ALICANTE. La ciudad de Benidorm será, el próximo 6 de septiembre, la última parada de la gira Orgullo de Pueblo impulsada por J&B. Allí estará sobre el escenario la alicantina La Huesito, artista trans, performer y voz cada vez más reconocible en la escena urbana, que ha hecho de su autenticidad una seña de identidad. “Para mí, La Huesito lo significa todo; es mi herramienta de trabajo y lo que me da de comer”, confiesa. Lo que empezó como un hobby adolescente se ha convertido en un fenómeno que mezcla música, humor, activismo y fiesta.
El origen del personaje se remonta a cuando Mía Daniela, su nombre real, tenía diecisiete años. “Siempre me había gustado el mundo del artisteo; bailé en conservatorio hasta los quince años, luego me formé en baile moderno y en la escena del ballroom. Un día le dije a mi madre: ‘Mamá, quiero ser bailarina o performer’. Ella me respondió: ‘¿No podrías elegir otra cosa?’. Y claro, todas tenían un nombre, así que a mí me tocaba ponérmelo”, recuerda entre risas. Delgada desde siempre, su madre le decía en tono cariñoso “estás en los huesos”. De ahí nació el apodo que hoy es marca artística: La Huesito.

- Orgullo de Pueblo
Identidad trans y música
El gran salto llegó con su transición y su visibilidad en redes sociales durante la pandemia. “Yo estudié peluquería y maquillaje, pero lo dejé porque me fui metiendo en la noche y empecé a trabajar de esto”, explica. Su primer hit fue Huesito bendito, compuesto tras actuar en un crucero. El tema entró en el top 50 de España, compartiendo lista con Maluma y J Balvin. “Imagínate la cara de Maluma al verme ahí”, bromea. Desde entonces, su estilo mezcla rap, house y lo que ella llama “petardeo”: letras desenfadadas que convierten sus frases virales en himnos de discoteca. “Yo soy muy conocida por las cosas que digo: ruido, escándalo, perquè puc, no te tolero... ”, explica.
“Un día dije ‘limón, limón’ en una fiesta y acabó siendo una canción que hoy canto vestida de amarillo”, cuenta sin tapujos. Y es que las canciones de La Huesito nacen de la espontaneidad. “Me pongo en casa con un folio y voy soltando frases. Luego le digo al DJ: 'quiero que la base sea pum, pum, pum, y que rompa fuerte'. Y de ahí salen los temas”, explica. Así nacieron éxitos como Qué loca o Pepinazo, piezas que funcionan tanto en clubs LGTBIQ+ como en cruceros o festivales. Y ahora prepara un nuevo sencillo junto a la artista urbana Luna Ki.

- La Huesito
Orgullo de Pueblo: del bingo al activismo
Su participación en el Orgullo de Pueblo surgió gracias al DJ Roi Porto. “Él me propuso para la gira y acabé siendo cabeza de cartel. Al principio hacía Huesito bendito, un par de pases de baile y un bingo performativo, porque en Madrid yo trabajo todos los domingos en You&Me haciendo un bingo drag”, explica. Y lo que más le sorprende es el alcance social del proyecto: “Llegar a un pueblo y que unas niñas de cinco años me canten Huesito bendito o que la gente te diga ‘gracias por hacer esto, porque hoy me he sentido libre’ es algo increíble. Ahí te das cuenta de lo importante que es esto”. Por ese motivo, la artista destaca la implicación de lugares como Cazalegas, en Toledo, donde el pueblo entero se volcó con carrozas y celebraciones. “Flipé con la movilización, incluso con el Ayuntamiento y las asociaciones, y las señoras mayores que hicieron carrozas; fue una fiesta del amor y el respeto”.
El arte como herramienta de cambio
Para La Huesito, la música y el arte tienen un poder transformador. “Con las letras y las canciones puedes llegar a gente que, de primeras, no comparte tu mundo. Igual luego reculan y piensan: ‘oye, tampoco hacen ningún mal a nadie’; es una manera de abrir mentes”, defiende. Y lo hace sin diferenciar entre personaje y persona: “Yo no tengo un alter ego. Soy Mía y soy La Huesito todo el día. Lo único que cambia es que, en los shows, el nombre me sirve para ganar dinero”.

- Orgullo de Pueblo
Próxima parada: Benidorm
Tras girar por distintos puntos de España, el 6 de septiembre será el turno de Benidorm, última parada de esta cuarta edición de Orgullo de Pueblo. “Es un proyecto que me ha dado muchas alegrías y me encantaría que siguiera, porque todavía queda mucho que hacer en los pueblos”, afirma. Allí, entre música, humor y fiesta, La Huesito volverá a demostrar que su petardeo es también un altavoz de libertad. “Al final lo único que queremos es ser respetadas, que se nos vea como lo que somos: personas. Y si encima podemos hacerlo bailando y cantando, mejor todavía”.