ALCOY. Alcoy ha conseguido frenar la pérdida de comercios que arrastraba e incluso crece muy ligeramente, si bien se enfrenta a una problemática común en muchas ciudades, como es el cierre de establecimientos por jubilaciones en tiendas históricas y que en muchos casos no encuentran relevo generacional.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Alcoy cerró 2024 con 1.225 establecimientos, que suponen cuatro más que un año antes, incluyendo en los comercios también los dedicados a hostelería. Esta situación supone un vuelco respecto a lo que se vivió un año antes, puesto que en 2023 se dio un descenso en 94 establecimiento en relación a 2022, cuando se situaban en los 1.315. Aún así, y haber vivido el pasado año un cambio de tendencia, lo cierto es que Alcoy cuenta con 182 establecimientos menos en la última década, teniendo en cuenta que en 2015 la cifra se elevaba a los 1.407.
Sin embargo, y a pesar de este remonte que es valorado de manera positiva, el comercio alcoyano se enfrenta a la problemática de las jubilaciones, común en la mayoría de poblaciones. El presidente de la Federación Alcoy Comercial, Alejandro Cerro, explica que "el relevo generacional en el comercio es muy complicado, ya que en muchos casos supone una inversión que no se puede asumir, en buena medida porque las condiciones que imponen los bancos hacen inviable que, aunque haya alguien interesado, pueda llegar a buen puerto". A esto, añade que "los horarios para quienes trabajamos en comercio no son atractivos, estás al frente de una empresa con todo lo que implica de sueldos, pagos, asumir trabajadores… y entre unas cosas y otras encontrar ese relevo generacional es complicado". Destaca la importancia de los cursos de comercio que se imparten desde formación profesional, con el fin de acercar el sector a los jóvenes.
Alejandro Cerro también apunta que un sector que ha ayudado directamente en la actividad es la hostelería y tiene claro que hay un motivo básico: "el entretenimiento que ofrece este sector no se puede comprar por internet".
En poco tiempo, varios establecimientos con más de medio siglo de historia han cerrado o cerrarán por jubilación, entre ellos una panadería y tienda de menaje, y ya liquida existencias un comercio de ropa. Panadería Maite, con 51 años de trayectoria, horno de leña y dos establecimientos en Alcoy, cerraba por jubilación. En sus redes sociales apuntaban que "esta aventura comenzó el 1 de septiembre de 1973, con mucha ilusión, Teresa y Rafael, levantaban la persiana de Panadería Maite, parece que fue ayer. Orgullosos de todas las personas que han pasado por allí, por todos esos clientes fieles al pan hecho con amor, con mimo, con cura… Me emociona mucho tener que escribir esto, porque es más que un negocio, es una vida entera, es algo que con palabras no se puede expresar, pero se cierra una etapa y Panadería Maite bajará su persiana el 26 de octubre, después de 51 años, por jubilación”.
Casa Mati, un referente en el menaje para el hogar, también ha cerrado sus puertas por jubilación, después de 55 años abriendo la persiana. Intentó un traspaso pero, finalmente, no pudo ser, y antes de finalizar el pasado año cerró sus puertas.
Ahora, Selecciones Rafael, especializado en moda, también prevé cerrar sus puertas hacia el mes de septiembre, y en su fachada ya se anuncia la liquidación, después de 55 años de vida en plena calle Sant Llorenç. Rafael Pérez, explica que "somos la tercera generación y aquí termina una saga familiar dedicada al comercio, tanto en este establecimiento como en otros en Alcoy y Muro, que empezó mi abuela". Por su propia experiencia, sabe que estar al frente de un comercio "tiene que gustarte mucho, perseverar, trabajar con pasión e ilusión, y luchar contra horarios, contra una presión fiscal injusta para los pequeños. Y todo esto no favorece que los jóvenes quieran apostar por el comercio", a lo que añade que "en una o dos temporadas que te vaya mal, por obras, por el clima... puedes perderlo todo". Él, sin duda, no lo cambiaría por nada, ya que además ha sido una persona muy activa en el asociacionismo comercial y un firme defensor de la unión, en entidades como Aceca y Facpyme, que además reconoció su trayectoria.
Y en 2018 Alcoy perdía a una pastelería con 200 años de historia, El Túnel, pues sus últimos propietarios, Gloria y Félix, se jubilaron, no se pudo traspasar el negocio y aún sigue cerrado el local, y al que han seguido otros establecimientos con muchos años de vida, entre ellos óptica, corseteria...
Por contra, quien sí ha podido seguir con las puertas abiertas es Tejidos la Francesa, un comercio que ya ha cumplido 120 años y que peligraba por jubilación. Su propietaria, Mari Chelo Calbo, explicaba a Alicante Plaza hace un año que le gustaría traspasarlo y que quedara en familia, como ha sido y sigue levantando la persiana cada día.