ALICANTE. Entró rapeando un pedazo de su historia: "Escribí Plusmarca y diseñé una sudadera. Puse el logo bordado en una empresa de Llanera". Una simple frase con la que Hoke abrió el concierto del viernes 7 de marzo en la alicantina Sala The One. Algo más que una simple frase en cuanto a significado, porque cuenta mucho en poco. Primero, su identidad valenciana; segundo, uno de los temas que le puso en el radar más en serio; tercero, el storytelling de olimpiadas que llevaría en su disco BBO, que vendría dos años más tarde y del que este tema no formaría parte.
La frase pertenece a Dálmatas, el octavo tema de su último álbum, Tres Creus, el cual lanzó el 18 de diciembre. Una melodía que también resultará familiar a quien haya visto la última temporada de la serie Entrevías. "Se hizo más grande la planta que la maceta" es otro ítem que Hoke no solo rapea, también protagoniza. El ejemplo son los varios sold outs en lo que lleva de gira, siendo la Sala The One uno de ellos. Quienes le vieron de cerca durante el concierto empezaron a formar cola a las 11:00 horas, separándoles diez horas desde la espera hasta el show.
Un concierto que empezó impuntual, con 50 minutos de retraso con respecto a la hora fijada, las 20:30 h. Las alrededor de 1.000 personas para las que tiene capacidad la sala corearon el nombre del valenciano incitándole a salir, pero este se hizo de rogar hasta las 21:20 h. No tanto para irse, pues fue una hora de música sin ninguna amenaza de bis. Se despidió con el último tema y que da nombre al disco y dejó sobre el escenario las tres figuras solitarias que le sirvieron de atrezo e intensifican la identidad visual del tour.
Y es que a su lado no tuvo a dos ladrones, pero sí tres cruces que le respaldaron durante todo el show. Un Hoke que apareció sin Ébano, su habitual dupla de micro y con quien comparte algunas de las colaboraciones que desplegó, como Chorbo Real, Olympique o M.A.N., esta última también con Ergo Pro. No fue el único junte que el valenciano sacó a relucir; otros fueron Calle Cortada y Desamparados, omitiendo las partes de Ill Pekeño y Ergo Pro, Jjjj y Practice sin Cruz Cafuné o Nos creíamos kíes y ABC, donde sí dejó sonar las partes de Morad en la primera y Quevedo en la segunda.
Las del nuevo disco eran obligatorias, pero también se escucharon algunas del anterior, BBO, el álbum que le catapultó y otorgó la mayor parte de fama que ahora tiene, y recuperó temas más antiguos como sus míticos 96ers o Moondial.
Hubo momentos del show más sentimentales cuando llegaron Triple Six o Infrarrojo / Ultravioleta, y hubo peaks de adrenalina donde el público empalmó varios pogos seguidos, como en No puede ser. Un tema que señaló la dirección que tomaría el rapero con el nuevo sonido y sirvió de antesala del nuevo disco, aunque no se incluyó en él.
Los del rapero fueron dos outfits diferentes, los mismos que está usando para su Tres Creus tour: el primero un total black, siendo un chubasquero con capucha XXL pieza clave, la cual tapaba el rostro del artista, gritaba anonimato y predecía la lluvia que llegaría de madrugada. El segundo también lucía oscuro en los pantalones y la bomber, pero arrojaba luz blanca en la camiseta y las zapatillas, y un brillo dorado alrededor del cuello con su cadena olímpica. Un conjunto de chico normal, de estar "bregando con el perfil bajito".
Y, Hoke, sé que no das entrevistas, pero esto tampoco es un reportaje. Es una crónica de un concierto que, esperamos, no sea el último que vea tu vecina Alicante.