Alicante

Más límites: los vecinos exigen el adelanto del cierre de pubs y discotecas en las ZAS de Alicante

Los residentes del Centro Tradicional reclaman que se iguale el horario de cierre a la 1:00 horas como máximo y que la suspensión de licencias se extienda a los traspasos. El Casco Antiguo pide acortar su horario 30 minutos

  • Los veladores instalados en el eje central de la calle Castaños, durante una intervención de los bomberos.
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ALICANTE. Las medidas de control al ruido sobre los locales de ocio y hostelería promovidas por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante mediante la implantación de dos Zonas Acústicas Saturadas (ZAS) en el Centro Tradicional y el Casco Antiguo no acaban de satisfacer a los residentes de ambos barrios. Representantes de sus respectivas asociaciones vecinales ya mostraron su desacuerdo en el momento en el que se produjo la aprobación de ambas regulaciones en Junta de Gobierno. Y ahora se acaba de sustanciar esa disconformidad con el registro de los correspondientes paquetes de alegaciones en los que admiten que se trata de un paso encarrilado en la buena dirección para tratar de atajar el conflicto, aunque añaden que todavía no resulta suficiente si de lo que se trata es realmente de garantizar su derecho al descanso. De ahí que sus propuestas coincidan en una misma reclamación: que se aplique una mayor reducción en el horario de funcionamiento, de forma que se adelante el cierre de pubs y discotecas.

En el caso del Centro Tradicional, los vecinos consideran necesario que se implemente ese recorte en concreto en el caso de las discotecas. Con la regulación incorporada hasta ahora en las dos ZAS, se permite su apertura hasta la 1:00 horas de domingo a jueves, y hasta las 3:00 horas los viernes y sábados. La demanda que plantean los residentes es que su horario se iguale al de los pubs, de modo que todos los locales de ocio cierren a las 00:30 horas, de domingo a jueves, y a la 1:00 los viernes y sábados. Todo ello, además, con la advertencia de que deberían adoptarse medidas adicionales para las otras cuatro discotecas autorizadas en el perímetro del Centro Tradicional que no quedan afectadas por las condiciones de la ZAS al situarse en calles no incluidas en su perímetro: el área delimitada por las calles Castaños, San Ildefonso, Cándida Jimeno Gargallo y el tramo de la calle San Francisco comprendido entre su intersección con Castaños y el Portal de Elche. A juicio de los vecinos, si se aplica un horario distinto en las dos discotecas que sí están encuadradas en ese ámbito, se corre el riesgo de que los clientes se trasladen a las que pueden permanecer abiertas hasta las 7:30 horas. O lo que es lo mismo, que no se conseguiría resolver el problema del exceso de ruido, sino su reposicionamiento.

Con todo, ese no es el único punto sobre el que giran sus peticiones de cambio en la regulación de las ZAS. Los residentes respaldan que se produza la reducción del 50% en la superficie autorizada para que cada local pueda situar veladores, pero recalcan que la disposición del mobiliario de esas terrazas quede alineado sobre la fachada de cada establecimiento con el propósito de que se garantice un espacio libre de 4,5 metros de longitud en el centro de cada calle para permitir el paso de los ciudadanos y, en su caso, de los servicios de emergencia en el supuesto de que se produzca un siniestro que requiera de su intervención. Y no solo eso. En tercer término, la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional también reclama que la suspensión de licencias recogida en la ZAS extienda sus efectos en el momento en el que se produzca un traspaso en la gestión de un negocio, de tal forma que el nuevo titular no pueda aprovechar una licencia previa para continuar con la gestión de un pub. De lo contrario, según los vecinos, el bloqueo a la concesión de nuevos permisos no tendría ningún efecto, puesto que todos los bajos comerciales susceptibles de acoger un negocio hostelero ya está en funcionamiento y, por lo tanto, no se va a conseguir el bloqueo pretendido que inspiraría esa decisión con el fin de mitigar las emisiones de ruido. 

Una de las protestas vecinales frente al ruido en el Casco Antiguo de Alicante.
  • Una de las protestas vecinales frente al ruido en el Casco Antiguo de Alicante. -

En cuarto término, en sus alegaciones reiteran su rechazo a que se contemple la posibilidad de instalar televisores en el exterior de los locales, pese a que se exija que funcionen sin volumen, ya que consideran que con ello se da pie a la generación de concentraciones de clientes en la calle para presenciar espectáculos como los partidos de fútbol, con la consiguiente producción de ruido con un uso distinto al que debería ser el de los veladores. En quinto lugar, reclaman que también se aplique un nuevo régimen horario para las tiendas de conveniencia, de modo que quedaen cerradas entre las 22:00 y las 8:00 horas con el propósito de evitar la venta de alcohol por la noche que pueda dar pie a la práctica del botellón. Como sexta alegación, expresan su rechazo a la propuesta de creación de una mesa de trabajo sobre el ruido como herramienta para el análisis y seguimiento de la situación, al considerar que carecerá de eficacia. Así, demandan que, en su lugar, se designe un responsable del cumplimiento de la ZAS para que vele por su eficacia, en coordinación con la Policía Local. Y, por último, también consideran necesario que se instalen limitadores de sonido en el interior de los locales de ambientación musical, que queden conectados con la Policía Local para que pueda someterse a su control sin necesidad de presencia física en cada establecimiento.

