AlicantePlaza

'week-end' retrata cinco de los seis establecimientos que sobreviven en españa

Instantáneas desde el autocine: Gala Font de Mora traspasa el umbral de las pantallas más populares

  • Foto: GALA FONT DE MORA MARTÍ

VALÈNCIA. Advertencia: este artículo va a romantizar un espacio cultural. Va a ser así porque bien lo merece, y porque no se ha hecho tantas veces. Es por la noche, los coches llegan de una carretera secundaria que nace o acaba en la costa. Tras pasar por una ventanilla, una especie de peaje, se descubre un gran terreno de tierra con una pantalla grande como de altar. Los coches se colocan cerca de unos postes que son altavoces. Algunas personas se quedan dentro de su coches, otras sacan sillas plegables para verla al aire libre, otras acuden -con más o menos interés en la pantalla- a la cafetería. Es un cine sin butacas ni acomodadores ni escaleras con filas infinitas; pero cuando empiece la película, habrá igualmente un halo de luz, y también oscuridad, y en la pantalla sucederán cosas.

“El proyecto nace, en realidad, de la casualidad. Estaba en El Saler haciendo fotos al atardecer para un proyecto fotográfico cuando decidí entrar en el autocine para ver qué pasaba. En cuanto hice las primeras fotos, me di cuenta que tenía que explorar a los autocines en profundidad”, explica Gala Font de Mora sobre su proyecto Week-End, que presenta la librería y fotogalería Railowsky. Son más de una veintena de fotografías las que componen esta serie, hechas en cinco de los seis autocines que siguen funcionando en España. Un viaje onírico y romántico a estos lugares “olvidados” y “pictóricos”.

Caer en la nostalgia ha sido imposible: “mientras hacía las fotos no me daba cuenta, pero conforme el proyecto fue evolucionando, me di cuenta de que mis recuerdos de la infancia están muy ligados tanto al cine como a la noche, y que estaba plasmando cierta nostalgia porque el vínculo tan fuerte que siento con el cine”, comenta la fotógrafa. Sin embargo, el proyecto camino mucho más allá que una simple nostalgia, es la prueba documental de las sociologías, cambiantes y variopintas, que se reúnen en los autocines. “Cada autocine es diferente y su público es diferente y no se comportan igual. En València, la gente se queda más en sus coches, mientras que en Alicante o en Dénia, la gente sale más y parece casi un cine de verano”, relata.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo