ALICANTE. La huelga en el servicio de tranvía de Alicante, identificado como red Tram, que arrancó este lunes no tiene visos de desconvocarse a corto plazo. Cuando menos, el motivo esencial que la habría propiciado no quedará solventado al menos hasta mediados del próximo mes de febrero, según precisaron portavoces oficiales de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat (FGV), que asume su explotación. Ese motivo no es otro que el refuerzo de las frecuencias de paso entre Alicante y El Campello, a través de la Línea 3, con el fin de que pueda circular un tranvía cada 15 minutos en lugar de cada 30, como sucede en la actualidad. Se trata de una mejora viable desde que concluyeron las obras de construcción del nuevo escape ferroviario en la estación de Luceros, el pasado verano, que conllevaron una inversión de 1,6 millones, como informó este diario.
Ese refuerzo en la circulación queda supeditado ahora a la contratación de nuevos maquinistas. Nueve en total, en función del acuerdo rubricado entre la empresa pública y el comité de empresa, el pasado noviembre. Pero, por ahora, no se ha podido cerrar su contratación, según confirmaron portavoces oficiales de FGV consultadas por 'Plaza'. Esas incorporaciones quedan pendientes del visto bueno de la Conselleria de Hacienda, que habría advertido de defectos formales en la tramitación de los expedientes para que pueda producirse esa ampliación de plantilla. De ahí que la implantación de las nuevas frecuencias no llegase a entrar en vigor en la fecha prevista inicialmente, el pasado 8 de enero, lo que derivó en la convocatoria de los paros por parte del comité de empresa.
En todo caso, FGV estaría subsanando ya las deficiencias apuntadas por Hacienda con la previsión de que la contratación de los maquinistas pueda quedar solventada entre la segunda y la tercera semana de febrero. El proceso de selección de esos nuevos conductores de tranvía no debería suponer un retraso adicional, según las mismas fuentes.