Mediciones no discutidas

Al tiempo, los residentes incluyen una referencia a la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) en la que se revoca la obligación de implantar la ZAS que sí creyó necesaria el Juzgado de lo Contencioso número 3 en una resolución de primera instancia conocida el pasado mes de mayo, para recalcar que ni en ese procedimiento, ni en el instruido a partir de 2018, se ha llegado a discutir nunca la validez de los informes periciales sobre los registros acústicos captados por la red de sonómetros municipales instalados en la vía pública, con lo que, a su juicio, quedaría demostrada y justificada la superación de los límites sonoros que harían imprescindible la declaración de una ZAS. Es más, añaden que en el propio expositivo de la propuesta de ZAS aprobada por el equipo de gobierno se hace alusión a las mediciones encargadas por el propio ayuntamiento a la consultora CECOR en la que también se indica que se rebasan esos límites de ruido necesarios para acordar restricciones, sin que en ningún texto legal se requiera que las mediciones deban formularse en el interior de los domicilios, como han venido alegando los empresarios del sector de la hostelería en sus recursos de apelación. De ahí que consideren plenamente justificada la aplicación de la ZAS sin que pueda defenderse que ya no existe obligatoriedad para implantarla, y sin que pueda contemplarse una posible rebaja en las limitaciones planteadas.

También el Casco Antiguo

Otro tanto similar sucede en lo que respecta a las peticiones formuladas por los residentes del Casco Antiguo, agrupados en la Asociación Laderas del Benacantil. En este caso, el colectivo vecinal centra sus reclamaciones en una única objeción básica: la reducción del horario de funcionamiento de los pubs, de modo que pueda promoverse el adelanto de su cierre entre el domingo y el jueves para que se produzca entre las 23:30 y la medianoche. Los vecinos interpretan que extender el horario hasta las 00:30, como se contempla en la ZAS, acabará propiciando que su funcionamiento se alargue hasta la 1:00 horas, "cuando se trata de un momento en el que la mayoría de la gente intenta descansar".

En esta línea, el portavoz de la asociación, Joaquín Gangoso, apuntó, a consulta de Alicante Plaza, que la situación en el Casco Antiguo es distinta a la que se plantea en el caso del Centro Tradicional en la medida en que la delimitación propuesta en la calles del Casco Antiguo afecta única y exclusivamente a los locales de ocio, y no a restaurantes ni otro tipo de negocios hosteleros. De ahí que su única petición ponga el foco en los pubs, toda vez que "se ha demostrado que existe un problema de contaminación acústica a partir de las mediciones que se han practicado". "Entendemos que las medidas son necesarias: no estamos pidiendo ningún favor, simplemente que se respeten nuestros derechos, que se están pisoteando constantemente; y lo dicen las mediciones, la normativa, el Síndic de Greuges y el Defensor del Pueblo", concluyó.

A la espera de los empresarios

Sea como fuere, a esas alegaciones vecinales deben sumarse todavía las propuestas de modificación que ya han anticipado los representantes empresariales del sector del ocio y la hostelería. Cuando menos, se da por segura la presentación de alegaciones por parte de la Asociación de Locales de Ocio y Restauración de Alicante (Alroa) con un enfoque diametralmente opuesto al defendido por los residentes. De hecho, todo parece indicar que se llegará a solicitar la derogación de las dos ZAS al interpretar que las mediciones en las que se basan habrían quedado desfasadas y no serían válidas desde el momento en el que se instauró el adelanto del cierre para los veladores en toda la ciudad mediante la aplicación de la nueva Ordenanza de Ocupación de Vía Pública.

Además, se da por hecho que también se aludirá a la sentencia dictada por el TSJCV en la que se deroga la sentencia que instaba a implantar la ZAS del Centro Tradicional como argumento para sostener que no es cierto que existiese una obligación de aprobarla, como ha venido manteniendo el equipo de gobierno hasta ahora. Por su parte, está por ver si la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería (APEHA) también da el paso y presenta su propio paquete de alegaciones. Por el momento, su presidente, María del Mar Valera, apuntó que se prevé elevar consultas entre los asociados para valorar si resulta necesaria su registro. Al menos, en lo que respecta al recorte de superficie previsto para la disposición de veladores. Como mínimo, sí está descartada la posibilidad de que la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA) llegue a formular sus propias alegaciones, toda vez que se interpreta que las medidas previstas en las dos ZAS no afectarían a sus asociados.

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