VALÈNCIA. Cuatro meses después de la Dana que inundó decenas de municipios valencianos y provocó la muerte de 227 personas, la situación política en torno a la catástrofe ha alcanzado un elevado nivel de crispación, especialmente en torno a Carlos Mazón y su papel durante la tarde del 29 de octubre. El cambio de versión del Consell sobre la hora a la que llegó Mazón al Cecopi el día de la riada, sumada al frío apoyo que recibió el jefe del Consell durante su visita a Madrid el pasado lunes sitúan al president en uno de los momentos más críticos desde las inundaciones. Desde Génova cierran filas con Mazón y defienden su continuidad al frente del Gobierno autonómico: "Es el único que está dando la cara y todas las explicaciones", expresaba este viernes el vicesecretario del PP Elías Bendodo.
No obstante, diferentes voces populares han mostrado a lo largo de la semana su "preocupación" en torno a los cambios de versión de Mazón, dándolo incluso por "amortizado" políticamente. Como posible relevo, se ha apuntado hacia la alcaldesa de València, María José Catalá, aunque la propia edil ha reiterado que desde el PP no se le ha ofrecido "en absoluto" esta posibilidad y que no se plantea dejar el Ayuntamiento de València: "La única responsabilidad que quiero ostentar es la de alcaldesa", aseveró este viernes. En cualquier caso, la logística para poder relevar a una figura como Mazón es compleja, pues plantea diferentes escenarios que pueden suponer ciertas dificultades para que los populares sean capaces de mantener el Gobierno valenciano.
En medio de todo este proceso, la presión sobre Mazón sigue en ascenso y este mismo sábado se celebrará la quinta manifestación en la ciudad de València para reclamar su dimisión, que de obtener unas cifras de afluencia similares a las primeras convocatorias situarían al jefe del Consell en una situación aún más compleja. A ello se suma una posible moción de censura por parte del PSPV y Compromís, aunque la suma de ambas formaciones en Les Corts Valencianes es insuficiente como para desplazar a Mazón de la Presidencia del Ejecutivo autonómico. La secretaria general de los socialistas valencianos, Diana Morant, y el síndic de Compromís, Joan Baldoví, se reunirán próximamente para abordar esta cuestión, aunque desde las formaciones aún no han confirmado cuando se producirá este encuentro.
Para tratar de rebajar esta presión, el jefe del Consell tiene por delante una serie de desafíos que de superar con éxito podrían mejorar su reputación como es el caso de las Fallas que se celebran este mes de marzo o la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat, que se presentarán, previsiblemente, el próximo martes. Sobre estos últimos, las negociaciones con Vox para su posible respaldo avanzan "desde hace tiempo", aunque desde la formación que preside Santiago Abascal no dan nada por cerrado: "Al final será sí o será no, pero de momento las negociaciones son fructíferas", expresó este viernes el síndic de Vox en Les Corts, José María Llanos, dejando abiertos todos los escenarios. De conseguir el apoyo de Vox, las cuentas no obtendrían luz verde hasta el próximo 16 de mayo, cuando se voten en Les Corts Valencianes. Es por ello que aún quedan por delante en torno a dos meses y medio para que se conozca el desenlace final de unos Presupuestos que podrían suponer un balón de oxígeno para el president.
Es por ello que el futuro más inmediato de Mazón pasa por sortear la presión judicial en torno a la investigación del Juzgado de Instrucción de Catarroja sobre la Dana, así como por la evolución de un proceso alejado de la riada pero con un elevado impacto sobre el Consell como es la elección de la lengua base en los centros educativos valencianos. La consulta arrancó el pasado martes y concluirá el próximo día 4. La Plataforma per l'Ensenyament ha denunciado a lo largo de esta semana una serie de problemáticas en un proceso de votación que ha estado en el foco mediático durante las últimas semanas. El conseller de Educación, José Antonio Rovira, salió al paso de las críticas este jueves al asegurar que la web de votación explica "perfectamente" las dudas de los participantes. Los resultados de este proceso, que se comunicarán una vez terminen las votaciones, podrían repercutir sobre la figura del máximo responsable del Gobierno valenciano.
Tres meses del nuevo Consell
Más allá de la posición en la que se encuentra Mazón cuatro meses después de la catástrofe, lo cierto es que también se cumple el primer trimestre desde la remodelación del Consell que se produjo con el objetivo de abordar la reconstrucción posdana. Mazón redibujó el esquema del Gobierno valenciano tras las salidas de las conselleras Nuria Montes y Salomé Pradas con la creación de dos departamentos y la llegada de cuatro nuevos consellers. Francisco José Gan Pampols fue el fichaje 'estrella' para la recuperación de la zona afectada por la riada al situarlo como vicepresidente segundo del Consell. Teniente general retirado, Gan Pampols supuso un golpe de efecto para el Gobierno de Mazón en las primeras semanas posteriores a las inundaciones. También llegó al Ejecutivo Juan Carlos Valderrama, como conseller de Emergencias e Interior; Nuria Martínez, como consellera de Justicia y Administración Pública; y Marian Cano, como consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.
