Cultura

Circarte 2025 presenta un programa basado en dieciséis años de magia, riesgo y comunidad

El Festival Internacional de Circo Contemporáneo de Alicante ha presentado la programación de su 16ª edición, que contará con más de una veintena de actividades

ALICANTE. En el mapa cultural de la provincia de Alicante hay un festival que se resiste a ser encasillado. Ni solo circo ni únicamente teatro; tampoco música ni mera animación callejera. Circarte es, desde hace dieciséis años, un territorio fronterizo donde el arte contemporáneo se eleva sobre trapecios, se despliega en plazas y se comparte en familia. Un festival que no se limita a exhibir espectáculos: los hace florecer en barrios, pueblos y espacios no convencionales, acercando la cultura allí donde rara vez llega. Su nueva edición, presentada en rueda de prensa en el Centro Cultural Las Cigarreras, confirma el carácter expansivo y diverso que lo ha convertido en un referente del circo contemporáneo.

Se trata de una oferta con más de veinte actividades, repartidas por toda la provincia y que componen una programación que va desde las galas de alto nivel técnico en el Teatro Principal de Alicante hasta talleres inclusivos, jornadas familiares en pinares y experiencias inmersivas en la montaña. “Circarte ha sido un referente en la escena cultural alicantina durante más de una década y media, ofreciendo una programación muy diversa que cautiva a públicos de todas las edades”, subrayó Nayma Beldjilali, edil de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, que reiteró el compromiso institucional con un festival que “lleva la cultura a los barrios, a los distritos y a la zona norte de la ciudad”.

Una cartografía de lo posible

La directora de Circarte, Elena Ludwig, explicó que el festival se organiza por fines de semana y espacios, tejiendo un itinerario que conecta el mundo rural y el urbano, los grandes teatros y las plazas de barrio, lo profesional y lo comunitario. El viaje comienza el 11 de octubre en el Valle de Guadalest, con Buscando a Casiopea, una producción propia en el Bancal Escènic. Ese mismo día, el malabarista alicantino Ico Menini presenta Ya en la Casa de Cultura de Benimantell. Al día siguiente, la acción se traslada a Campello con ¿Jugamos al circo?, una jornada para familias organizada por Planea Moverte, que transformará la Pinada de los Salesianos en un parque de juegos circenses al aire libre.

El festival continúa con cine en la Filmoteca del Arniches (16 de octubre, El sol del futuro) y se abre a los barrios de Alicante el día 17, con talleres y pasacalles en Virgen del Remedio y un espectáculo de la compañía murciana Uparte, Desprevisto, en la Plaza de la Cruz. Esa misma noche, el Espacio Fractal celebra su VII Gala de Aéreos, un “dinner show” único con siete números de técnicas aéreas, tapas gourmet y artistas internacionales. El fin de semana del 18 y 19 de octubre está marcado por el eje inclusivo: talleres de circo adaptados, la proyección de un documental sobre la historia del circo en Alicante y la Gala Inclusiva en Cigarreras, con la participación de APSA y su compañía de danza Psicofusión, que estrenará la pieza Crisálida.

El 20 de octubre llega la Gran Gala de Circo en el Teatro Principal, el momento de mayor espectacularidad, con números de alto nivel técnico y artístico. El festival se completa con talleres profesionales, espectáculos en la Universidad de Alicante (El mundo mundial de Truca Circus), y un último fin de semana en Campello con propuestas familiares, clown, portés y báscula, además de la despedida en el Teatre Arniches y la fiesta final en la plaza de Benalúa. “Pensamos que es un espectáculo digno de no perderse”, afirmó Ludwig sobre la presencia de Uparte. Y extendió la invitación al conjunto del programa: “Circarte no se monta cuando sabemos que tenemos el presupuesto; se monta porque hay una comunidad detrás, artistas, espacios y público que esperan encontrarse cada octubre”.

La vida en el aire: la gala de Fractal

Uno de los núcleos más esperados de Circarte es la gala que organiza Espacio Fractal, dirigido por Pablo Cuello. Esta edición, la séptima, cambia de escenario: se celebrará en La Fundición, un lugar con carácter que refuerza el espíritu de un evento que mezcla espectáculo aéreo y experiencia gastronómica. “Hace siete años quisimos explicar al público qué eran las disciplinas aéreas. Hoy la gala se ha convertido en una cita esperada, tanto por artistas como por espectadores”, cuenta Cuello. Este año participarán dúos de straps, danza vertical, números de red aérea y trapecio, además de estrenos de artistas formados en la propia escuela Fractal. No se trata solo de exhibir técnica: “Más que un espectáculo, es un escaparate del circo contemporáneo donde se mezclan investigación, técnica y emoción, mientras compartimos una copa de vino y unas tapas”, resume Cuello.

