Análisis

COMUNITAT VALENCIANA

Camps va a por todas y no ve obstáculos en el PPCV

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ALICANTE. Con el argumento de que el Partido Popular de la Comunitat Valenciana necesita un impulso, y que el Gobierno de la Generalitat Valenciana —especialmente Carlos Mazón— está centrado en la reconstrucción tras la DANA, Francisco Camps ha demostrado este miércoles en Alicante que va a por todas y que quiere volver a liderar la organización. La recompensa que ofrece son las mayorías absolutas, pese a que el contexto político de 2025 sea muy distinto al de hace 20 años. Aun así, la sensación es que, en lo orgánico, no tiene obstáculos reales.

Este miércoles, además, ha presentado un organigrama compuesto por 100 personas, entre ellas algunos ex cargos relevantes en otras etapas del PP, aunque su intención es seguir sumando más apoyos. Asegura que la dirección del partido conoce su proyecto y que también contribuirá a que Feijóo logre una mayoría absoluta, como él promete. Mientras tanto, la pelota está en el tejado de la dirección de Génova, que hace equilibrios para defender a Carlos Mazón y, por ahora, se limita a demorar la convocatoria de un congreso regional que debería impulsar al futuro candidato, ya sea Mazón u otro.

Estas son las incógnitas a las que se enfrenta la apuesta del expresident:

1) Nunca un candidato no avalado por la dirección del PP ha logrado hacerse con el poder orgánico

A día de hoy, Camps busca lo que parece imposible: que un outsider se haga con las riendas del partido. En el PP, la tradición presidencialista pesa mucho, y quien ha sido señalado por la sede de Génova ha sido siempre el presidente. Sin ir más lejos, el relevo de Isabel Bonig por Carlos Mazón se realizó siguiendo esa lógica. Por tanto, a Génova solo le queda retrasar el congreso regional para capear los intentos del ex jefe del Consell y esperar que el futuro candidato logre una mayoría absoluta que legitime su liderazgo... o que Sánchez caiga.  

2) El PP confía en la caída de Sánchez

Desde que estalló el caso Santos Cerdán, el panorama político ha cambiado. Desde entonces, el PP ha adoptado una actitud más agresiva en la oposición, lo que a su vez ha dado cierto aire a Carlos Mazón. La polémica sobre el comisionado de la DANA, José María Ángel Batalla, y su título académico, ha alimentado esa estrategia. Por eso, los dirigentes del PP insisten en que ahora no es momento de hablar de un congreso regional y centran su atención en una posible dimisión del presidente del Gobierno y un eventual adelanto electoral. Ante ese escenario, una hipotética victoria podría permitir a Génova encarar el futuro del PPCV desde una posición de fuerza. 

3) Camps no se detiene

Mientras tanto, Francisco Camps ha dejado claro que no piensa frenar su ofensiva para liderar el PPCV. Para ello, no solo ha presentado un equipo —que ya trabaja en un programa electoral y de gobierno—, sino que busca sumar más apoyos con el argumento de que es necesario reactivar el partido. En este punto, el ex jefe del Consell podría encontrar consuelo y respaldo entre la militancia, especialmente en aquellos municipios donde el PP no gobierna y las labores de oposición están más desguarnecidas. En la confección de las listas para las pasadas elecciones municipales, la dirección del PPCV ya dejó "cadáveres" que podrían volverse ahora en su contra.

4) Si no cae Sánchez, ¿continuidad de Mazón o un salvavidas? 

Antes de convocar un congreso regional, Feijóo tiene un dilema pendiente en la Comunitat Valenciana: llegará un momento en que deberá decidir si Mazón se presenta a la reelección o si opta por un relevo —siempre que tenga margen para ello— que complete el mandato. No sería algo descabellado; la propia dirección nacional ha dejado entrever esa posibilidad en otras ocasiones. Además, el PPCV ya vivió una situación similar cuando Zaplana dejó la Generalitat y José Luis Olivas asumió la presidencia interina hasta la llegada de Camps.. 

5) Si no cae Sánchez, no hay cambio en la Generalitat, Camps va a seguir...

Tras lo visto este miércoles en Alicante, parece claro que Camps no se detendrá hasta que se convoque el congreso regional. Asegura que, si se sigue la lógica del partido, debería celebrarse antes del verano de 2026. Y puede que no haya congreso; puede que Sánchez siga en el Gobierno y que Mazón agote el mandato o incluso repita. Sea como sea, Camps da la sensación de no tener límites en su afán de sumar militantes, lo que representa un riesgo para Feijóo a la hora de convocar el congreso, ya sea para revalidar a Mazón o para buscar una alternativa. Es decir, la "bola Camps" puede crecer tanto que ni el presidencialismo del PP ni la obediencia de los principales cargos públicos puedan frenarla. Todo está abierto, y Camps parece decidido a no ceder fácilmente. Él considera que ya hizo sacrificios y que ha pagado su precio en la opinión pública. Por tanto, solo se detendrá si es derrotado democráticamente en un congreso. Pero para eso hay que convocarlo, antes o después.

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