BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha iniciado los trámites para sacar a licitación un nuevo contrato para la concesión del bus turístico similar al que hay en la actualidad en forma de tranvía. Así lo recoge la resolución de la revocación de la autorización para la empresa, que como anunció este diario, le daba hasta el 31 de octubre para finalizar el servicio. El Consistorio le dio un periodo de alegaciones que la mercantil usó para mostrar su conformidad y anunciar el fin de los traslados desde el pasado 30 de septiembre, tal y como recoge el expediente.

El informe del departamento de Contratación recuerda que la empresa, Medtrast 98 SL, llevaba 24 años trabajando en la ciudad con una autorización en precario. "Se concedió de forma discrecional, en precario, de manera directa y sin haberse tramitado procedimiento licitatorio alguno", reseña. 

Al mismo tiempo, aclara que estas autorizaciones están amparadas por el artículo 77 del Reglamento de Bienes de las Entidades Locales, aprobado por el Real Decreto 1372/1986, de 13 de junio. A su vez, informa que son revocables por el Ayuntamiento en cualquier momento sin indemnización "al tratarse de un acto unilateral de tolerancia por parte de la Administración". Para ello, tienen que tener sus fundamentos.

Los motivos para revocar ahora el permiso responde a cuestiones medioambientales y de evolución de la ciudad. Así, el servicio de Ingeniería abordó la necesidad de finalizar con estos trayectos por la obsolescencia del vehículo diesel utilizado, con más de 22 años de antigüedad "el cual compromete el bienestar de los distintos usuarios de las vías más céntricas y zonas residenciales, donde conviven peatones y ciclistas", menciona el documento elevado a la Junta de Gobierno.

"Es de público conocimiento el esfuerzo que los municipios estamos realizando para conseguir disminuir la contaminación que provoca el uso de combustibles fósiles en nuestras ciudades", comenta el escrito. Para ello, destacan que Benidorm está tomando medidas para rebajar la contaminación por el tráfico rodado en el centro, como es el proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el que se restringe el paso de vehículos para reducir las emisiones de CO2 para mejorar la calidad del aire que respiran sus ciudadanos y reducir el ruido.