ALCOY. Josefa Mula es candidata a la dirección del Campus de la UPV en Alcoy, cargo al que también aspira Pau Bernabeu, quien lo ocupa actualmente, fijándose las elecciones para el 12 de febrero. Josefa es natural de Elche y llegó a Alcoy para estudiar Ingeniería Técnica Industrial, en la especialidad de Electrónica, e Ingeniería en Organización Industrial, y también desarrolló su doctorado.
Tras el paso por la empresa privada en Elche, desde el año 2000 está adscrita a este Campus, es Catedrática en el Departamento de Organización de Empresas desde 2017 e investigadora en gestión e ingeniería de producción industrial. Imparte docencia en titulaciones de grado, máster y doctorado en ámbitos relacionados con la toma de decisiones, la estrategia de operaciones y la simulación de la cadena de suministro, y es una reconocida investigadora.
Ha formado parte de diferentes equipos directivos, como subdirectora de Nuevos Títulos Oficiales, Innovación Educativa y Calidad (2008-2014), y subdirectora de Cátedras de Empresa y Calidad (2015-2020) abordando la gestión de calidad de los estudios de grado y máster actualmente implantados, e impulsando la acreditación internacional de los títulos de grado. Cabe resaltar, también, la creación de la revista de ciencia abierta Journal of Applied Research in Technology and Engineering del Campus de Alcoy.
- ¿Cómo surgió concurrir a la dirección del Campus de Alcoy?
- En las pasadas elecciones formaba parte del equipo del candidato Juan Ignacio Torregrosa, no resultó elegido y me centré en la docencia e investigación, que ocupa una parte importante de mi tiempo, pero lo cierto es que seguí pendiente del funcionamiento del Campus, de los indicadores… porque realmente me interesa. Y me he topado con que los indicadores de calidad de los títulos y las tasas de abandono no iban como deberían, bajando en el primero de los casos y subiendo en el segundo, como también vengo detectando estos cuatro años una cierta opacidad en la asignación del Plan de Ordenación Docente, responsable de la distribución de los créditos que imparte cada docente, grupos, número de alumnos, entre otros.
A mi juicio, falta innovación y coordinación docente, actualización de contenidos, la gestión y transparencia presupuestaria tampoco me convence, han irrumpido en el aula cuestiones como la IA que debería haberse abordado y está provocando una cierta desmotivación, y está reducida la presencia de mujeres en especialidades STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) como ingeniería Mecánica, Eléctrica e Informática, volviendo a niveles de años atrás. Después de mucho tiempo pensándolo, el 31 de agosto tomé la decisión de concurrir a la dirección.
- ¿Ha sido una decisión personal o se ha gestado a partir de un equipo?
- Absolutamente una decisión personal, aunque es cierto que hay personas que me han animado a concurrir, tanto a mí como a otras posibles candidaturas. De hecho, me informé de si alguien más tenía intención y al no ser así, decidí que era el momento, que no podíamos continuar seis años más como hasta ahora, con una tendencia negativa en prácticamente la totalidad de los indicadores de calidad de los títulos, con reducción de las partidas presupuestarias destinadas a investigación e incremento del 78% en los gastos de representación y protocolo, por poner dos ejemplos. Evidentemente, una vez tomada la decisión, hay un extraordinario equipo a mi lado y hemos hablado con más de 350 personas, que nos piden que no nos volvamos políticos, y percibimos desilusión y desasosiego con el proyecto actual, puesto que no se ha cumplido lo recogido en el programa.

- Equipo que acompaña a Josefa Mula. -
- ¿Por dónde pasan sus principales propuestas para estos próximos seis años?
- Hay que dar un nuevo impulso a la gestión de este Campus y a sus tres pilares fundamentales: docencia, investigación y transferencia de conocimiento. Nuestro programa abarca 18 ámbitos, 87 propuestas y 308 acciones concretas, recogiendo mayoritariamente aportaciones de personas con las que hemos hablado. Hemos realizado un diagnóstico de la situación actual, abordado las necesidades y planteando propuestas. El primer pilar es contar con una docencia de excelencia, recuperando los indicadores de años atrás cuando estaban en la media de la UPV y superándolos, como también contar con una investigación de excelencia, y apostando por la internacionalización, que a diferencia de otros centros no se ha recuperado desde la pandemia, ni se ha apostado por potenciarla a través de nuevos dobles títulos, estando activos los que ya estaban en 2019. Y si aquí no hay docencia impartida en inglés, que se ha visto reducida estos cuatro años, no vienen estudiantes de otros países, lo que también implica que los nuestros no pueden irse, pues se trata de intercambios.
- ¿Qué tipo de crecimiento plantean?
- Nuestra idea pasa por seguir creciendo, pero hacerlo con calidad, que seamos la primera opción a la hora de la matriculación y buscando la motivación del estudiantado. Para ello, a nivel estratégico, es necesario una planificación de titulaciones y recursos, abordándolo con una transparencia que no siempre vemos, mientras que a nivel operativo hay que apostar por la calidad. En la anterior legislatura en la mayoría de los indicadores estábamos por encima de la media de la UPV, ahora casi todos por debajo, cuando se trata de un aspecto fundamental tanto para que el estudiantado elija estudiar aquí, como para que te consideren de cara a proyectos, crecimiento e inversiones.
- ¿Falta espacio y servicios en este Campus?
- Está claro que faltan espacios docentes y de investigación, y con la puesta en marcha del edificio Bambú se liberarán, pero seguiremos necesitando aulas grandes, un auditorio… De hecho, esta Universidad hace años que viene trabajando en ello, pues la ampliación del Campus y la adquisición de 8.000 metros cuadrados se inició en 2008, con la dirección de Enrique Masiá, y en 2014, con Georgina Blanes, se inauguró el nuevo edificio para investigación, innovación y deporte, germen de la Ciudad Politécnica de Innovación, que también acoge a Generación Espontánea. En 2017 se inauguró el laboratorio Design Factory, renombrado ahora Fablab, y en 2020 se licitaron las obras de rehabilitación y accesibilidad del edificio Viaducte, ambos con Juan Ignacio Torregrosa en la dirección. Son muchos años, directores y equipos trabajando, y nosotros queremos darle continuidad, pero no apropiarnos de proyectos que otros pusieron en marcha.
- ¿En qué se basa su plan de infraestructuras?
- Nuestra apuesta pasa por centralizar la Ciudad Politécnica de la Innovación en los edificios de Viaducte y Bambú, consensuando la asignación de espacios. Para el resto de edificios del Campus planteamos, entre otros, un crecimiento de la Biblioteca-CRAI (Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación) y la recuperación de la sala multiusos, trasladando el FabLab a un espacio mayor que permita potenciarlo, cerca de donde se encuentran los grupos de Generación Espontánea e incorporar un taller de Campus que recoja mecanizado, corte, madera, pintura, entre otros.
La construcción de un edificio anexo a Carbonell, y su conexión subterránea con el de Georgina Blanes, permitiría disponer de un aparcamiento con hasta 250 plazas para la Universidad, espacios culturales y para la cooperación, zonas deportivas, un Aula Magna, espacios para el estudiantado, despachos y espacios docentes, junto a jardines en la parte posterior. En esta candidatura nos centramos en el terreno que ya es propiedad de la UPV, si bien trabajaremos de la mano con las administraciones en todo aquello que suponga mejoras para el Campus y para Alcoy, como puede ser el proyecto del Ayuntamiento en la ladera de la Beniata.