Inclusión como lenguaje universal

Una de las novedades de esta edición es la alianza con APSA, la asociación que atiende a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo en Alicante. Su directora de Comunicación, Noelia García, destacó el valor de esta colaboración: “El arte está más allá de cualquier certificado de discapacidad. Es un lenguaje de emociones y creatividad que todos podemos compartir”. El día 18, la compañía Psicofusión de APSA estrenará la pieza Crisálida, un trabajo que simboliza el renacer y la superación de las corazas personales. “Es un mensaje universal: romper para crecer. Habla de la realidad de muchas personas con discapacidad, pero también de cualquiera que se sienta atrapado en sí mismo”, explicó García.

El circo en el bosque: Bancal Escènic

Si algo distingue a Circarte de otros festivales es su apuesta por el medio rural. Desde hace años, Lomi, fundador del festival, coordina el proyecto Bancal Escènic, en el Valle de Guadalest. Allí, un bancal se convierte en escenario y experiencia para escolares y público general. “No es solo un espectáculo, es una excursión, una vivencia en la naturaleza que prepara al espectador para entrar en otra energía. No pensamos en hacer gira: se trata de que la gente venga al valle, al espacio donde la pieza ha nacido”, explica Lomi. Este diálogo entre lo íntimo y lo multitudinario, entre lo rural y lo urbano, es parte de la identidad de Circarte. “Podemos ir de una gala en el Teatro Principal a una experiencia íntima en la montaña. Ese equilibrio es lo que da sentido al festival”, añade.

Un tejido de colaboraciones

La historia de Circarte es también la de una red. Desde su primera edición en 2009, ha sobrevivido gracias a la colaboración entre artistas, asociaciones, ayuntamientos y espacios culturales. “El denominador común desde el inicio ha sido generar colaboraciones. La magnitud del festival es posible porque hay ayuntamientos implicados, asociaciones que suman y espacios que nos acogen”, recuerda Lomi. La edil Nayma Beldjilali lo expresó en la rueda de prensa: “Ver esta mesa llena de agentes culturales demuestra que Circarte es un éxito compartido. Desde el Ayuntamiento seguiremos apostando por este festival que acerca el arte contemporáneo a todos los públicos”.

El desafío de la sostenibilidad

No obstante, sostener un festival como Circarte no es fácil. Elena Ludwig fue clara: las dificultades económicas persisten y muchas veces se programa sin certezas de financiación. “Este año seguimos sin saber si recibiremos una de las subvenciones que en otras ediciones ha sido crucial. Montamos Circarte confiando en que saldrá adelante, porque detrás hay compañías, espacios y público que ya están comprometidos”, señaló. Su aspiración es crecer aún más en Alicante, llevar el festival a más barrios y consolidar la programación en plazas emblemáticas. Pero para ello hace falta apoyo estable: “Ojalá podamos llegar a un punto en que Circarte tenga una jornada completa en el centro de la ciudad, enlazando espectáculos en la plaza del Ayuntamiento, el Teatro Principal y otros espacios”.

Una invitación a jugar

Entre lo más entrañable de la programación se encuentra la jornada de Campello con Planea Moverte, liderada por Carolina Rueda. Su entusiasmo refleja el espíritu del festival: “Para mí Circarte es un regalo. Este año invitamos a las familias a jugar al circo, a olvidarse por un día de ser adultos y redescubrir el juego como lo hacen los niños”. El espacio, la Pinada de los Salesianos, se llenará de talleres, pintacaras y espectáculos participativos, culminando con la compañía catalana Moi Jordana, que invita al público a entrar en su carpa y convertirse en protagonista.

Más allá del espectáculo

Tras dieciséis ediciones, Circarte es mucho más que un festival de circo. Es un laboratorio de convivencia, un cruce de caminos entre lo profesional y lo comunitario, entre la tradición del barrio y la experimentación contemporánea. Lo resumía Lomi al cierre de la presentación: “Circarte es un tejido vivo, hecho de sinergias y escucha. Lo que hemos construido solo tiene sentido si seguimos creciendo juntos”. Y, así, del Bancal Escènic al Teatro Principal, de la plaza de Argel a la Pinada de Salesianos, Circarte seguirá trazando su cartografía de lo posible: un mapa de afectos, riesgo y belleza compartida.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo