ALICANTE. Llegó la hora de la tercera fase de la remodelación de La Explanada: el tramo comprendido entre la calle Bilbao y La Rambla con el que se pretende dar continuidad a la transformación peatonal del eje Constitución-Bailén. El pasado septiembre, la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Alicante aprobó la adjudicación de la redacción del proyecto a la UTE compuesta por Escalar y Guía Consultores SLP. Y es ahora cuando se ultima su definición técnica, con el foco situado sobre la nueva plaza que se pretende configurar como punto de enlace de todo el paseo, en el llamado fondo de saco de La Rambla. Se trata, como avanzó este diario, de un nuevo espacio peatonal diáfano concebido para el desarrollo de conciertos, representaciones, actos relacionados con las fiestas o exposiciones al aire libre, que quedará coronado por un hito escultórico singular del que hasta ahora no se ha dado a conocer ningún avance. Entre otros puntos, porque sigue siendo objeto de reflexión.
¿En qué puede consistir, en concreto, ese hito y cómo quedará configurado todo el conjunto? Por el momento, la Concejalía de Urbanismo y los gabinetes de arquitectura encargados del proyecto parten de un concepto básico: que el nuevo espacio se convierta en un lugar de referencia de la ciudad, capaz de dar continuidad al escaparate turístico de La Explanada, pero sin sustituirlo ni mimetizarlo.
Así, el proyecto -todavía sujeto a posibles modificaciones en ese proceso de reflexión- toma como punto de partida las teselas del reconocido paseo. De hecho, el planteamiento de inicio prevé que una de las ondas formadas por esas teselas salga de la franja central del paseo para extenderse hasta el fondo de la Rambla formando un recorrido sinuoso sobre el suelo de la nueva plaza. Ese recorrido quedará jalonado, además, por la disposición de chorros de agua y haces de luz, con la posibilidad de incorporar, incluso, un sistema de sonorización programable para combinar el funcionamiento de los surtidores y de las luces.