ALICANTE. La edil no adscrita, Nerea Belmonte, ha renunciado a usar su turno de palabra en el desarrollo del pleno de investidura del nuevo alcalde de Alicante, tras la dimisión del socialista Gabriel Echávarri. Su posición sigue siendo una incógnita desde que se celebrase el último encuentro con representantes del PSPV, en la noche del miércoles, en las que exigió garantías por escrito de que se iba a promover una cuerdo para que se le asignase sueldo, en las mismas condiciones que el resto de concejales de la corporación. El voto de la exconcejal de Guanyar parece seguir siendo el determinante para que se decante el futuro de la Alcaldía de la segunda ciudad de la Comunitat en favor del PSPV, si se reúnen los 15 apoyos que resultan necesarios, o del PP, como lista más votada en las municipales de 2015.

Sí ha intervenido el segundo concejal no adscrito, Fernando Sepulcre, quien ha anunciado colaboración para los proyectos que beneficien a Alicante al nuevo alcalde de Alicante, sea quien sea.