ALICANTE. La reforma de la biblioteca Azorín de Alicante, más cerca. El Ayuntamiento de Alicante y el Ministerio de Cultura liman asperezas respecto al desarrollo del proyecto con el objetivo de que pueda desbloquearse la ejecución de sus obras, pendientes de concesión de licencia al menos desde hace cerca de un año y medio, cuando la petición se reactivó por última vez. El retraso en la concesión de ese permiso había quedado justificado hasta ahora en la necesidad de que el gabinete que coordina Ernest Urtasun subsanara su solicitud con el registro de documentación complementaria requerida por los técnicos de la Concejalía de Urbanismo para poder emitir una resolución definitiva.

Ese último requerimiento motivó la organización de un último encuentro de trabajo, que -según fuentes consultadas, se desarrolló durante la primera mitad del mes de mayo- entre representantes de las concejalías de Urbanismo y Cultura con responsables del ministerio para concretar qué tipo de información debía presentarse y dar por zanjada, así, la controversia relacionada con la falta de datos que se ha venido reiterando durante la tramitación de la autorización como motivo de retraso de la concesión del permiso.

Fuentes municipales precisaron, además, que el desenlace de ese encuentro sirvió para solventar dudas respecto al alcance del proyecto, con lo que se habría compartido la conveniencia de desbloquear su ejecución para no demorar más la llegada de la inversión del que pasa por ser uno de los principales proyectos comprometidos por el Gobierno central en Alicante, al margen de la ejecución de infraestructuras como la ampliación de vías de la estación de ferrocarril, que quedará incorporada en el plan urbanístico del Parque central y de la estación intermodal; la construcción de la Variante de Torrellano o la liberación del peaje de la AP-7 como segunda circunvalación de la ciudad.

Renovación integral

Por lo pronto, la trascendencia de la reforma se mide a partir del presupuesto anunciado para su desarrollo, que supera los 16,8 millones, en función del último importe que el ministerio ha dado a conocer hasta ahora respecto a un proyecto que se anunció por primera vez hace 17 años. Esos 16,8 millones deben permitir que se acometa una remodelación integral del edificio, construido en 1976 y situado en la avenida de Juan Bautista Lafora, frente a la playa de El Postiguet. Así, el proyecto comprende una renovación de las condiciones arquitectónicas externas de la biblioteca, ante el deterioro al que se encuentra expuesto por la influencia del medio marino. 

En esta línea, se prevé la sustitución de parte de los materiales que conforman su fachada y la instalación de un doble acristalamiento para mejorar su aislamiento térmico y amortiguar la incidencia de la luz solar mediante un tratamiento especial. Además, también se prevé incorporar medidas enfocadas en la eficiencia energética, así como la instalación de paneles solares en su cubierta. Y, por último, se pretende mejorar la distribución interna de sus salas y adaptar el edificio a las condiciones de accesibilidad y sostenibilidad exigidas en la normativa actual. El plazo estimado para la finalización de esas obras es de dos años, sin que se haya despejado si será imprescindible que se proceda a su cierre durante el tiempo en el que se prolonguen esos trabajos.