ALICANTE. La actualización de la Ordenanza de Limpieza de Alicante entra en la rampa de lanzamiento para su entrada en vigor. El texto normativo revisado después de nueve años quedará aprobado definitivamente en el pleno ordinario de marzo, el próximo jueves, una vez cubierto el periodo de exposición al público para la presentación de alegaciones sin que se prevea encajar ninguna modificación. Cuando menos, esa es la propuesta de acuerdo que se someterá a dictamen político en la comisión informativa de Servicios, este viernes, a la vista del rechazo a los paquetes de aportaciones planteados por tres entidades dedicadas a la gestión de residuos: Ecovidrio, Ecoembes y Recyclia.
Las tres habían propuesto cambios en la redacción de varios de sus artículos con el fin de clarificar su contenido en aspectos como la suscripción de convenios para la gestión de determinados tipos de desechos; la obligación de nombramiento de un responsable encargado de promover la separación de residuos en eventos públicos que concentren a más de 5.000 personas, o la exigencia de que los negocios hosteleros queden sujetos a esa clasificación selectiva en los ámbitos en los que esté habilitado el sistema de recogida puerta a puerta, por ejemplo.
Sin embargo, el informe técnico de resolución de esas enmiendas concluye que esos aspectos están debidamente regulados en la normativa propuesta o que, en su defecto, quedarán contemplados en autorizaciones sectoriales que deben conceder los distintos departamentos municipales competentes. De ahí que se concluya que no resulta procedente incorporar los cambios propuestos, a pesar de que puedan ser sugerencias a tener en consideración en el proceso de aplicación de esa ordenanza.
A partir de ese informe, todo parece indicar que el acuerdo de aprobación definitiva de la ordenanza prosperará con un respaldo mayoritario de los cinco grupos políticos representados en la corporación: PP, PSOE, Vox, Compromís y Esquerra Unida Podem. Como mínimo, su aprobación inicial, el pasado noviembre, ya contó con el respaldo de las tres principales formaciones (PP, PSOE y Vox) que equivalen a la suma de 26 de los 29 concejales del pleno. Por su parte, los representantes de Compromís y EU Podem votaron en contra al considerar que lo relevante no era disponer de una nueva ordenanza, sino que se incrementasen los controles sobre la concesionaria de limpieza y que la norma reguladora se hiciese cumplir, lo que, a su juicio, no había ocurrido con la ordenanza precedente.
Mejora de la escena urbana
Así, al margen de que puedan sucederse esas críticas en el debate sobre la validación del texto, el equipo de gobierno, del PP, tendrá el camino despejado para comenzar a aplicar las novedades de esa regulación: una herramienta con la que se confía en mejorar la imagen de la escena urbana de la ciudad y que permita contrarrestar las conclusiones de las encuestas -como la elaborada por la OCU- que vienen situando a Alicante entre las capitales más sucias del país de manera recurrente. Por lo pronto, la ordenanza trata de reforzar la labor de los inspectores en la supervisión del servicio, aunque todavía no se habría promovido la ampliación de los disponibles en plantilla para llegar a 14.

- Un baldeo en la avenida de Alfonso El Sabio de Alicante. -
Además, el nuevo texto normativo también amplía tanto los supuestos sujetos a la imposición de sanciones, como su importe. En concreto, se pasa de las 63 infracciones contempladas en la ordenanza aprobada en 2016 para abarcar 86 comportamientos penalizables. Y se incrementa la cuantía de varias de las sanciones respecto a lo previsto en la regulación precedente, hasta el punto de que algunas de ellas llegan a triplicarse, en una graduación que ahora va desde los 750 euros para las multas por infracciones leves hasta los 3.000 para las muy graves. Entre las faltas que se habrían gravado con una cuantía superior figuran los comportamientos que han venido suscitando más quejas por parte de la ciudadanía, como depositar la basura fuera del horario establecido; dejarla fuera del contenedor; miccionar en la calle; tirar colillas, papeles o chicles al suelo; no recoger los excrementos de las mascotas, o dejar enseres en la vía pública sin contactar previamente con el servicio de recogida gratuito del que dispone UTE Netial, la empresa concesionaria del servicio.
En principio, ese mayor control sobre los comportamientos incívicos se habría comenzado a desplegar a lo largo de 2024, en función de las cifras facilitadas por el equipo de gobierno a cierre de ese ejercicio. En ese año, se habrían abierto 647 expedientes sancionadores frente a los 360 de 2023. Esa labor se habría visto reforzada en el arranque de 2025 con una campaña de concienciación intensiva de cinco meses de duración, bajo el lema Hagamos Alicante más limpia, con la que se busca implicar a la ciudadanía para no generar suciedad. Y, al tiempo, esa labor se habría complementado con una campaña de vigilancia reforzada con participación de la Policía Local en la que se habrían impuesto 100 multas en 10 días. La mayoría de ellas (un 23%) fueron por el vertido incontrolado de escombros y por el abandono de enseres en la vía pública (un 19%), aunque también destacarían las derivadas por orinar en la calle (un 20%), por no limpiar la zona de veladores tras su retirada (un 7%) y por no respetar el horario para depositar las bolsas de basura en el horario establecido (un 6%). El edil de Limpieza, Manuel Villar, apuntó este martes que ese balance podría ser superior en el caso de que se dispusiese de autorización de la Subdelegación del Gobierno para que los agentes de policía pudiesen patrullar de paisano.