BENIDORM. Desde la entrada, la salida y los 14 días después del viaje. Benidorm plantea la puesta en marcha de un 'hospitality team' para hacer un seguimiento de la situación sanitaria de los turistas que visiten la ciudad para incrementar las medidas de seguridad en el destino frente a la covid-19. Esta es una de las medidas anunciadas dentro del proyecto 'Benidorm Island', que busca presionar a los gobiernos británico y español para buscar una alternativa a la cuarentena.
El concepto está claro, quieren un trato igual que las islas. Esta es la idea global transmitida por la Fundación Visit Benidorm, el Ayuntamiento y la patronal hotelera Hosbec. Así, señalaron que además la ciudad funciona de esa manera, donde los británicos se aislan en la localidad sin moverse a otros regiones y por ello se podría considerar que tienen una movilidad controlada como en una isla. Además, afirmaron que los datos de coronavirus es similar a los de Canarias.
Con todo, remarcaron la importancia del diálogo con el Reino Unido, que implicados en el 'bréxit', se prevé que no participe en el semáforo europeo planteado para regiones acotadas (y no países) en función de la situación sanitaria.
Precisamente, Benidorm se nutre de los turistas británicos, que suponen casi la mitad de las pernoctaciones hoteleras. La cuarentena impuesta a mitad de verano fue un jarro de agua fría para los empresarios, que vieron reducidas sus posibilidades de enganchar a la demanda latente que tienen en este país, a pesar de que la capital de la Costa Blanca tenía buenos datos sobre los contagios.
Es más, el propio presidente de Hosbec, Toni Mayor, señaló este miércoles que la imagen "bastante mala" que tenía España fuera de sus fronteras había lastrado los datos turísticos.