VALÈNCIA. (EP) El Gobierno asegura que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) "no podía conocer" el pasado 29 de octubre --el día de la Dana que arrasó gran parte de la provincia de Valencia-- los "enormes caudales" del barranco del Poyo en su tramo final, pero recalca que sí se conocía "la estimación" que marcaba el sensor de dicho barranco, una información que se transmitió "de forma continua y en tiempo real" y que estaba "disponible" para el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) y la ciudadanía.
En concreto, apunta que estos datos se ofrecieron "tanto a través de la web del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) como en el visor de la Red de Alerta Nacional de Protección Civil (RAN)", a la que el Centro de Emergencias, subraya, tiene "acceso privilegiado".
Todo ello fue así, sostiene el Ejecutivo central en una respuesta parlamentaria a diputados del PP, fechada el 19 de marzo y consultada por Europa Press, hasta que el sensor del barranco del Poyo "fue destruido y arrastrado por la corriente pasadas las 19.00 horas" del 29 de octubre. Además, añade que, sobre esta cuestión, "se mandó un aviso, redundante y por correo electrónico, a las 18.43 horas, al CCE".
En este contexto, el Gobierno subraya que el SAIH es un "sistema de observación, no de predicción", cuya función es "aportar información en relación con la seguridad y la explotación de las presas y del resto de infraestructuras de titularidad del Estado", como "proporcionar información hidrológica de los grandes ríos y pluviométrica en toda la demarcación hidrográfica".
No obstante, precisa que entre sus funciones "no tiene la de facilitar información en tiempo real de los caudales de todos los cauces, en especial de ramblas o barrancos". Y sobre el "caso concreto" de la cuenca del barranco del Poyo, argumenta que el SAIH "dispone de un sensor de nivel que el centro de proceso de cuenca de la CHJ, con un modelo matemático, transforma en una estimación de caudal".
Este sensor --ubicado en el cruce del barranco con la N-III--, según especifica el Gobierno, "recoge en torno al 50 por ciento de la superficie de la cuenca" del barranco. Sin embargo, advierte de que existen aguas abajo de dicho sensor "muchos otros barrancos que se incorporan al barranco del Poyo, hasta que, en el casco urbano de Torrent, todos los cauces confluyen en uno único que desemboca en l'Albufera".
Información "complementaria"
Por otra parte, el Ejecutivo central subraya que el Plan Especial ante el Riesgo de Inundaciones en la Comunitat Valenciana para el seguimiento de los barrancos "contempla otros sistemas alternativos, consistentes básicamente en recopilar información de los ayuntamientos, de los cuerpos de seguridad y emergencias desplazados en el territorio y de la lectura de escalas situadas en puntos estratégicos en los barrancos principales".
Y con estos "sistemas alternativos", añade, la información que proporciona el SAIH es "complementaria al resto" de datos. Por tanto, recalca que esta herramienta es "de comprobación y contraste de los datos obtenidos por medio de los sistemas alternativos indicados, a petición del Centro de Coordinación de Emergencias".
Los 'populares' también habían preguntado sobre el motivo por el que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, "no trasladó al Cecopi la alarma del desbordamiento del barranco del Poyo". Al respecto, el Ejecutivo central remite a los diputados a encontrar la "cumplida información" sobre la actuación de la Delegación del Gobierno en la comparecencia que realizó a petición propia el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, en el Congreso el 13 de diciembre.