Cultura

Gloria Llatser: "Hay un espacio donde la ciencia y la espiritualidad coexisten y dialogan"

'El corazón tiene memoria' es la nueva novela de la escritora alicantina, que regresa con un 'thriller' psicológico con el que transita por la ciencia, la espiritualidad y el misterio

  • Gloria Llatser

ALICANTE. Gloria Llatser, ejecutiva y escritora catalana afincada en Alicante, acaba de publicar su tercer libro, la novela El corazón tiene memoria (Espasa, 2025), donde utiliza como punto de partida la teoría de la memoria celular. Un thriller psicológico en el que somete al lector a la duda permanente entre la realidad y la ficción transitando en los límites entre lo paranormal y lo empírico con lo médico y lo científico. Un trasplante de corazón, un crimen sin resolver y una ansiedad que no le cabe en el pecho a la protagonista. ¿Puede haber una conexión misteriosa con el pasado de su donante? La autora alicantina respondrá a esa pregunta el jueves 15 de mayo en la Casa del Libro de Murcia, a partir de las 19 horas, y el 23 de mayo en la Casa del Libro de Alicante.

— La controversia científica en torno a la teoría de la memoria celular da juego en la ficción al permitir plantear ideas verosímiles y al mismo tiempo misteriosas…

— Lo que más me atrajo del concepto de la memoria celular, como punto de partida, fue la posibilidad de explorar ese terreno enigmático donde se encuentran lo científico y lo inexplicable. Me interesó especialmente la idea profundamente humana e inquietante de que un órgano, específicamente el corazón, pueda guardar memorias, traumas o incluso secretos de otra vida. Este concepto cuestiona profundamente la identidad, y me llevó a reflexionar sobre qué significa realmente ser uno mismo cuando una parte esencial proviene de alguien más y trae consigo cicatrices ajenas.

Además, la semilla de todo esto surgió en un viaje a Egipto donde descubrí o me reencontré con lo que ya todos conocemos del antiguo Egipto, que para ellos el conocimiento no era fragmentado sino circular, ya que no existía división entre lo racional y lo espiritual. Los antiguos egipcios ya intuían, desde otro enfoque, lo que la ciencia moderna comienza a llamar memoria celular, entendiendo que el cuerpo puede almacenar recuerdos emocionales y energéticos más allá de lo visible. Esta intersección entre ciencia, espiritualidad y misterio fue decisiva para convertir la memoria celular en el eje central de este thriller psicológico, permitiéndome integrar lo racional con lo inexplicable en un equilibrio narrativo intrigante.

— ¿En qué has basado el proceso de documentación para abordar la parte más médica y científica de esta trama?

— Me basé en un proceso de documentación muy cuidado. Estuve en contacto con la Federación Española de Trasplantados de Corazón, quienes fueron fundamentales para entender la experiencia real de quienes han pasado por un trasplante. Gracias a ellos, conocí a una chica de 25 años, de Alicante, que había sido trasplantada, y su testimonio fue clave para darle autenticidad a la historia, sobre todo a la protagonista, y comprender no solo el proceso físico, sino también el impacto emocional y psicológico que implica recibir un órgano.

Además, estudié en profundidad los libros, teorías y reportajes del doctor Caralps, uno de los pioneros del trasplante de corazón en España, cuyas investigaciones me ayudaron a construir una base sólida sobre los aspectos más técnicos y también a reflexionar sobre las dimensiones más humanas y éticas del tema. Todo ese trabajo de documentación me permitió dar verosimilitud al relato, pero también mantener viva esa tensión entre ciencia y misterio que atraviesa toda la novela.

— ¿Has podido encontrar a todo una explicación racional o científica?

— No y, de hecho, esa es una de las claves de la novela. No se trata de encontrar una explicación completamente racional o científica, sino de habitar ese espacio donde ambas dimensiones (la ciencia y la espiritualidad) coexisten y dialogan. Lo que más satisfacción me dio al escribir El corazón tiene memoria fue justamente haber logrado integrar esa tensión sin que un lado opaque al otro.

Vivimos en una sociedad que muchas veces nos empuja a elegir a etiquetar: o eres racional y científico, o eres espiritual y emocional. Pero yo quería contar una historia que se atreviera a transitar ese territorio intermedio, donde las preguntas racionales conviven con intuiciones más profundas, más humanas.

Los personajes, como muchos de nosotros, no buscan una única respuesta, sino que exploran desde la mente y desde el corazón. Hay cosas que la ciencia explica, sí, pero también hay experiencias que se sienten, que nos transforman, y que no siempre tienen una lógica evidente. La novela no da respuestas absolutas, sino que invita a reflexionar sobre esa frontera difusa donde ambos mundos se abrazan.

— Una experiencia cercana la muerte como la que vive la protagonista también puede ser determinante en los cambios de su personalidad o habilidades. En este sentido, ¿crees que el sistema médico presta la suficiente atención a estos casos?

— El sistema médico todavía tiene mucho camino por recorrer. Aunque se han hecho avances, las experiencias cercanas a la muerte (ECM) y sus efectos en la personalidad o en las capacidades de quienes las viven no siempre reciben la atención que merecen dentro de la medicina tradicional.

Sin embargo, hay profesionales que están empezando a tomarlas en serio. Recuerdo especialmente las declaraciones de la Dra. Comas en el programa Cuarto Milenio, donde habló sobre un programa de investigación que está en marcha dedicado precisamente a estudiar las experiencias cercanas a la muerte desde un enfoque médico y científico. Ella mencionaba cómo estas vivencias, lejos de ser simples alucinaciones o fenómenos descartables, tienen un impacto profundo y duradero en muchas personas, que a menudo sienten cambios en su manera de ver la vida, en su personalidad, e incluso desarrollan sensibilidades o habilidades nuevas.

La Dra. Comas subrayaba la importancia de escuchar a los pacientes y de abrir espacios dentro del ámbito médico para entender mejor lo que les ocurre tras una ECM. Creo que este tipo de investigaciones son fundamentales, porque validan algo que hasta ahora se había relegado al terreno de lo anecdótico o espiritual. Y justamente El corazón tiene memoria se mueve en ese filo: en reconocer que hay experiencias humanas que todavía no comprendemos del todo, pero que son reales y merecen ser atendidas con una mirada más amplia y compasiva.

En la propia novela, por ejemplo, relato el testimonio del Dr. Caralps tras realizar el primer trasplante de corazón en España, y dice que nadie los llamó para felicitarnos ni darles la enhorabuena. Al contrario, el trasplante cardíaco levantaba un debate ético muy profundo en aquella época.

— España es líder mundial en donaciones y trasplantes. Es un asunto que, efectivamente, interesa ¿Qué crees que puede ser clave en este contundente éxito de la sociedad española?

— Una de las claves del éxito de España en donaciones y trasplantes ha sido, sin duda, la capacidad de innovación de sus médicos y equipos sanitarios. Los profesionales españoles no solo han sabido aplicar los avances científicos, sino que también han sido pioneros en muchas técnicas y enfoques que han mejorado la eficacia y la seguridad de los trasplantes.

Un ejemplo muy relevante es el del doctor Josep Caralps, quien realizó el primer trasplante de corazón en España en 1984. En aquel momento, en el mundo se habían hecho ya alrededor de 40.000 trasplantes de corazón, pero lo que destaca es cómo, a partir de ese primer paso, España no solo se puso al día, sino que comenzó a marcar diferencias. Caralps y su equipo fueron innovadores no solo en el procedimiento, sino en la manera de abordar el postoperatorio y la atención integral al paciente, lo que contribuyó a mejorar los índices de éxito.

Esa actitud innovadora sigue siendo una seña de identidad de la medicina española. Los médicos no solo siguen protocolos, también buscan continuamente maneras de perfeccionar técnicas, optimizar recursos y poner al paciente en el centro. Esa mentalidad, junto con una excelente organización y coordinación, ha sido esencial para que España se mantenga como líder mundial en trasplantes.

Y otro elemento ha sido el papel de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Desde su creación en 1989, la ONT ha desarrollado un modelo único de coordinación que ha sido clave para optimizar cada etapa del proceso, desde la detección de donantes hasta la realización del trasplante. Su enfoque se basa en una red muy bien estructurada de coordinadores hospitalarios, formación continua y protocolos claros, lo que permite que los trasplantes se hagan de forma rápida, segura y con altos índices de éxito.

La ONT también ha sabido fomentar una cultura de donación en la sociedad española, apoyada en campañas de concienciación y en una gran confianza pública en el sistema sanitario.

Gracias a esta organización y a la capacidad innovadora de los médicos españoles, España no solo lidera en cifras, sino también en calidad y eficiencia, siendo un modelo que otros países han estudiado e imitado.

— Es tu tercer libro. Una tarea que combinas con el éxito en tu trayectoria profesional como ejecutiva ¿En qué momento surge tu inmersión en el ámbito literario como autora?

— Más que una inmersión fue el regreso a sueño antiguo, uno de esos que se quedan dormidos durante años, pero nunca desaparecen del todo. Y el despertar de ese sueño se lo debo a mi hermana.

Cuando presenté mi primera novela autopublicada le pedí a mi hermana que me hiciera la presentación y entonces contó la anécdota de cuando éramos pequeñas y compartíamos habitación, y ella tenía que aguantar mis noches interminables de lectura. Ella me pedía una y otra vez que apagara la luz, pero yo me resistía. Una noche, harta de mis lecturas interminables, me preguntó por qué leía tanto. Y entonces le respondí: "Porque algún día seré escritora".

Cuando lo contó me quedé de piedra, porque yo había olvidado esa anécdota. Estudié la carrera, empecé a trabajar y mi creatividad me llevó a montar empresas, desarrollarme profesionalmente, estudiar sin fin... y construí una trayectoria profesional llena de éxitos. Pero tras una experiencia muy exigente en una de las empresas en las que trabajé (Polaris World) necesitaba un descanso y, como no sé estar sin hacer nada, empecé a escribir, como si algo dentro de mí me lo pidiera a gritos, aunque nunca le había hecho mucho caso porque siempre había estado ocupada en otras cosas. Y así empecé a escribir, y es algo que ahora se ha convertido en esencial en mi vida. 

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