ALICANTE. La propuesta de extensión del sistema de estacionamiento controlado -conocido como ORA o zona azul- que plantea el equipo de gobierno de Alicante, del Partido Popular (PP), para garantizar una mayor rotación de vehículos que facilite el aparcamiento en la vía pública comienza a sustanciarse en cifras concretas. El planteamiento que se baraja como fórmula probable supone la creación de un mínimo de 3.077 nuevas plazas reguladas sujetas a una ocupación por tiempo limitado tanto en la modalidad de zona azul, para residentes y visitantes, como en la de zona naranja, en la que se recogerá su uso gratuito para residentes que dispongan de la correspondiente tarjeta ciudadana acreditativa de dicha condición.
Ese es, cuando menos, el primer escenario previsto en el estudio de viabilidad elaborado por la consultora Ingartek que forma parte del proceso previo para licitar la concesión sobre la explotación de ese sistema, que ahora permanece en fase de exposición pública. Ese escenario hasta cierto punto preferente, que se identifica como escenario A, prevé que pueda pasarse de las 1.873 plazas de estacionamiento regulado existentes en la actualidad (1.121 plazas de zona azul básica, 216 de zona azul de media estancia, 78 de zona azul comercial y 458 de zona naranja) a un total de 4.950 reguladas, lo que depara el incremento ya citado de 3.077 plazas más. Además, se incluye una segunda hipótesis, identificada como escenario B, con el que se llegaría a crecer hasta las 7.808 plazas (5.935 de nueva creación). Por último, se contempla incluso un tercer supuesto con un crecimiento intermedio, que en el estudio se identifica como propuesta, en el que se apunta a la disponibilidad de un total de 5.935 plazas, lo que conllevaría la creación de 4.062 plazas nuevas.
En todo caso, el estudio señala que será la actualización de la ordenanza reguladora del sistema -en principio, todavía en elaboración- la que acabe determinando cuál será la cifra definitiva de plazas sujetas a regulación, con un uso por tiempo limitado y sujeto a pago, salvo en el caso de la zona naranja, que se perfila como mayoritaria entre los nuevos sectores que se prevé configurar con la extensión del sistema, según han venido anticipando hasta ahora fuentes municipales consultadas.