AlicantePlaza

diseño para el pensamiento

Los últimos mil años del diseño valenciano

VALÈNCIA. Con todo esto de la candidatura para convertir a la ciudad de València en Capital Mundial del Diseño, lo que realmente buscábamos era generar un proyecto ilusionante por sí mismo, un proyecto que contribuyese a la mejora de la autoestima de las valencianas y los valencianos que por esta idiosincrasia nuestra del meninfotisme y ese carácter tan fallero de quemar las cosas para empezar de cero de nuevo no habíamos sabido dejar por escrito o narrar con cierto atractivo la historia del diseño valenciano.

Puede sonar exagerado, pero el Siglo de Oro de las letras valencianas podría haberlo sido también del diseño valenciano si hubiese existido tal nombre o tal confianza en nosotros mismos hace quinientos años, porque el ingenio valenciano no se quedó en la literatura y fácilmente saltó a otras artes y disciplinas a lo largo de los siglos.

Hemos repasado otras veces las últimas tres o cuatro décadas de diseño valenciano, pero cada vez estoy más convencido de que la Capitalidad Mundial del Diseño que València ha conseguido para 2022 viene de unos novecientos años atrás. Novecientos, sí. Y es que si retrocedemos casi mil años, a mediados del siglo XII, un geógrafo árabe cita de Xàtiva sus castillos y su fábrica de papel. Una fábrica de papel alrededor del año 1150, ¡la primera en Europa! Germen de lo que ocurriría los siguientes tres siglos cuando por la elaboración de papel y toda la tradición surgida en la zona se fueron instalando comerciantes alemanes uno de los cuales, ya el siglo XV monta su taller en el Portal de Valldigna de València y es en esta imprenta del centro de la ciudad en la que el maestro Lambert Palmart imprimió en 1474 el primer libro en España, Trobes en lahors de la Verge María.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo