ALICANTE. El nuevo colegio concebido por la Conselleria de Educación para atender el incremento de la demanda de matriculaciones registrado en los barrios del Pla y Carolinas de Alicante cubre otra fase con el propósito de que pueda ponerse en funcionamiento con el inicio del próximo curso escolar. Se trata de la contratación del suministro de las aulas prefabricadas o barracones en los que quedará organizado, sobre una parcela de titularidad municipal situada entre las calles Polop y Granja de Rocamora.
El departamento autonómico que coordina José Antonio Rovira adjudicó a principios de abril la provisión de esas instalaciones a la empresa Alquileres Barceló -que solo competía con la firma Modular Normalizada como segunda licitadora- por un precio de más de 1,7 millones (1.749.472,97 euros), lo que debería allanar el inicio de actividad del centro, al que se ha identificado con la denominación de CEIP número 56 Pla-Carolinas. Por lo pronto, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP), también ha licitado ya la realización de los trabajos de adaptación del solar de su emplazamiento, en el que ya se situó de forma temporal el CEIP Pedro Duque hasta que dispuso de un centro definitivo propio.
Lo cierto es que el proceso de contratación sobre la provisión de barracones permite conocer, además, algunas de las primeras características del colegio que no habían trascendido hasta el momento. En concreto, contará con seis aulas de 60 metros cuadrados para Educación Infantil; otras 12 de 45 metros para Educación Primaria; un aula de música de 60 metros; otra de la misma superficie habilitada como aula de Informática; otra de 45 con usos polivalentes y como biblioteca; y 8 de 15 metros como lavabos, además de otros 3 del mismo tamaño reservados para Infantil.
Al tiempo, la memoria de la licitación precisa que el centro dispondrá de servicio de comedor-cafetería, para lo que se requiere de una primera aula de 60 metros junto a dos más de 150 metros cada una. Todo ello, al margen de dependencias específicas para los despachos de profesores, para los despachos de los departamentos, para vestuarios y para almacén.
Mínimo de tres años
Y no solo eso. El concurso también permite conocer el tiempo mínimo para el que se requerirá el uso de esas aulas prefabricadas. En principio, se establece una duración mínima de tres años (36 meses), aunque se contempla una posible prórroga (por plazo no determinado) en el supuesto de que resultase necesaria. De este modo, se contaría con margen hasta el curso 2028-2029 para que se procurase un edificio definitivo en el que poder reubicar el centro. Para ello, se debería de precisar todavía una posible ubicación y debería promoverse la redacción del proyecto constructivo para no incurrir en demoras.
Hasta ahora, el departamento autonómico de Educación solo había precisado que el CEIP dispondrá de 450 plazas para segundo ciclo de Infantil y Primaria para las que ya se ha abierto el plazo de matriculación, según la información que se ha trasladado a consulta de las asociaciones de padres. Además, también se ha concretado que se pondrá en funcionamiento con jornada partida, hasta que pueda celebrarse una consulta sobre el sistema preferido por las familias de los alumnos, y que la elección de la lengua base deberá producirse en el momento de registro de la solicitud de plaza.