A lo largo de estos primeros tres meses, Gan Pampols ha sido la figura que ha contado con mayor exposición pública al tener un papel claramente relacionado con la gestión de la recuperación. Su perfil, alejado de la política, ya fue advertido por el propio vicepresidente en una entrevista a EFE tras su nombramiento: "No aceptaré directrices de carácter político que alteren lo que proponga", aseguró. Tras ello, un trimestre en el que ha mostrado varias salidas de tono respecto a la línea argumental del Consell que han llevado incluso a que la vicepresidenta primera y portavoz del Ejecutivo, Susana Camarero, llegara a corregir públicamente unas declaraciones de Gan Pampols sobre la regulación de personas migrantes que se vieron afectadas por la Dana.
Lo cierto es que Vox también ha evidenciado su descontento con el vicepresidente para la Recuperación. En esta línea, Llanos se dirigió al vicepresidente durante el Pleno de Les Corts celebrado la semana pasada para espetarle: "No ha comprometido su futuro político con el gobierno que le ha nombrado, sino con el del traidor Sánchez". Durante esta sesión plenaria, Vox votó en contra de un decreto ley impulsado por Gan Pampols por el que se creaba una comisión interdepartamental para la reconstrucción tras la Dana al mismo tiempo en el que 'salvó' a Mazón al votar en contra de una iniciativa de Compromís que instaba a su dimisión. Un movimiento con el que los voxistas buscaron escenificar su rechazo a la figura del vicepresidente en plenas negociaciones entre PP y Vox sobre los Presupuestos de la Generalitat.
El resto de nuevos consellers han tenido un perfil menos mediático durante este primer trimestre, con tareas más enfocadas a ponerse al día en sus departamentos, reunirse con entidades y asociaciones de la sociedad civil, así como acudir a los actos habituales relacionados con sus carteras. Por otro lado, durante estos meses el Gobierno valenciano también incrementó en 11 el tope de asesores pasando a un total de 72 plazas máximas para personal eventual. Un movimiento que fue enmarcado en el crecimiento de la estructura de Gobierno para abordar la reconstrucción tras la riada y que permite que el Consell cuente actualmente con un total de 71 asesores, según GVA Oberta.
Con la comisión de Les Corts en el horizonte
Concluidos los primeros cuatro meses tras la catástrofe, la actualidad política de las próximas semanas estará especialmente marcada por la comisión de investigación de Les Corts sobre la Dana, que fue constituida a comienzos de febrero y que cuenta con Miriam Turiel (Vox) como presidenta, Vicente Betoret (PP) como vicepresidente y Alicia Andújar (PSPV) como secretaria. Los cuatro grupos que forman el Parlamento autonómico han presentado durante los últimos días sus propuestas de planes de trabajo para este órgano que incluyen la solicitud de comparecencias de figuras como Carlos Mazón; Salomé Pradas; el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; el expresident de la Generalitat, Ximo Puig; o el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Una vez recibidos todos los planes por parte de la mesa de la comisión, los grupos contarán con unos días para llegar a acuerdos en torno a estos documentos y aprobar un único plan de trabajo. Por ahora, el Ayuntamiento de València ya ha celebrado su comisión relacionada con esta catástrofe, que cerró unos días antes de cumplirse cuatro meses de la riada. Una órgano “de estudio, que no de investigación” —como ha insistido en reiterar el portavoz del ejecutivo local, Juan Carlos Caballero—, que estuvo envuelto en polémica casi desde su constitución. Sin consenso sobre los comparecientes, la oposición decidió abandonar la comisión al considerarla “un fake”.
Finalmente, no declaró ningún responsable político (ni la alcaldesa ni el president de la Generalitat o la delegada del Gobierno), ni tampoco ningún representante de la Confederación Hidrográfica del Júcar o de la Aemet. En este escenario, las conclusiones se centraron en una batería de casi cien propuestas orientadas a prevenir futuros episodios como el ocurrido, pero que apenas mencionaban los posibles errores cometidos la tarde del 29-O. Numerosos reproches a la CHJ, a la falta de inversiones del Gobierno e incluso a la escasez de personal en la Aemet quedaron reflejados en las conclusiones de la comisión.
A diferencia de lo ocurrido con el Cecopi, el centro de coordinación de la emergencia del Ayuntamiento de València (Cecopal), sí se convocó a las 11 de la mañana del día 29 de octubre. Esta convocatoria ‘’temprana’’ que el propio responsable de la Aemet en Valencia ha puesto en valor, ayuda a situar a Maria José Catalá en una posición más cómoda que la de Mazón. Pese a esto, no se pudieron evitar las 17 víctimas mortales de las pedanías de La Torre, Castellar l’Oliveral y Forn d’alcedo.