Teatro y danza

TEATRO

El relato "autosociobiográfico" de Annie Ernaux sobre el aborto clandestino se sube al escenario

La compañía La Perra Coja debuta este jueves en Espai Inestable con la primera adaptación teatral que se realiza en España de la novela El acontecimiento, escrita por la Premio Nobel de Literatura Annie Ernaux. Una denuncia sin sentimentalismos de los peligros que entraña para las mujeres la supresión de sus derechos reproductivos

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VALÈNCIA. Aunque la obra literaria de Annie Ernaux (Lillebonne, 1940) es indisociable de su trayectoria vital, la escritora francesa, galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 2022, siempre ha rechazado que sus novelas se metan dentro del saco de la autoficción. La metabolización de sus experiencias a través de la escritura es más compleja, porque abraza al mismo tiempo el trauma personal y las problemáticas colectivas. Ella misma acuñó un término, autosociobiografía, para referirse a esta narrativa íntima, pero no contaminada por la subjetividad, que se escribe en primera persona, pero nunca pierde de vista los condicionamientos de clase social y género.

Uno de los ejemplos más paradigmáticos de este estilo literario es El acontecimiento (2000), el relato crudo y sin florituras del aborto clandestino que vivió la propia autora cuando tenía 23 años y todavía era una estudiante universitaria sin apoyos ni recursos económicos. En su caso, ese embarazo no deseado, engendrado en un momento en el que el aborto era ilegal en Francia, suponía un riesgo añadido: el de verse obligada a dejar de estudiar y perder la oportunidad de escapar de las limitaciones propias de la clase social en la que había nacido.

La novela, cuya adaptación cinematográfica a cargo de la directora Audrey Diwan fue reconocida con el León de Oro en Venecia en 2021, llega por primera vez a los escenarios españoles de la mano de Cristina Correa y el dramaturgo Xavi Puchades. Ambos se han encargado de la adaptación teatral -autorizada por la propia autora- y la dirección de escena. Correa, además, comparte con Lía Herbor el papel protagonista de esta historia, planteada como un monólogo desdoblado entre la Ernaux madura de los años noventa y la joven Annie que todavía utilizaba su apellido de soltera, Duchesne.

Correa y Puchades llegaron a la obra de Ernaux por diferentes caminos.“Yo solo había leído Pura pasión hasta que, hace tres años, me regalaron El acontecimiento. Me impactó mucho la forma tan aséptica y quirúrgica, carente de sentimentalismo y emoción, con la que habla de lo que le pasó. Llevaba años buscando un texto o una idea que me encendiera la chispa para ponerme a crear, a escribir y a montar algo, y decidí que esta era la obra que quería trasladar al escenario”, explica Correa, fundadora de la compañía valenciana La Perra Coja, que debuta con esta pieza hoy jueves en la sala Espai Inestable de València, donde permanecerá hasta el domingo 14 de diciembre.

“El tema de la libertad reproductiva me interesa muchísimo -continúa-. No porque yo haya pasado por una experiencia de aborto, pero sí que he pasado por una experiencia de reproducción asistida que se prolongó durante años y que luego no fructificó. Fue un periodo bastante desagradable en el que descubrí cómo todo lo que se refiere al cuerpo, el sexo y la reproducción de las mujeres, e incluso a nuestros deseos, se puede juzgar de todas las maneras posibles y en cualquier situación”.

“Yo había leído un par de novelas de Ernaux, Una mujer -sobre la madre- y El lugar -sobre el padre-. Ella evita el término autoficción porque habla de sí misma, de su propia experiencia, desde una memoria que le crispa el cuerpo, pero formando parte de ese otro cuerpo, el social -comenta por su parte Xavi Puchades-. A pesar de estar tan apegada a su experiencia y a su contexto, su escritura crispa igualmente tu memoria, tus vínculos familiares y, en mi caso, sobre todo, la cuestión de clase social que ya he tratado en trabajos anteriores. Ernaux cree en el potencial de las palabras para cambiar la vida; mostrar lo indecible tiene esa utilidad que ella defiende. Cuando lo indecible sale a la luz, es político”. Esta conexión entre lo individual y lo colectivo es muy teatral, explica Puchades. “Ernaux habla de la escritura como un cuchillo, de ir al fondo de las cosas, de escribir frases que cortan y, en los pases que hemos hecho de la obra, esa escritura afilada afecta a la piel, a los cuerpos en el presente del acontecimiento escénico”.

“La higiene de sentimentalismos dentro de sus novelas permite a los lectores y lectoras crear su propia visión de lo que están leyendo”, señala Correa, que ha querido trasladar esa misma premisa a la adaptación teatral. “Se trata de respetar el estilo de la autora. Un estilo al que se etiquetó y aún se hace como frío, distante, crudo, forense, notarial… -agrega Puchades-. La crítica ha utilizado esos términos para llamar la atención consciente o inconscientemente sobre una escritura que, a pesar de ser de una mujer, no es “femenina”, o no es lo que se esperaba en el momento en que comenzó a publicar. Hemos tratado de hacer visibles las cosas sin embellecerlas, como la autora defiende con su escritura desprovista de efectismos. Paradojalmente, cuanto más hemos respetado este objetivo, más conmueve en el espectador”.

“Un insólito ejercicio de sororidad con una misma”

“Al principio concebimos la pieza como un monólogo de la Ernaux más madura, pero luego nos dimos cuenta de que era muy importante contar los dos conflictos que hay en la novela: el de la Ernaux joven que se enfrenta al aborto, pero también el de la escritora cuando intenta enfrentarse a su propia vivencia y contarla. De hecho, ella dice que esta novela es una novela sobre el aborto, pero también sobre la escritura”.

“Estuvimos investigando otros montajes que se pudieran haber hecho de este texto -añade Xavi Puchades-. Encontramos dos en Francia y los dos estaban planteados como un unipersonal, con una única actriz. En la película de Audrey Diwan también se plantea desde una única voz. A nosotros nos interesaba generar un diálogo intergeneracional. La decisión de hacer la adaptación a partir del diálogo de esas dos voces ha resultado ser emocionante y como forma dramática es un reto para llevarla a escena. Un mismo monólogo desdoblado en dos tiempos que se cruzan hasta compartir un mismo presente teatral, dos cuerpos distantes en el tiempo que acaban siendo el mismo cuerpo. Esta opción nos ha permitido trabajar una puesta en escena que atrapa y que, inevitablemente, emociona”.

Nos preguntamos qué tipo de relación se establece entre Annie Duchesne y su yo del futuro ¿Se comprenden, se ayudan, se boicotean? “Al principio ella está en la distancia, observando lo que pasa. A lo largo de la obra, sin embargo, se van acercando una a la otra, e incluso dialogan. En la Annie madura hay una comprensión y una ternura que se va incrementando conforme avanza la obra”, comenta Correa.

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“Se puede decir que cada una de ellas tiene su particular conflicto: una, encontrar la manera de abortar para poder seguir con sus estudios; la otra, encontrar la manera de escribir lo que vivió. A mí me parece un contraste tremendo el hecho de que se hable de ese aborto clandestino y en algún momento la Annie mayor pueda tener algún gesto, mirada o contacto maternal con su yo del pasado. Que el mismo hecho de escribir ese texto sea un parto y un aborto. Al final, es un insólito ejercicio de sororidad de una mujer consigo misma”.

Proceso de validación

Para ambos dramaturgos el proceso de validación por parte de la propia Annie Ernaux fue emocionante, incluso aunque no llegaron a hablar directamente con ella, sino a través de su editorial. La escritora francesa, que siempre estudia con detenimiento las adaptaciones de su obra antes de dar su consentimiento, no les puso demasiados problemas. “Nos pidió información sobre algunas cuestiones, entre ellas sobre la música que queríamos utilizar. En la obra sonarán las mismas canciones que ella menciona en la novela -aclara Cristina-. También se nos dijo que a Madame Ernaux no le gustaba mucho que se introdujese texto que no estuviese extraído directamente de la novela. Me parece comprensible porque ella escribe cosas muy íntimas. Nosotros hemos intentado respetar esa esencia y esa forma de contar. Xavi y yo estuvimos trabajando en la adaptación del texto desde octubre a mayo, y cuando nos llegó el permiso fue una alegría inmensa”.

Derechos reproductivos amenazados en el siglo XXI

La historia transcurre en los años sesenta. Se supone que los derechos reproductivos de las mujeres han avanzado desde entonces. Pero, ¿es realmente así? “En Latinoamérica hay mujeres que aún van a la cárcel por tener abortos espontáneos, y otras que mueren a causa de abortos clandestinos practicados con sondas, perejil o agujas. En España, por otra parte, hay una ley sobre el aborto que garantiza teóricamente tu derecho al aborto en unos plazos, pero esto esto muchas veces no es tan fácil. Aquí todavía hay mujeres que sienten vergüenza cuando van a someterse a estos procesos. Por otra parte, hace poco salió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, diciendo que quien quisiera abortar se fuera a otro sitio, porque ella no iba a dar una “lista negra” de los objetores de conciencia, cuando esa lista solo sirve para que la mujer sepa a qué hospitales no tiene que ir en estos casos. ¿Qué pasa con esto? Que al final se convierte en una cuestión de clase igualmente; es decir, aunque yo tenga el derecho garantizado, si voy a quedar traumatizada porque un médico me va a cuestionar, pues si tengo dinero me voy a la privada”.

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