VALENCIA. Un año más, y ya van cuatro, Valencia, su ciudad, ha vuelto a demostrar su capacidad para organizar un gran evento deportivo. El Gran Premio de Europa de Fórmula 1 ha resultado en éxito absoluto. Estoy completamente de acuerdo con la flamante consejera de Turismo, Cultura y Deporte, Lola Johnson: "Este deporte es una excelente herramienta".

Esta estrategia fue meditada y diseñada para convertir a la ciudad de Valencia en la capital del deporte. O mejor dicho en la capital de los "eventos deportivos", entendidos estos como la unión de fabulosas y modernas infraestructuras ligadas a grandes acontecimientos deportivos.

Como muestra, un botón. También, año tras año, la ciudad de Valencia organiza y acoge un gran premio de MotoGP World Championship en el Circuito Ricardo Tormo de la Comunidad Valenciana. Estamos hablando de asistencias superiores a los 120.000 aficionados.

No menos importante ha sido el impacto de la America's Cup. La competición reina por antonomasia de la vela mundial con residencia en nuestra ciudad. Como siempre unida a una fastuosa remodelación del puerto valenciano. Valencia compitió con 65 ciudades más por la organización de este evento. La audiencia ha sido cifrada en 4.000 millones de espectadores.

La vela, incluida la Volvo Ocean Race alicantina, dio paso a la Fórmula 1. Y así fue, en 2008 se organizó el primer premio de Europa, European Formula 1 Grand Prix, más de 112.000 asistentes al Valencia Street Circuit visto por unos 600 millones de personas en todo el mundo. Este fin de semana pudimos constatar el éxito de este evento deportivo.

Pero hay más. Valencia se ha colocado dentro del circuito mundial de la ATP, con un Open 500, como referencia en el mundo del tenis, en el espectacular Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Seguro que ha habido más eventos y más infraestructuras, construidas, ligadas a estos eventos deportivos. Y todas con notabilísimo éxito. Pero existe otro magnífico evento deportivo, con mayor recurrencia, que se celebra cada 15 días que no ha recibido la atención de los citados anteriormente. Además está provocando un daño irreparable a la ciudad de valencia, esa es que capaz de construir un circuito de Fórmula 1 en tiempo record.

El Nuevo Mestalla, obra faraónica, estandarte del deporte autóctono valenciano de mayor número de seguidores, llamado a ser una referencia mundial del noble deporte del balompié. Al cúmulo de despropósitos, denuncias y juzgados diversos, se une una imagen decepcionante de la ciudad de Valencia en el mundo. Un coliseo de cemento inactivo desde hace más de dos años.

La responsabilidad está donde toca. No nos engañemos, que todos sabemos quién es el dueño de la obra inacabada. Y es tiempo de no mirar a otro lado. Los actuales gestores, que no dueños, del Valencia CF SAD han demostrado sobrada incapacidad para aunar voluntades y conseguir todo aquello que es necesario para inaugurar el nuevo campo.

El Valencia CF SAD está nacionalizado en el fondo, que no en la forma y, por lo tanto, debe ser la voluntad política la que acabe con este despropósito que tanto afea la imagen de la Comunitat Valenciana, en general, y de la ciudad de Valencia, en particular.

El 22 de mayo de 2011 empezó el reloj a contar sus minutos. Les quedan 3 años y pico.
________________________________________________________

(Para consultar los artículos publicados de El Broker Enmascarado pinchar aquí)