AlicantePlaza

CONFRONTACIÓN Y PAISAJE  

Bleda y Rosa, fotógrafos del fragmento

  • Foto: KIKE TABERNER.

VALÈNCIA. En las obras de la pareja artística formada por María Bleda (Castellón, 1969) y José María Rosa (Albacete, 1970) hay campos de fútbol en deterioro, escenarios desprovistos de guerreros donde se libraron batallas históricas, bibliotecas con solera, accesos asépticos a oficinas de grandes corporaciones, esquinas de templos y confrontación. 

El dúo es una de las referencias más notables de la fotografía española contemporánea. A través de los fragmentos de representación del territorio que recoge su cámara —la misma máquina analógica, una MAMIYA RB67, desde hace treinta años—, han dado con un prisma propio para trabajar el género del paisaje. En 2008 fueron reconocidos con el Premio Nacional de Fotografía, un galardón que premiaba la validez de la reflexión que hace su narrativa visual. 

El fragmento, el viaje, el espacio, el tiempo, la memoria y los lugares anodinos son constantes en su trabajo. «Son constantes porque son constantes en la vida diaria. Todos los lugares merecen el mismo interés. Los espacios cotidianos pueden estar cargados de memoria, porque para nosotros s tan importante la memoria individual como la colectiva que es el discurso de una nación o período completo. Son lugares en los que aparentemente no ocurre nada, pero son un campo de cultivo pero a la vez es donde se decidió el devenir o la historia posterior. Al fotografiar estos espacios solemos generar la confrontación». 

Fotos: KIKE TABERNER.

María Bleda y José María Rosa se conocieron estudiando en la Escuela de Artes y Oficios de València. Finalizaron sus estudios de fotografía a principios de los años 90. En 1992 expusieron solos por primera vez. La librería Railowsky Valencia acogió sus campos de fútbol despojados de futbolistas. «Ya éramos pareja antes de trabajar juntos. Empezamos a desarrollar proyectos en equipo para las tareas de la escuela. Nunca hemos trabajado por separado. Las primeras incursiones fotográficas que hicimos con Campos de fútbol fueron por casualidad. A partir de allí nos sentimos cómodos con la forma de abordar las cosas».

Campos de fútbol es un proyecto desarrollado entre 1992 y 1995. La serie de fotografías se aproxima a los campos de fútbol no profesionales abordados como lugares de lo cotidiano. Sitios dedicados al juego que cayeron en el abandono o el desuso. «El primero es el campo de fútbol de El Ballestero. Son lugares que nos atraían porque nos recordaban a nuestra infancia». El propósito de la serie era reflexionar sobre el paso del tiempo en relación al espacio geográfico y generar conversación respecto a una categoría de lugar y no un lugar con una denominación determinada.  

«Empezamos a fotografiar los campos porque nos interesaba plantear una reflexión sobre el tiempo y el lugar. No eran necesariamente espacios en los que habíamos vivido o jugado, pero eran similares a los de nuestra infancia. Buena parte de ellos estaban en proceso de transformación, degradándose, desapareciendo o siendo absorbidos por la ciudad. La inquietud era expresar a través de estos lugares esa circunstancia, la de la desaparición de un tipo de lugar». 

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo