ALICANTE. El campus de Alicante de la Universidad Europea de Valencia ha acogido la octava edición del Foro de Salud de Alicante Plaza que, con motivo del Día Mundial de la Salud, ha reunido a distintos agentes del sector para debatir hacia dónde se dirige el ámbito sanitario en la provincia. Importantes cambios se introducen desde la fase formativa hasta el asistencial, entrando en juego nuevas condiciones para la realización de las prácticas de los estudiantes de titulaciones sanitarias, así como un nuevo Estatuto Marco para los trabajadores y nuevas tecnologías disruptivas que piden paso para un nuevo paradigma.
Los puntos de vista de diferentes profesionales han puesto negro sobre blanco cuáles serán las líneas por las que transitará el sector en el medio, corto y largo plazo. Un debate moderado por Miquel González, director del diario, que ha contado con la participación de Hermann Schwarz, presidente del Colegio de Médicos de Alicante; Miguel Peris, director médico de HCB Denia; María Jesús Cano, subdirectora médica de Hospitales Vithas Alicante; Andrea Ferrer, directora médica de Imed Alicante; Salomé López, directora operativa del Grupo Internacional UR; Manuel Lillo, subdirector de Enfermería de HLA Vistahermosa; Noelia Rodríguez, directora del campus de Alicante de la Universidad Europea de Valencia, y Carlos Yago, director médico de Quironsalud Torrevieja, hospital que en este 2025 cumple 25 años.
“Quiero agradecer que se haya decidido traer a la universidad esta iniciativa, porque es una actividad donde se genera conocimiento, se transfiere y se conecta con los profesionales de diferentes entidades”, afirmaba en la presentación Rosa Sanchidrián, rectora de la Universidad Europea de Valencia. “Es una gran oportunidad para la universidad conectar de esta forma con la profesión, el entorno y el sector de la salud; un aprendizaje experiencial que tratamos de trasladar a nuestros estudiantes, también con las últimas tecnologías”, añadía, al tiempo que ponía el foco en la importancia de la fase formativa de los futuros profesionales. En concreto, señalando una de las mayores las cualidades de la Universidad Europea, que es su apuesta por la simulación y la innovación.
“La simulación aporta mucho valor para que el estudiante se enfrente a la realidad y luego tenga el briefing con los estudiantes y con el profesor. Eso lo hacemos desde el primer curso, con lo cual, el desarrollo competencial es una de las fortalezas de nuestros estudiantes para enfrentarse a su incursión al mundo laboral”, describía la rectora, quien apuntaba otra de las señas de identidad del centro. “Nuestro modelo se caracteriza por la transdisciplinariedad, ya que un profesional nunca trabaja solo, y en la medicina menos todavía, así que preparamos para un entorno donde se va a trabajar mucho más en paralelo con todas las titulaciones y especialidades, e incluso con la investigación”, destacaba.
La docencia es la piedra angular
En este sentido, uno de los principales cambios que afectará al aspecto formativo se introduce en el ámbito de las prácticas de estudiantes. Se prevé la acreditación de todos los hospitales de la Comunitat Valenciana como universitarios para poder impartir en ellos las prácticas de los alumnos de titulaciones sanitarias de las universidades de la provincia. De esta manera, los estudiantes de cualquier universidad tendrán garantizadas sus prácticas en condiciones de calidad, pero está por ver de qué modo afectará al funcionamiento de los centros sanitarios.
“Tenemos medios para acoger a todos los estudiantes en condiciones de calidad; es una apertura y una oportunidad”, afirmaba con rotundidad Noelia Rodríguez, de la Universidad Europea. Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Alicante, Hermann Schwarz, se mostraba cauteloso. “Se prevé un aumento del número de residentes y hay que llamar la atención sobre una posible masificación; nos preocupa la calidad de la docencia y la capacidad de los tutores”, señalaba. Un aspecto sobre el que Andrea Ferrer, de Imed Alicante, también ponía el foco. “Es fundamental tener en cuenta las ratios alumno/profesor”, afirmaba.
Por otro lado, Manuel Lillo, de HLA Vistahermosa, se preguntaba por qué no se había adoptado antes esta decisión, “ya que hay centros con capacidad para ello”, al tiempo que proponía “no introducir a los estudiantes en el marco existente, sino trabajar con las universidades para repensar el modelo”. Algo parecido a lo que proponía Miguel Peris, de HCB Denia, quien solicitaba “planificación y coordinación”.
“La docencia es la piedra angular de la sanidad”, sentenciaba María Jesús Cano, de Vithas Alicante, quien se mostraba satisfecha por esta medida que, en su opinión, “va a ser enriquecedora y va a fortalecer el aprendizaje”. Del mismo modo, Salomé López, de Grupo Internacional UR, destacaba que “va a permitir formar a los profesionales de manera más estructurada”, según apuntaba. “Nos ponemos a disposición de todas las universidades”, sentenciaba Carlos Yago, de Quironsalud Torrevieja.
Hacia un nuevo Estatuto Marco
Con todo, si este cambio en la etapa formativa va a suponer también una alteración en el funcionamiento ordinario de los centros hospitalarios, más cambios se prevén con el borrador del Estatuto Marco de los trabajadores que está preparando el Ministerio de Sanidad. Un documento que reunió una crítica casi unánime. “Este es el problema más importante que tenemos los médicos de este país en este momento y va a determinar el futuro de la salud pública”, aseguraba Schwarz. “Es completamente injusto y, además, tenemos una serie de agravios comparativos que son inimaginables en una sociedad del siglo XXI”, añadía.
“No se nos puede aplicar la misma condición que otras categorías que no tienen la misma formación y capacitación en especialización y que no tienen la misma responsabilidad en la atención, tal como están las leyes ahora mismo”, señalaba el presidente del Colegio de Médicos. “No se puede explicar que haya una ministra que diga que quiere poner 35 horas de jornada laboral y que la ministra de al lado diga que el médico va a tener una jornada de 48 horas”, añadía. “Solamente hay una razón y es la responsabilidad que tiene el médico y su vocación, que al final está malentendida y nos lleva a que esto se perpetúe”, sentenciaba.
“Me sorprenden muchísimo muchas de las cosas que se han dicho. Me parece inaudito. No puedo pensar más que es un globo sonda a ver hasta dónde aguantamos”, afirmaba Peris. “Un estatuto marco tiene que pensar en la salud del profesional, en el clima laboral, y lo que estamos viendo es que no se ha consultado a los profesionales”, destacaba Lillo, mientras que López pedía que se “depurase” el documento. “Hay que hacer más propuestas”, señalaba. “Se debe buscar la mejora en la calidad asistencial y en la seguridad del paciente”, añadía Ferrer.
“Lo que está claro es que el estatuto actual está obsoleto y hay que elaborar uno nuevo”, apuntaba Rodríguez, quien pedía la participación de todos los agentes del sector. “Es necesaria la conversación con los colegios profesionales y con las facultades”, añadía. “Va en contra de la calidad asistencial y de la seguridad del profesional”, describía Cano, quien también aseguraba que se estaba mostrando “poca consideración con este sector, en comparación con otros gremios”. Por su parte, Yago se mostraba esperanzado. “Es solo un borrador que debe enriquecer la negociación hasta llegar a un acuerdo satisfactorio”, apuntaba.
La IA, el gran paradigma
El punto del debate que sí despertó el optimismo de todos los intervinientes fue la incursión de las nuevas tecnologías. Un elemento que está transformando de forma transversal todas las áreas de funcionamiento. “Estamos en un momento dulce y fundamental”, destacaba Yago, quien aseguraba que lo más palpable en este momento es la digitalización del historial clínico, que permite estandarizar el proceso asistencial. “Todo está categorizado y nuestra actividad ha mejorado”, describía. “La IA es el gran paradigma que está transformando la consulta, no solo porque optimiza el tiempo, sino porque nos permite el poner el foco del médico en el tú a tú con el paciente”, aseguraba, al tiempo que predecía que “el papel del médico va a cambiar”.
“Siempre hemos ido prosperando, pero estamos viviendo una auténtica revolución”, señalaba Cano. “El poder del Big Data es una diferencia sustancial; permite protocolarizar decisiones para que el médico siga explorando al paciente”, apuntaba. Aspecto sobre el que redundaba Ferrer, quien hacía hincapié en que se aproveche el tiempo que se optimiza con las nuevas tecnologías para dedicárselo al trato personal con el paciente, del mismo modo que pedía sensibilidad en cuanto a la protección de datos. “Hay que compatibilizarlo con la seguridad”, afirmaba.
En opinión de Schwarz, esta revolución “generará nuevas profesiones” y, precisamente, en ello ahondaba Rodríguez, quien aseguraba que la Universidad Europea está implementando ya esas nuevas tecnologías, incorporándolas al sector desde la fase formativa. “Hay que redefinir la profesión”, aseguraba Peris, quien entiende que hay un “grandísimo reto, porque hay un cambio de paradigma”, según describía. “El médico del futuro tiene que tener otra formación; es el momento más estimulante para la profesión en los últimos cincuenta años”, sentenciaba. Por su parte, Lillo pedía un plan de contención. “Ahora hay escasez de profesionales, pero puede que no sea así dentro de un tiempo”.