ALICANTE. La aplicación de las medidas planteadas por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alicante para controlar el ruido asociado a la actividad del ocio y la hostelería en el Casco Antiguo queda supeditado a la ejecución de dos últimas acciones complementarias: la realización de una nueva sonometría continúa de 21 días de duración para evaluar los niveles de ruido, a partir de tres medidores específicos de nueva implantación, y la elaboración de un censo sobre el conjunto de negocios instalados en las calles del barrio que permita detallar sus respectivas actividades.
Así se puso de manifiesto este lunes en el transcurso de la segunda reunión de la comisión específica constituida para arbitrar soluciones, con la participación de los cinco grupos políticos representados en la corporación municipal (PP, PSOE, Vox, Compromís y Esquerra Unida Podem) y parte de los colectivos vecinales y empresariales con implantación en el barrio, como la Asociación Laderas del Benacantil y la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo. A ellos se sumarán en la próxima sesión la Asociación de Locales de Ocio y Restauración de Alicante (Alroa); la Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo (ACA) y la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA), en la que se encuadra la Asociación de Bloques de Apartamentos Turísticos (Abatur).
Por partes. En primer término, la nueva audiometría en continuo (24 horas) de tres semanas de duración (gracias a la instalación de tres sonómetros de tipo 1) permitirá completar la recopilación de datos que ya proporcionan de forma automática la red de medidores desplegada por el Ayuntamiento entre los años 2016 y 2017 tanto en el Casco Antiguo como en el Centro Tradicional. Con los registros captados entre el 3 de noviembre (fecha de su activación) y el próximo día 24, se elaborará un informe de mayor precisión sobre las horas y las zonas en las que se registran los niveles más altos, que se servirá como indicador del comportamiento habitual extrapolable a cualquier época del año, según precisó el jefe de servicio del área de Medio Ambiente a preguntas de los representantes de la oposición. Con todo, esas explicaciones no acabaron de convencer a los representantes de los grupos del eje progresista, como el portavoz municipal de Compromís, Rafa Mas, quien consideró que podría ser oportuno efectuar esa sonometría también en otro periodo estacional.
En segundo lugar, el censo de actividades permitirá precisar qué tipo de negocios existen en el Casco Antiguo en la actualidad y qué actividad concreta ejercen, lo que servirá para supervisar y monitorizar el cumplimiento de las licencias y autorizaciones que tienen concedidas a partir de campañas de inspección continuas a cargo de la Policía Local, según precisó el mismo responsable de Medio Ambiente. De hecho, avanzó que estaba previsto llevar a cabo una campaña sobre el cumplimiento de los horarios de cierre durante la semana que viene.
Esas dos acciones pendientes permitirá modular la propuesta de Plan de Acción elaborada por el departamento de Medio Ambiente, todavía en fase de borrador, en el que se plantean medidas como la reducción de horarios de funcionamiento en dos periodos estacionales distintos (uno para el verano y otro para el resto del año), así como la monitorización continua del funcionamiento de los negocios, a cargo de la Policía Local, además de la continuidad de la suspensión de nuevas licencias de apertura, como ya se acordó en la actualización de la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) aprobada en 2018. Ese Plan de Acción se convertiría en una herramienta para evitar la vulneración de los límites de ruido establecidos en cada momento del día cuya aplicación proporcionaría mayor inmediatez que la declaración de una Zona Acústica Saturada (ZAS), según precisaron los técnicos.
Además, como informó este diario, ese Plan de Acción contemplaría una distribución en tres zonas distintas con limitaciones particulares en función del nivel de ruido detectado (alto, medio y bajo), en función de los modelos aplicados en otros poblaciones que ya disponen de medidas similares en sus respectivas ZPAE como Madrid, Albacete, Ciudad Real o Castellón. No obstante, esa graduación en tres zonas distintas podría quedar reducida a solo dos (alta y baja) en el supuesto de que se considerase más adecuado, según precisaron los técnicos municipales, después de que los representantes de los grupos de la oposición recriminasen que no se hubiese tomado como referencias otras ciudades de carácter turístico con características similares a las de Alicante.