ALICANTE. El Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) ha inaugurado este lunes, 22 de diciembre, en su hall principal, la exposición Rituales de pastores. Canibalismo y enterramientos en la Cova del Randero (Pedreguer), V–III milenio a. C., una muestra que arroja nueva luz sobre las prácticas funerarias y simbólicas de las comunidades neolíticas que habitaron el norte de la provincia de Alicante hace más de 5.000 años. Una inauguración que ha contado con la presencia del diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro; el alcalde de Pedreguer, Sergi Ferrús; la directora regional de Alicante-Centro de Banco Sabadell, Ana Ponsoda; el director gerente de la Fundación CV MARQ, Josep Albert Cortés; el director del MARQ, Manuel Olcina, y los comisarios de la exposición, Consuelo Roca de Togores y Jorge A. Soler, también director del Mubag.
La muestra presenta de forma “didáctica y rigurosa” el contexto de los rituales practicados por pequeños grupos de pastores neolíticos que ocuparon la cueva en distintas fases, tal y como explicaba durante la presentación Consuelo Roca de Togores. Una exposición que sintetiza los resultados de casi veinte años de investigaciones arqueológicas desarrolladas en la Cova del Randero, desde 2007 hasta 2021, a lo largo de catorce campañas de excavación impulsadas por el MARQ. Así, en una primera etapa, durante el Neolítico medio, la cavidad fue utilizada como refugio estacional para el ganado y como espacio de procesado de carne. Sin embargo, en el Neolítico final, entre el IV y el III milenio antes de Cristo, la cueva adquirió un uso funerario, vinculado a complejas creencias sobre la muerte y el duelo.

Una mandíbula infantil con evidencias de canibalismo ritual
El recorrido expositivo se articula en torno a una cuidada selección de una treintena de piezas arqueológicas, entre las que destacan un cráneo utilizado como reliquia, un conjunto excepcional de 17 puntas de flecha, posiblemente pertenecientes a un carcaj, así como un gran recipiente cerámico de uso multifuncional y, como pieza central, la mandíbula de un infante de entre siete y ocho años con claras evidencias de manipulación antrópica tras la muerte. Se trata del primer caso documentado de canibalismo neolítico en la Comunitat Valenciana, cuyo estudio ha permitido identificar distintos tratamientos del cuerpo que los investigadores interpretan como prácticas rituales ligadas al duelo y a las creencias funerarias. Y es que, según han explicado los comisarios, las marcas observadas no responden ni a un contexto de hambre ni a un episodio de violencia, sino a lo que definen como endocanibalismo selectivo, una práctica simbólica que implicaría la ingesta ritual de restos humanos pertenecientes al propio grupo.
“No es canibalismo por hambre ni por violencia”
Durante su intervención, Jorge A. Soler subrayó que los resultados de esta investigación, presentados públicamente en 2024, se enmarcan en un contexto cultural ampliamente documentado en otros yacimientos europeos contemporáneos. “Lo que está ocurriendo aquí, en la Cova del Randero, no es canibalismo por hambre ni por violencia; es un canibalismo que, eufemísticamente, hemos llamado canibalismo por amor”, afirmó el comisario de la muestra. Una expresión que resume la hipótesis de los investigadores: prácticas rituales destinadas a mantener el vínculo emocional y simbólico con los fallecidos, integrándolos de algún modo en la comunidad de los vivos.

Audiovisuales, 3D y diseño expositivo
La exposición se completa con dos audiovisuales que documentan los trabajos de campo y laboratorio mediante fotografías, vídeos e ilustraciones que recrean distintos escenarios neolíticos, así como un modelo fotogramétrico en 3D que permite recorrer virtualmente el interior de la cueva. Todo ello se presenta con un cuidado diseño expositivo realizado por la arquitecta Rosa de Luz. Un proyecto pluridisciplinar que a lo largo de todos estos años ha contado con la participación de más de 90 voluntarios, entre estudiantes y especialistas, así como el respaldo institucional del Ayuntamiento de Pedreguer, la Diputación de Alicante, la Fundación CV MARQ y la Fundación Banco Sabadell, que también ha apoyado la edición de un catálogo monográfico, cuya publicación está prevista para el próximo 11 de junio.