más de los que por plantilla deberían tener, algo en lo que Torrecilla tiene mucho que ver. Lo que no es asumible es que el técnico hablara públicamente (sí lo hizo en privado con quien correspondía) en los términos en que lo hizo con el mercado cerrado, cuando ya no hay margen de maniobra; que no lo hiciera dos semanas antes, correspondiendo a la corriente ya existente en el entorno (a la que ahora -casualidad- muchos de los que la despreciaban se apresuran a sumarse) que advertía sobre el particular desempeño del Hércules en el mismo, las consecuencias que lo anterior podía tener y podía haber ayudado a rectificar el rumbo.

Igual viene Dios a ver al Hércules otra vez, sus rivales se desfondan al tiempo que firma otra racha triunfal como la del curso pasado, logrando un segundo ascenso consecutivo. Aquí ni se puede ni se debe descartar nada pues hablamos del caprichoso fútbol pero, sinceramente, parece complicado por muy igualado que esté por abajo el grupo 2. Desgraciadamente, en Ortiz y los que le rodean no han hecho suya a tiempo la idea de que siempre será mejor pelear el próximo curso el descenso en LaLiga Hypermotion que en Primera Federación (solo hay que ver los conjuntos que pueden perder la categoría en la primera y los que pueden ascender a la segunda) y eso que para lo anterior no eran necesarios los diecinueve días y quinientas noches tardó Sabina en olvidar a María...

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